SAMUEL SUDA Y PARECE QUE LLORA
Su padre, José Manuel Castrejón Merchán, ejercía en el parque de bomberos de Imperial, en plena Plaza Mayor de Madrid. Fuimos vecinos sin saberlo. Servidor era funcionario (de los que "funcionaban") en el cercano Ministerio de Asuntos Exteriores. No lo conocía. Creo que me saludó, presentándose muy amablemente, una tarde en los coloquios taurinos de noviembre que organiza la Asociación Taurina Cultural Cadalso. Nos daríamos entonces -digo yo- los teléfonos para quedar a tomar café en nuestro barrio madrileño. Como quiera que fuere, José Manuel me llamó una soleada mañana primaveral: "Te estoy esperando en la puerta, ven y tomamos un café..." Y fui. Y me aguardaba con unos tazones grandes de barro y cucharas soperas llenas de azúcar que diluimos en el café con leche al más puro estilo cadalseño (faltaron las sopas de pan). Hablamos un buen rato de toros y sobre todo de Cadalso.
Contó que me
recordaba jugando al fútbol de portero con el Cadalso, en el viejo campo de La Cooperativa: pantalones vaqueros
arremangados y remendados, humildes zapatos de material, los únicos que tenía
("como los rompas te vas a enterar…",
me decía admonitorio mi padre). José lo recordaba todo. Yo no, y por eso se me humedecían
los ojos despacio. Me llevó al gimnasio del parque, me enseñó el capote con el
que entrenaba y le hice una foto. Me habló de su torero, Ureña, de su familia,
de su calle cadalseña de Carlos Ruiz. Una calle eminentemente torera: Miguel
Palomino, José Manuel, Roberto, Samuel. A esa cita siguieron otras llenas de
diálogos, emociones y humanidad. José Manuel Castrejón Merchán es matador de
toros. Le dio la alternativa el valiente matador Sánchez Vara, junto a Paco
Chávez, en Arequipa (Perú), ciudad natal del Premio Nobel, Vargas Llosa. Y es
que José Manuel, cuando quiere torear, antes se pone a leer.
Su hijo, Samuel, haciendo el paseíllo del 22 de junio
de 2024, se quedaba un poco rezagado de sus compañeros. Eso no quiso decir
nada, simplemente iba concentrado, pensando en lo que haría a sus novillos esa
tarde de su presentación de luces en Fuensalida (Toledo). Quizá recordaba
también los muchos consejos que le daba de niño su padre jugando a los toros en
el patio de su casa. Los vecinos miraban entre extrañados y sorprendidos: "¿Todavía se juega al toro como cuando
yo era niño..?", dijo uno de ellos que se complacía en observarlos
algunas tardes lluviosas otoñales. Era bonito verlos torear según caía plácida
la lluvia, los lances y los recuerdos...
Y claro, se retrasó un poquito en el paseíllo
meditando en su niñez torera y vestido de purísima
y oro. No pudo elegir mejor terno para su presentación: purísima como puro es su toreo. Nada de gestos ni aspavientos.
Tranquilo y sosegado. Pulcro y recio. Quieto como un poste de marfil que no se
rompe si cae a la arena para así poder seguir toreando. Torería con quietud,
empaque y sentimiento. Para esculpir monumentos como lo hacía su paisano
cadalseño, el escultor Juan Cristóbal. Sensibilidad y austeridad castellana
expresada con sobriedad torera. Toreo decimonónico, emoción en el sentir.
Samuel Castrejón Obiang practica un toreo imperfecto: a veces humano, otras de
inspiración. Y siempre de Purísima y oro. Según le sacaban a hombros sudaba,
pero viéndole por la tele parecía llorar…
Miguel MORENO GONZÁLEZ
P.D. Las próximas actuaciones de Samuel cerca de
Cadalso de los Vidrios serán el próximo 30 en Aldea del Fresno, junto a otro
torero cadalseño, Roberto Cordero. También actuarán ambos en Cenicientos, pero
en fechas diferentes: el 14 de agosto Roberto Cordero y el 17 Samuel Castrejón.
Esperamos que así mismo lo hagan -mano a mano- en su pueblo, Cadalso, en sus
fiestas patronales septembrinas. Sería un magno acontecimiento que perduraría
en la memoria cadalseña.
Bonito relato para nuestro torero cadalseño, Samuel, al que le deseo lo mejor en esta afición, sobretodo que disfrute porque eso llevará consigo el disfrute del público. ¡¡Feliz Noche!! Luis M. González
ResponderEliminarSamuel apunta maneras de torero grande.
ResponderEliminarToreo del caro, de arte, de sensibilidad, de empaque y toreria. Mata muy despacio y bien. Además tiene ambiente y eso que no ha toreado casi.
En la escuela taurina de Madrid están entusiasmados con él. Eso sí que no le enseñen vicios y que Samuel sea natural y humilde.
Lleva en su cuadrilla a Miguel Angel Cañas que estoqueò en Cadalso la recordada novillada de Saltillo que dio mucho que hablar.
Va a ser un gran torero. Larga vida. Dios proveerá.
Lo mejor para Samuel y Roberto porque son muy buenos toreros y mejores personas que es lo que han mamao en sus casas. Gracias Miguel por tu escrito lleno como siempre de sensibilidad y cariño
ResponderEliminarOjalá y que triunfen y que en breve lleguen a lo más alto del escalafón, tal y como describes sus virtudes tauromaquicas seguro que se lo merecen. Buenas noches y un abrazo.
ResponderEliminarPepe Vázquez
Lo mejor de este niño, su humildad, educación y siempre saber estar… de casta le viene al galgo!!
ResponderEliminarJI
EliminarA los toreros en ciernes
ResponderEliminarobservar esperanzados,
y llevarles arropados
a sus corridas en viernes.
Gracias por vuestros bonitos comentarios que hacen posible que fluyan los nobles sentimientos.
ResponderEliminarTodavía no le he visto, pero leyéndote ya apetece.
ResponderEliminarA. Acuña