HARTO Y FATIGADO
Hoy quiero escribir sobre aquellos que inasequibles
al desaliento andan dando lecciones de guerra. Esos sabios demagogos que además
tienen la capacidad de aparentar con sus expresiones y su voz la hipocresía que
les corroe. Esos que hablan de ética cerrando sus exposiciones con la hipócrita
y convincente frase: -"Yo es que no soy así. No entiendo cómo
puede haber gente con esa manera de ser". Esos que nunca dejan una
puerta abierta al riesgo que les supone lo espontáneo. Esos que buscan liquidarte
allá donde estés, aunque vivas en el último confín de sus minúsculas -si les
quedan- razones. Esos que jamás madrugaron para trabajar ni comieron pan mojado
en sudor. Esos que jamás perdonarán que busques realizarte de forma cabal con
los que amistosamente contigo están. Esos que hablan de diálogo mientras percibes
que te desprecian sin ni siquiera haber cruzado con ellos una sola palabra. Esos
que creen que no hacen el ridículo porque nada hacen que les pueda comprometer
con la verdad. Esos diseñadores de campañas de odio que buscan enfrentarnos
para que ellos pesquen en río revuelto. Esos que visten de variopintos colores,
declaran su pacifismo mientras vehementemente se aplican al "difama que algo queda". Esos
que se dedican a dividir porque quieren ser los vencedores sobre la ruina, el
hambre y el rencor.
Esos aduladores y propagadores del desprecio, de la calumnia y del odio más soez y gratuito. Esos que especulan inmisericordes con la pena de los débiles y son misericordiosos con los poderosos. Esos estólidos oradores que sumen al ágora en la mediocridad profanando la libertad de pensar. Esos que no conciben que alguien procure ser fiel a sus principios mamados con fruición desde que nació. Esos que no disfrutan de su copa deseando descubrir el lado vulnerable de la tuya para vomitar en ella. Esos que hacen de la intriga emponzoñada su contaminado hábitat natural. Esos que nunca comprenderán que seas tu autocritico más cruel. Esos que desconocen lo que significa levantar la casa de los tuyos con tus propios brazos se encargarán de destruirla. Esos que no te dejan tranquilo con tus propias frustraciones ni aunque te hundas en la miseria. Esos que no saben de miradas emocionadas y sí de sonrisas interesadas. Esos que están ausentes en las batallas pero presentes en las victorias y no se reconocen gritando: "¡¡¡Viva quien vence!!!" Esos que duermen en el colchón de la insidia y la negativa visceral sin dar oportunidad al optimismo más natural. Esos destripadores de sentimientos que acechan en esquinas traidoras para asestarte puñaladas traperas. Esos que socavan la cultura porque conocen que nos hace libres e independientes en nuestro razonamiento.
A esos que no saben que lo pequeño es gratis y
hermoso y la sensibilidad les suena a pecado mortal. A esos que se valen de las
ideologías, de los “ismos” y de las
religiones para enfrentar y atemorizar a los demás y no para forjar felicidad. A
esos incultos, retorcidos e infelices que aleccionan en la vulgaridad para
triunfar con la estrechez de sus miras. A esos que diariamente destrozan y
humillan a la gente inocente, trabajadora, humilde y sencilla negándoles el
pan, el agua y la paz. A esos que matan a quienes no aciertan a defenderse
unidos. A esos imploro, por favor, que paren un momento el autobús de la guerra
que yo quiero apearme. A esos misántropos quiero decirles que nos tienen hartos
y hasta los mismísimos “güitos” de
tanto extender las guerras y el rencor. A esos a los que sólo aventajamos en
suspiros por culpa de la pena que nos provoca ver a niños sin amor, tristes y
desamparados. A esos les digo que los humanos de buena fe renacerán del vientre
de sus bombas portando la bandera de la reconciliación, de la amistad y de la
paz. A los seres honrados, dignos y auténticos, que son mayoría, les aseguro que
vencerán a quienes predican el mal y Cadalso emocionado les abrazará.
Miguel MORENO GONZÁLEZ
Gran relato, aunque también triste emoción nos causa el ver el mundo así, con esas personas y ese egoísmo que llevado al máximo les da lo mismo el otro, amigo, familia, vecino o simplemente ser humano, con tal de elevarse ellos como grandiosos y poderosos por fuera, porque su corazón está podrido y destruido desde el inicio de su vida. Luis M. González
ResponderEliminarPrecioso, Miguel.
ResponderEliminarA.Acuña
Muyyyy bonito y la pura verdad. Feliz jueves artista.
ResponderEliminarJosé A. Álvarez G. de Guzmán
Qué bonito❤️
ResponderEliminarAurora Ferrera Ruiz
Excelente mensaje
ResponderEliminarAurora Ferrera Ruiz
A pesar del desgarro del alma, que muchos compartimos aunque no lo sepamos expresar tan acertadamente, y de la noble indignación que muestras, es un texto hermoso y que define la mediocridad, la estrechez de miras y la mezquindad de los que viviendo de nuestros esfuerzos solo se preocupan de sus muchas veces bastardos intereses.
ResponderEliminarHasta el definir un monumental cabreo te sale bonito..
Pepe Vázquez
Muchas gracias por tan cariñosos comentarios. Muy agradecido. Pero lo importante es que superemos esta mala época.
ResponderEliminarTiempos críticos y difíciles vivimos. Gobernantes Hijos de Putin psicópatas que desprecian la vida y el sufrimiento ajeno y de su propio pueblo. Ojalá aciertes y sean derrotados. Malditos sean mil veces.
ResponderEliminarQué bonito.👏👏
ResponderEliminarMaribel Jimenez