Los arbustos aquí no ocupan extensiones grandes, pero ante el abandono de huertos y viñas han ido poblando estos espacios abandonados en los últimos años, desarrollándose sin ningún problema al no ser molestados por el hombre, lo que ha hecho que sean el elemento predominante de la vegetación.
Casi todas las especies de arbustos necesitan mucha luz por lo que evitan el sotobosque sombreado siendo su lugar preferido los claros, los linderos del castañar, dentro crecen muy poco, y junto a las orillas de aguas corrientes.
Muchos son los arbustos que aquí crecen, algunos muy conocidos y otros menos, pero todos igual de importantes para la vida del entorno. Ahora con la llegada del otoño muchos de ellos nos ofrecen sus frutos, comestibles unos y muy peligrosos otros, pero todos llenos de color y belleza para la cobertura vegetal de esta zona y para los ojos de los caminantes que se introducen en este lugar que sigue siendo de los más salvajes y espectaculares de Cadalso, no solo por su vegetación, también por albergar la mayor parte de la fauna cadalseña que aquí campa a sus anchas y por los bellos paisajes que a medida que ascendemos podemos observar, por algo el pico de Lancharrasa se encuentra a más de 1200 metros de altitud y sin otras cumbres que nos puedan dificultar la vista, si exceptuamos la altiva Peña de Cenicientos.
El rosal silvestre, escambrón en Cadalso o tapaculos que ahora está en plena maduración de sus rojos frutos y que aunque no es comestible si se puede tomar en infusiones, muy buenas para la diarrea, de ahí el nombre de tapaculos.
De entre los frutos que el otoño nos proporciona están algunos tan extendidos como la zarzamora que aquí aún en octubre se puede degustar cuando en otras zonas más bajas de Cadalso hace días que ya desapareció.
El endrino que produce unos frutos llamados endrinas o arañones con los que se hace el pacharán, y que aunque poco abundante se le puede ver con cierta facilidad mezclado entre escambrones, zarzas y majuelos.
La nueza blanca, Bryonia dioica, produce un fruto rojo parecido a unos pequeños tomates pero que es muy venenoso cuando madura.
Otro de los frutos que por esta época podemos recolectar son las bellotas, tanto de encina como de roble melojo o rebollo que también así se le denomina en Cadalso.
Un paseo agradable, lleno de sensaciones que nos aportará un gran placer y una enorme recompensa por los paisajes, por los colores y por los frutos que la Sierra de Lancharrasa nos regala cada otoño.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Grandes y bonitas fotos. Gracias Zorro por traernos hasta casa la belleza de nuestro campo, en esta ocasion la sierra.
ResponderEliminarCadalseña
la sierra alberga flora,fauna,historia,buenos manantiales,y crió durante algunas decadas ganado bravo,de encaste Albaserrada-Buendía,llegando a lidiar hasta 35 toros en Madrid en el año 1976(entre corridas y novilladas),siendo mayoral un cadalseño,Paulino González(Canario).El Dr Parache y su mujer estaban muy ligados a Cadalso.Pasear por toda la cuerda de la sierra es una experiencia muy gratificante.Perdon por si me extiendo demasiado,me emociono sin remedio.Paquitopirata.
ResponderEliminarImpresionantes y bonitas las fotos de nuestro campo
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