La Antanilla es uno de esos lugares que me atrae, probablemente por tradición familiar ya que desde siempre mi familia ha tenido allí un huerto.
El pasado sábado pase unas horas en el huerto y casi sin darme cuenta la noche se me echó encima teniendo que regresar a la variante totalmente de noche.
Pero todo tiene su recompensa y cuando salía del huerto me fije en el fondo donde la Sierra y el portacho de Cenicientos recibían los últimos y tímidos colores de un sol que se ocultaba para dejar paso a la oscuridad de la noche.
Fueron solo unos minutos los que duró, pero lo suficiente para grabar esos momentos que aunque algo faltos de nitidez no dejan de ser sorprendentes.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Esos si que son cielos velazqueños, oy esta tarde no podré ir, ando con problemillas.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias José Antonio,yo hoy tampoco puedo ir.
ResponderEliminarAbrazo.
Pedro
Hola Pedro Alfonso!!!
ResponderEliminarQué bonitas las fotos. Gracias por compartirlas con todos nosotros.
Muchas veces veo atardeceres -y amaneceres- como esos, y me digo: ¿por qué narices no llevaré siempre la cámara conmigo?
Bueno, ya estás tú para plasmar esos momentos!
Un saludo.
Siempre me emociona y me afloran las lagrimas ver LA ANTANILLA
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