DOÑA JULIA RECUERDA A DON LUIS
La otra mañana -soleada y primaveral-
salí a recorrer la zona cadalseña en bicicleta. Hice una parada para comerme un
plátano y sonó el teléfono. El número no figuraba en mi agenda y contrariado
pensé que seguramente sería alguna empresa para ofrecerme la panacea del año.
Pero no, afortunadamente me equivoqué. Era la voz perfectamente modulada de una
mujer que me preguntó si yo era... Y dijo mi nombre y mis dos apellidos. "Soy la viuda de Luis Espada, no sé si
lo recuerda..." Le contesto que perfectamente y añado que era mi
presidente favorito de la plaza de toros de Las Ventas y que siempre me llamaba
por mi segundo apellido, González; fue uno de los mejores presidentes “venteños” que yo he conocido, sino el
mejor…
Se emociona y llora haciendo esfuerzos
por contenerse. Guardo un silencio respetuoso. Cuando se repone un poco
(durante los escasos minutos que hablamos se emocionó reiteradamente), me
aclaró: "Una amiga mía de El
Escorial me facilitó el periódico A-21 de septiembre 2021 (pág. 36), allí publicó
usted un escrito que refleja exactamente como era él. Me gustó mucho y al
leerlo no pude contener la emoción. Se lo agradezco de corazón porque todo lo que
comenta lo hace con sentimiento y demuestra que su intuición no le falló con mi
marido. Tenía excelentes amigos que le querían mucho. Y es que era tan bueno
que se dejaba querer. Un librero amigo y vecino, impresionado gratamente por tantas
cosas bonitas que se escribieron sobre él cuando murió, me dijo que editaría un
libro recopilándolas todas. Así lo hizo, y lógicamente su escrito aparece en
dicho libro. Tengo uno guardado para usted. Conseguí su nombre y teléfono en el
periódico A-21, estuvieron muy cariñosos conmigo. Cuando pueda llámeme, tomamos
un café y se lo entrego. Vivo por la zona de Retiro".
Me quedo mudo, gratamente sorprendido y
agradecido, como no podía ser de otra forma. Me rehago y agradezco emocionado
su detalle conmovedor. Para servidor es un honor poseer ese libro y le confirmo
que la llamaré para recogerlo. Le comento que me gusta escribir sobre los
hechos y los seres humanos que no me dejan indiferente, que me sobresaltan por
su categoría humana, por la seducción impensada de un momento o por la belleza
que contiene y me transmite la Naturaleza. No todo es negativo en este mundo
que funciona gracias a personas como el Sr. Espada. Su mujer me dio una gran
alegría. Nunca olvidaré su llamada que me colmó de satisfacción. Es el mejor
pago que recibo por mi humilde e imperfecto escritito.
Yo sabía que Don Luis Espada Simón,
como buen comisario de policía que era, con su manera de ser hacía buenos a
personas y a delincuentes. Lo conseguía gracias a su innata magia artística y
humana. A veces el escribir te reserva maravillosas sorpresas como ésta. Tengo
algunas, no demasiadas, la verdad. Pero es que si fueran muchas -me temo- que
no las hubiera valorado igual. De estas sencillas y cotidianas historias
humanas se nutre el mundo. Nada está perdido, aún es posible un futuro mejor.
Todo depende de la bondad del ser humano. Siempre existirán Don Luises y Doñas
Julias que nos mostrarán el emotivo camino a seguir.
Don Luis no se dio cuenta entonces que creaba para nosotros hermosos recuerdos. Doña Julia nos descubrió con su amor hacia él que su inmortalidad la alcanzó viviendo una vida apasionante que merece la pena recordar.
Miguel MORENO GONZÁLEZ
Como me ha conmovido ese reportaje en el movil recibido esta mañana. Cuánta foto de mi esposo tan conocida y admirada por mi.! Dios se lo pague. En mi caso tan bonito me pareció el contenido y la presentación del folio escrito que me regaló que ese mismo dia lo llevé a enmarcar para que figure en mi propio Museo. Hoy lo recogeré y lo colgaré en el sitio adecuado. Si LAS CARTAS QUE NO VOLVERAN es una publicación suya trataré de conseguirla porque me parece muy interesante.Espero poder verles este verano en San Lorenzo donde espero estar los meses de julio y agosto SALUDOS.
ResponderEliminarJulia
Buenos días Miguel, gracias por otro jueves más humano.
ResponderEliminarUn abrazo. José Manuel
👏👏👏👏👏.. una preciosa historia amigo... 💖💖💖💖💖.
ResponderEliminarJosé A. Álvarez G.de Guzmán
Creo recordar ese escrito que te le encontraste en el metro y le estuviste saludando y te invitó haber un apartado y un sorteo de una corrida en las ventas
ResponderEliminarJesús López Moreno
ResponderEliminarMe ha gustado tu escritito, he sentido la presencia de Don Luis, la pasión por los toros, y lo que más me ha llenado es ese enamoramiento que casi nunca vemos pero que muchas personas se tienen y nos regalan cada día de su vida, ejemplo de ello son estos dos personajes, Doña Julia y Don Luis. Enhorabuena y felicidades a los tres. Un abrazo.
ResponderEliminarQué historia más bonita!!! Nunca se sabe hasta dónde puede llegar lo escrito, y los sentimientos que puede transmitir. Nunca dejes de escribir Miguel y de esta manera, rendir homenaje a personas tan especiales.
ResponderEliminarQue bonita historia y que bien narrada, como siempre.
ResponderEliminarUn abrazo. Pepe Vázquez
Muy agradecido por vuestros entrañables comentarios. La verdad es que he sido muy feliz gracias a la llamada de Doña Julia que me ha transportado una época inolvidable. Su esposo fue un hombre bueno e íntegro. Que siempre supo defender desde su puesto de privilegio en Las Ventas a los aficionados al toreo. Gracias, una vez más, a Pedro por hacer todo con maestría y cariño...
ResponderEliminarQué bonito escrito, Miguel. Es bonito que tus palabras lleguen a quienes, como Doña Julia, las agradecen de corazón.
ResponderEliminarUn abrazo, Maestro.
Luis C. Trijueque