domingo, 12 de junio de 2022

Almanzor. Sierra de Gredos.

 Almanzor. Gredos



El Almanzor con  2.592 m. es la cumbre más alta del macizo de Gredos. Su nombre completo, al menos era antes, ahora todo lo cambian, es Plaza del Moro Almanzor, en homenaje al caudillo árabe, el cual entre otras cosas arrasó Cadalso. La leyenda cuenta que Almanzor escaló su cumbre, hecho nada probado, y  algunos dicen que hasta subió con su caballo, algo imposible. Su ascensión es fácil saliendo desde el refugio de la Laguna Grande, tomando la evidente Portilla del Crampón que nos deposita en la parte posterior del Almanzor, desde aquí sólo nos queda andar un corto camino y una corta canal vertical fácil de subir y ya estamos en la cumbre. Esta es la ruta más fácil de subir, pero en invierno con nieve y mucho más si está helada la cosa cambia y puede ser muy peligroso. Gredos maravilloso.

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso


4 comentarios:

  1. Buena foto Zorro

    Mariano

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  2. muy interesante Buenos días Pedro

    Aurora Ferrera Ruiz

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  3. En Parnaso a mediodía
    un manzano se hizo ofrenda.
    A la tierra en que vivía
    y besaba y bendecía
    al suelo al que se encomienda.


    Es la fiesta pamplonica
    la expresión de lo taurino.
    A la lidia reivindica
    y a sus calles multiplica
    con San Fermín, por destino.


    Las Iglesias de Alcorcón
    tienen todas sus mendigos,
    y extremando precaución
    se entabla conversación
    y surgen nuevos amigos.


    ACEPTO UN TRABAJO DE LO QUE SEA

    Pulcro y limpio se aposenta en un banco
    con un cartel que sobre un tronco posa,
    gente y pisadas, ni el viento y la rosa
    paran a leer su letrero blanco.

    Con otros malvive en un sotabanco
    desde donde otea vida azarosa,
    suerte adversa con él va y lo desposa
    y zarandea y lo lanza al barranco.

    En la cincuentena y fue un adalid
    y directivo de una gran empresa
    solvente que se ubicaba en Madrid

    a la que arrastró la humareda espesa
    que descabalga a cualquiera en la lid
    y lo asfixia y lo reduce a pavesa.

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  4. Se retoman tradiciones,
    costumbres y los apegos.
    La Europa de las naciones
    consolida relaciones
    y olvida sus desapegos.


    EL CANTO A CENICIENTOS

    En la cuña introducida,
    de abulenses y Toledo
    está el pueblo y su viñedo
    sostenimiento de vida.
    La cepa fue mantenida
    como diosa en los altares
    y las uvas en lagares
    corría rojo su mosto
    por el canalillo angosto
    como el agua de los mares.

    Con gentes acogedoras
    transitando por la calle
    hacen ameno este valle
    de las coruchas auroras.
    Armonía de las horas
    transcurren de forma lenta
    si el espíritu aposenta
    apego por el sosiego
    del que harto de trasiego
    vida tranquila le tienta.

    Quien nos visita se queda
    y si se va siempre vuelve
    cuando la brisa le envuelve
    del arcón de su almoneda.
    Paseante en la vereda
    viendo la vida que pasa
    hace trasvase y trasvasa
    olvido de su paisaje
    y se siente paisanaje
    y cimenta aquí su casa.

    Siempre impera aquí la calma
    y el horizonte apacible
    que se bebe y es bebible
    como néctar en el alma.
    Aparejo que es la enjalma
    de sus pocos animales
    otrora en los hierbazales
    abundaban los rebaños
    pero el paso de los años
    los mantiene terminales.

    Qué mas decir de su Peña
    a la que enaltezco tanto
    y con mis versos la canto
    y de mi rima se adueña.
    Sostengo que es nuestra enseña
    y la base del futuro
    y aunque yo yerto y oscuro
    cuando el suceso acontezca
    el poema permanezca
    y ser cierto lo que auguro.

    ¡Tomad, os presto mis ojos
    y su enfoque en la llanura
    y abridlos en herradura
    con que aparta los abrojos!
    No reparad en rastrojos
    y veréis a don Quijote
    que con Rocinante al trote
    va por tierras de la Mancha
    gritando:¡Castilla es ancha
    y se me atufa el bigote!

    Y si tornáis la mirada
    nuestra capital Madrid
    y cabalgando va el Cid
    en la alta madrugada,
    y en la noche despejada
    he visto un cielo de bruma
    flotando como la espuma
    desde la Peña las luces
    polucionando de bruces
    a Madrid con que lo abruma.

    Y de la Peña bajando
    al pasear por el llano
    la Dehesa es un rellano
    por el cual ir divagando.
    Los coruchos paseando
    por la estrecha carretera
    ven el el cielo una esfera
    límpida de aire tan puro
    que su clima es un seguro
    de naturaleza austera.

    Pinares, huertos y encinas
    viven en el horizonte
    y la quietud en el monte
    e higueras en las retinas.
    Visitante que caminas
    y buscas vida apacible
    y de vivir lo indecible,
    el pueblo de los coruchos
    tiene en alicientes muchos
    para hacértelo factible.

    Y hablamos aquí un lenguaje
    ingenioso y cervantino
    junto al amor de su vino
    colofón de un buen viraje,
    y habrás hecho un maridaje
    con la estrella de los vientos
    que aseda los movimientos,
    de nuestros recios olivos
    que muestran sin paliativos
    el alma de Cenicientos.


    ES TU CALLE SIN SALIDA

    Es tu calle sin salida
    donde me suelo perder,
    y después no sé volver
    al llegar la despedida.
    A tu cintura ceñida
    con ambas manos la tengo,
    y presiento que sostengo
    de tu respirar el hálito,
    que se ha convertido en hábito
    con el que yo me mantengo.

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