martes, 9 de noviembre de 2010

Salvemos nuestros frutos de otoño.



Frutos de otoño de Cadalso


Existen dos lugares en Cadalso donde los colores y los cielos hacen más palpable el otoño. El color diferencia cada estación y los árboles son los elementos que más lo sufren al cambiar de un color a otro para posteriormente perder sus hojas.


 
La Sierra de Lancharrasa es uno de estos lugares lleno de naturaleza viva donde el otoño transforma el paisaje y los frutos salvajes que en su interior brotan cada año inundando todo con su belleza y sus colores hacen del lugar un espacio para recorrer y disfrutar.

    Endrinas frutos con los que se hace el pacharán



   La bellota fruto de la encina



    Frutos del acebo.


El otro es el Valle del Tórtolas, lugar entrañable de la vida y la historia de Cadalso a través de los tiempos, y donde a pesar del abandono, aún la naturaleza nos sigue regalando cada estación paisajes y frutos que hacen que el Valle se sienta vivo y sus visitantes también.

 
   Frutos del escaramujo llamado en Cadalso "escambrón" y a sus frutos "tapaculos"
  
   Madroños frutos del madroño conocido en Cadalso por madroñera.

    Frutos del membrillo. 

 Existen muchos más frutos otoñales en nuestros campos, estos son sólo una pequeña muestra para que os animéis a descubrirlos vosotros mismos paseando por esos lugares tan cadalseños que rodean nuestro pueblo. Mirad y observad a cada paso descubriendo la belleza de nuestros frutos de otoño que cada temporada florecen y crecen, cumpliendo con el ciclo de la naturaleza y que el otoño nos regala.

Algunos de estos árboles deberían estar protegidos en nuestro pueblo, como ya algunos lo están en la Comunidad, pero esto es pedir peras al olmo o simplemente hablar en el desierto de la insensibilidad y la torpeza de muchos que todavía hoy no ven el futuro de Cadalso en sus paisajes, sus tradiciones y su medio rural.

Zorro Corredero.
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

11 comentarios:

  1. Lo del tapaculos en universal en la provincia, lo que no sabía es que por lo menos los rumanos, hacen mermelada de sus frutos, encontré varios tarros en una tienda en Madrid.
    Un abrazo.

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  2. Habrá que probar esa mermelada y plagiarla.

    Un abrazo.
    ZC

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  3. Lo que yo hecho de menos son los cucuruchos de acerolas que vendían en el callejon de la iglesia cuando era pequeña, y las azufaifas??, hace mucho que no veo estos frutos, que por cierto me encantaban. Un saludo Pedro.
    Concha.

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  4. Concha, hace unos días puse una entrada de las azufaifas, busca la entrada y disfruta(octubre-10) y si vienes por Cadalso te regalo una tacita, que aún tengo en la nevera.
    Un abrazo.
    Zorro Corredero

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  5. Como me gustan estas fotos, pero no se lo que pasa que en el campo no las veo. Zorro me tienes que enseñar donde se hacen estas fotos y como.

    Inés

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  6. EL CRISTO DE CADALSO EN EL SENTIMIENTO DE CENICIENTOS

    Del pueblo corucho era un referente
    Cristo y Cadalso próximo el otoño,
    la uva madura y célibe el madroño
    e ir a los toros al pueblo de enfrente.

    Riada de un vado surto en su corriente,
    de un río afluyendo de uno a otro año
    de aguas benignas sin dolo ni daño
    y el Cristo en lo alto siempre prevalente.

    Coruchos iban, de uno u otro modo:
    el dinero en coche, a pie el jornalero
    pateando asfalto o pisando lodo.

    En día en que el Cristo se hace torero
    y a todos recibe y brinda acomodo
    la Cruz del Cristo del Humilladero.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  7. LEYENDAS DE CENICIENTOS
    El diablo cojuelo

    Se acercó el diablo cojuelo
    de Madrid de tapadillo,
    y extramuros del Cerrillo
    hizo casa en un majuelo.

    La casa no se veía
    ni a él en figura humana,
    hecho siempre un tarambana,
    se reía y se reía.

    Maquinaba todo el día
    la forma de divertirse,
    y así a sus anchas reírse
    de coruchos se acrecía.

    De leche se alimentaba,
    tragaldabas insaciable,
    y en hartura memorable,
    ¡Cuántas faenas armaba!

    De mañana los vaqueros
    sin leche hallaban sus vacas,
    y las cabras entre urracas
    ordeñadas los cabreros.

    Brevas se desvanecieron,
    los higos no maduraron,
    los viñedos no cuajaron
    y los trigales se fueron.

    ¡Vive Dios! ¡Qué desesperos
    sobrevino a los coruchos!
    Verdad es que no eran muchos,
    ¿mas porque esos desafueros?

    Un santo padre exorcista
    les vino desde Toledo,
    y andando con paso quedo
    resultó un buen analista.

    Al perillán descubrió
    en las ramas del majuelo,
    y con exordios del cielo
    al cojuelo lo expulsó.

    Del majuelo se extendió
    una plaga de extriñidos,
    pues sus frutos constreñidos
    todo lo contaminó.

    Y en Cenicientos los bulos
    pábulo dio a los majuelos,
    y siendo causa de duelos
    les llamaron tapaculos.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  8. Ojalá que todos los vecinos y visitantes sean conscientes de la importancia de cuidar y proteger su patrimonio natural. Gracias por tu empeño en conseguirlo.

    Alicia Jiménez Mínguez

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  9. Muchas gracias, eso espero, que nos demos cuenta de lo que nos queda y lo sepamos conservar, pero....

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  10. Que ricos madroños yo los tengo en Mingo chico

    Pilar Calvo Villarín

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  11. PRESA CERCADA DE PINOS

    Presa cercada de pinos,
    blanqueada por la nieve,
    copos de algodón tan breve
    que no ocultan los endrinos.
    Castaños verde ambarinos
    rodeando tu ribera
    aguardan la primavera,
    para de una forma terca,
    sus erizos en la Alberca,
    cubrir la colina entera.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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