Las sardinas "aprensás"

Anda niño, me decía mi abuelo, acércate ahí enfrente en casa de Sinfo y que te de dos sardinas "aprensás" que luego se las paga tu abuela, que no sé dónde se ha metido esta mujer, todo esto mientras se liaba un cigarro fino, muy fino, de Caldo de Gallina. Yo cruzaba la calle y decía: Sinfo dame dos sardinas "aprensás" para mi abuelo, que luego viene mi abuela y te las paga. Entonces Sinfo, levantaba un tapa de madera que cubría las sardinas, perfectamente colocadas en circulo, cogía dos y las envolvía en papel de estraza, creo recordar que no las pesaba, las vendía por unidad. Yo cogía el envoltorio lo olía, que olía a pescado un montón, y casi sin mirar cruzaba la calle, entonces en Cadalso había cuatro coches, tan pocos había que era más fácil que te pisara una caballería a que te cogiera un coche, menuda época. En casa le daba el paquete a mi abuelo, me miraba, sacaba unos "alcagueses" del bolsillo y con eso me pagaba el favor, luego lo abría y ante mi atenta mirada las envolvía de una en una con hojas del ABC, era el periódico que el compraba, más que nada por las dos páginas que hablaba de toros....y acercándose a la puerta de la bodega, la abría, metía una a una cada sardina envuelta en papel de periódico en la unión con el marco y la volvía a cerrar, quedando la sardina totalmente aplastada, luego se sentaba junto a la lumbre y con los dedos iba arrancando trocitos de sardina y comiéndoselos, todo esto con un par de chatos de vino de garnacha de la Medialegua cadalseña, de cosecha propia. Mi abuelo se llamaba Natalio, le gustaban los toros, el vino y las sardinas "aprensas", su mujer, mi abuela, se llamaba Candelas, y no sé que le gustaba, tal vez cocinar para mi abuelo y para toda la familia, entre otras muchas cosas de la casa.
Zorro Corredero
Esperanza De La Cruz García
ResponderEliminarFeliz día🌹
Que ricas 😋😋😋😋
Perfectamente narrado aquel ritual de las "sardinas aprensás" que todos hemos vivido. Acontecía tal cual lo has contado. No sé cómo explicar lo que siento al recordar nuestras cosas: todas hermosas, todas llenas de amor, pero sin aspavientos ni cursiladas. ¡Tan bellamente diferentes! Memoria viva de un pueblo que se grabó a fuego en nuestro corazón. Nosotros, en ocasiones muy íntimas, seguimos siendo los mismos... Gracias Pedro, por recordárnoslo...
ResponderEliminarUna historia de verdad y vivida por mi tambien
ResponderEliminarMariano
Maria Montes
ResponderEliminarQue ricas
Antonia Frontelo Morales
ResponderEliminarAsí luego teníamos sed
Rosa Merchan
ResponderEliminarMuy ricas
Chelo Villarin Recio
ResponderEliminarBuenos días Pedro, me ha llamado la atención del cigarro fino de caldo de gallina, no lo había oído nunca y tú hacías muy bien el recado, qué tiempos, no tuve la suerte de conocer a mis abuelos a ninguno.
La marca era Ideales, pero lo llamaban Caldo de Gallina, venían los cigarros hechos pero los deshacían y cada uno hacía el cigarro a su gusto, los de mi abuelo eran super finos.
ResponderEliminarPilar Diaz Recamal
ResponderEliminarQue buenas
Jose De La Iglesia Rodriguez
ResponderEliminarMi abuelo también fumaba Caldo de Gallina y se Liana los cigarros muy finos,joder que mayores somos.
Pilar Calvo Villarín
ResponderEliminarMi abuelo hacia lo mismo los desacia y con su librillo y el mechero era una mecha larga con un chispero metálico y lo desacia porque los hacía más finos para que le cundiera más el tabaco jajaja
Pilar Calvo Villarín
ResponderEliminarAmi me mandaban a por las sardinas a casa de la Uría o a la tía Valentina y comprábamos los fideos cabellin por peso eran madejas de fideos
Que tiempos
Pero ni tan mal
Aurora Ferrera Ruiz
ResponderEliminarBuenos dias Pedro muy ricas
Vidal Fermosell Jimenez
ResponderEliminarBuenos días Pedro, conocí los cigarrillos Caldo de Gallina. Los fumaba mi padre. Hoy como todo ha cambiado, serían los cigarrillos de Caldo de Avecren. 😂
Aurora Ferrera Ruiz
ResponderEliminarme encantan Pedro estan buenisimas con el vaso de agua al lado un saludo
En las cuatro tiendas que había vendia las sardinas en casa Sinfo en casa la Uria en casa Carracha y en Casa Manolo en la plaza y todos tan felices
ResponderEliminarUna bonita historia con la que mucha gente se identificará, las sardinas y las tiendas de Cadalso, los abuelos, aquellos abuelos tan diferentes a los de ahora, pero igual de cariñosos con los nietos. Gracias por este escrito tan tierno y familiar y por supuesto tan cadalseño.
ResponderEliminarCarmen.
La petaca y el chisquero
ResponderEliminarsin faltar nunca el porrón.
Con sol o con aguacero
con la boina por sombrero,
hilaban conversación.
Chelo Villarin Recio
ResponderEliminarPedro Alfonso por lo qué me han contado mi abuelo Miguel Recio Canoyra, por parte de madre, estaba malo en la cama, y decía hacerme un cigarro qué ya me voy a morir, da igual qué fume, creo no tenían filtro, puede ser?
No, no tenían filtro. Hacía y pensaba bien tu abuelo.
ResponderEliminarChelo Villarin Recio
ResponderEliminarPedro Alfonso gracias 😘
De las sardinas escamas
ResponderEliminarcon la navajas raspaban.
Alumbrados por las llamas
de encinas o de retamas,
los arenques merendaban.
Chelo Villarin Recio
ResponderEliminarPilar Calvo Villarín mi padre también tenía un mechero con mecha larga, con un chispero metálico, que no recuerdo verle encenderse un cigarro con ese mechero, pero hacía colección, y bien qué le recuerdo, los tengo guardados, pero yo recordar a mí padre no se los hacía, compraba un paquete de Rex, claro yo la pequeña de mis hermanos y con bastante diferencia de años
Chelo Villarin Recio
ResponderEliminarVivíamos en Madrid
Pilar Calvo Villarín
ResponderEliminarChelo Villarin Recio que tiempos
Eugenio Encabo Gonzalez
ResponderEliminarQ bueno yo tambien las compraba a mi abuelo