En septiembre de 1982, Ramón Martínez, Moncho, abrió el antiguo bar de Cele
(calle Juan Ramón Jiménez-Ronda de la Sangre). Pasados unos días aquel bar
renació de su ostracismo como el Ave Fénix. Haciendo gala de una visión
prodigiosa para el negocio de la hostelería, Moncho transformó, más bien revolucionó, el adormecido ambiente del alterne cadalseño y su zona de
influencia. Le bastó, a este emprendedor y noble gallego injertado en Castilla,
poner con cada consumición un gratuito y generoso aperitivo: chorizo, morcilla,
cortezas, panceta, jamón, croquetas, calamares, empanadillas, “salchipapas”… Hasta su llegada, el resto
de bares sólo ponían aceitunas, “alcahueses”
o patatas fritas en ínfimas cantidades.
Al poco, todos los establecimientos se pusieron las pilas ocasionando que no solo ganaran ellos, sino
también los parroquianos, el pueblo y el gremio en general. Su espléndida
visión del negocio, unida a su cercanía, simpatía y amabilidad con los clientes
obró el milagro. “Se va a arruinar”,
proclamaron los agoreros. No sólo no se arruinó, todo lo contrario, a los tres
años compró el bar de “Pollito” y en
noviembre de 1997 adquirió el actual bar Moncho
(entonces terraza de “Mundi”). Después
compró los terrenos aledaños y construyó el hotel Cadalso que anexó al restaurante
y al bar, inaugurándolo en 2000. Su ubicación está en la Ronda de la Sangre.
Su esposa, Mari Villa, tomó las riendas de la cocina demostrando su
pericia, exquisitez y buen hacer en el complicado y apasionante mundo de la
gastronomía. Mari y Ramón trabajaron al unísono convirtiendo su emporio en lugar
de visita obligada en la comarca si se aspiraba a comer con calidad y generosidad.
Antes no existía -ni existe en su admirado restorán- ese nuevo invento pijo, absurdo
y ramplón de la cocina minimalista.
Su concepto esmerado del servicio difunde, por encima de modas, el arte
culinario de satisfacer al comensal sin engañarlo. Casa Moncho sigue distinguiéndose por sus dotes humanas y
hosteleras, además de por su profesionalidad, sencillez, diligencia y honradez.
Desde su fundación colabora a que Cadalso de los Vidrios sea conocido allende
de nuestras pequeñas fronteras convirtiéndole así en cuasi internacional.

Tuvieron tres hijos:
Ramón, Álvaro y Francisco Martínez Villa. El negocio es familiar, pero en la
actualidad, creo que desde 2020-21, lo atiende con regularidad Álvaro
acompañado de Eva, su pareja. Las cocineras Dori y Mijad -alumnas aventajadas
de Mari- siguen manteniendo en lo más alto el pabellón de Casa Moncho.
En la barra Julio Villa y Alfredo Jiménez nos obsequian con su amabilidad,
amistad y bonhomía imperecedera. Julio ató su destino a este entrañable lugar
desde su fundación. Ellos saben que el mostrador es para sus fieles clientes
como la esquina de un confesionario. Nos escuchan y con sus paños secan
nuestras penas y claman nuestras alegrías. La sana confidencia es la
medicina que cura los males del alma, algo parecido dijo el español Séneca,
¿o fue Julito?
Moncho recorrió muchos kilómetros en el desempeño de su profesión. Sabe mejor
que nadie que ninguna gran cosa se crea de repente, que se consigue con mucho
esfuerzo, trabajo y sacrificio. Su ejemplar
ejemplo mostró el camino correcto a todos los que le siguieron. Sólo la
diabetes le frenó. En noviembre de 2024 hubieron de amputarle la pierna
izquierda. Sus infinitas caminatas por sus dominios pasaron a ser paseos sosegados
por las calles de Cadalso sobre una silla de ruedas que empuja suave y cariñosamente
Estela. Moncho baja la visera de su gorrilla evitando el sol que quiere colarse
hasta su corazón. En silencio piensa y recuerda cobijado entre la paz y la
armonía que le ofrecen nuestras aceras. Saluda con voz firme disimulando su nostalgia
a esa gente que le quiere e irrumpe despacio en los recuerdos más bellos de su
existencia. Cada día pasado les atendió con una sonrisa sincera y un comentario
que denotaba su humanidad. Reposaba siempre en su hombro un
paño de cocina que era el escudo de su humanidad. Resumen, al cabo, del linaje
de su laboriosidad. Hay ahora en su corazón un rincón de soledad que nunca
antes existió. Es la injusticia incomprensible de la vida.
Las grandes realizaciones humanas siempre se reconocen, se admiran, se
respetan y se agradecen. Apelo a la sensibilidad de las gentes cadalseñas, de
los clientes de bien y a cada uno de nuestros representantes en el Ayuntamiento
(ellos deberían ponerse al frente), para proponer un pequeño y humilde homenaje
que resuma los muchísimos buenos ratos pasados en su expendeduría de licores y
afectos y, ya puestos, reconocer el logro enorme que su advenimiento significó
para la convivencia feliz de Cadalso. Jerarcas de variado pelaje han creado
días para cada cosa… ¿Por qué Ramón Martínez, Moncho, no ha de tener el suyo? Únicamente él es el responsable del
bien que hizo y ese bien nunca debe dejar de ser reconocido.
Miguel MORENO GONZÁLEZ
PERFECTO MIGUEL LO HEMOS VIVIDO.
ResponderEliminarVicente
Bonitas palabras para una persona que, efectivamente, revolucionó la hostelería cadalseña, primero con la hora de las cañas o aperitivo y posteriormente con las comidas. Gracias a él, Cadalso fue reconocido como un buen lugar para alternar.
ResponderEliminarPorque como bien dices fue pionero en enfocar la hostelería en ese sentido y el resto se unieron a esa nueva moda, para no perder clientes y poder seguir con el negocio. ¡¡Feliz Jueves!! 😉. Luis M. González
Merecido y bonito homenaje y un muy buen lugar donde siempre acaba uno
ResponderEliminarMuy bueno se lo merece, gran persona Moncho.
ResponderEliminarMiguel Ch.
Mi jefe es la mejor persona que conozco TKM tío Moncho 🥹🫶🙏q mi dios te tenga siempre con vosotros y te bendiga siempre a ti y a tu familia 👋
ResponderEliminarLas personas emprendedoras son el motor de la economía, y merecen un reconocimiento , admiración y contribución para que consigan sus propósitos. Me ha parecido muy oportuno. Saludos.
ResponderEliminarJulia
Despertares cadalseños
ResponderEliminaral despuntar la mañana.
Abundan gestos risueños
por la extensión de los sueños,
que depara La Muñana.
ABCPremium
ResponderEliminarESPAÑA ES UNA MARAVILLA
Goleadora imparable
e incansable vencedora.
Con su juego inapelable
se muestra España intratable,
y los triunfos atesora.
Creadores de negocios
ResponderEliminarrentables e imaginativos´
Aprovechar saben ocios
del descanso de los socios,
que no son tan persuasivos.
Ignora la gente ociosa
ResponderEliminarque un poeta nunca muere.
Pues es su tumba reposa
su mente maravillosa,
con versos por donde fuere.
Aurora Ferrera
ResponderEliminarMe encanta