LAS FOTOS HUYEN DEL OLVIDO
Por las fotos no pasa el tiempo. Se congelan eternamente en
el tiempo presente del indicativo. En cambio, por los humanos sí pasa y además
lo hace veloz, inmisericorde. Estamos en La
Alegría de la Huerta (Cañardo). De izquierda a derecha: Miguel, Alfonso “Carolo”, Luisito “Cascarillas” y mi tío político, Pío. Al fondo, detrás de mí,
parece distinguirse a Justo “Agüitas” y el que está a la izquierda de Pío, creo
que es Mariano.
Pío me quería un montón, estaba casado con mi tía paterna
Martina. Ella era una de esas mujeres buenas que quería y enseñaba a querer.
Murió con 47 años de una enfermedad desconocida y nos legó su preciada
enseñanza amorosa. Yo tendría ahí unos 15-16 años y estaba cursando el
bachillerato en el instituto de San Martín de Valdeiglesas. Los veranos mi
padre me colocaba de camarero en La
Huerta, decía que “la vida es dura y
difícil y hay que abrirse camino trabajando en lo que sea.” Eran tiempos
que inclinaban el espinazo y pretendían levantar el ánimo y el corazón…
Desconozco quién nos inmortalizó en esa foto. Estamos
-como buenos cadalseños-, en la barra situada delante de la piscina del Hostal San José, dentro del mismo
complejo de La Alegría de la Huerta
que comprendía: Baile de verano e invierno, restaurante, piscina, hostal,
discoteca, mesón… Permanecí un largo trecho absorto, observando y auscultando
la instantánea que muestra la ternura con la que Luisito “Cascarillas” acaricia la cara de Alfonso; Pío cerca de mí, como
casi siempre, pega un trago a su cerveza mientras en su mano derecha sostiene
un aperitivo y yo -camisa remangada, pantalón vaquero con la parte derecha
totalmente mojada- albergo una mirada incierta, melancólica, mientras sujeto un
“corto” de cerveza aferrándome al instante fugaz del “click” de la cámara.
Sobre la barra reposa una vitrina para preservar los aperitivos y cerca,
extendida, una bayeta Spontex.
El retrato me lo regaló el otro día el hermano de Alfonso
“Carolo”, Eugenio, que es muy amable
y atento conmigo. En realidad no me la regaló, fue una especie de ofrenda,
parecido a esa inmolación que dicen que hacen en misa recordando el sacrificio
de Jesucristo. Ambos, contentos, estuvimos un rato indagando el lugar donde se
tiró la fotografía. Eugenio sonreía y se admiraba: “¡Qué jovencitos estáis mi hermano y tú!” Le recordé que faltaba un
camarero, otro Alfonso. Éramos “quintos”
los tres, un trío veraniego que los fines de semana empezábamos a trabajar los
sábados sobre las 10:00h y terminábamos no antes de las 5:00h de la madrugada
del domingo. Había muchísimo ambiente por aquel entonces en Cadalso.
Todos han muerto, menos Alfonso y servidor. Es Ley de
Vida, nadie escapa a sus designios. Bueno sí, este retrato escapa, huye de esa
Ley para refugiarse en la memoria de Cadalso, como los fotogramas de las
películas inmortales…
Miguel MORENO GONZÁLEZ
Recuerdas muy bien los tiempos idos,congelados en una foto y los haces presente manejando con maestría tus recuerdos ¡Bravo!
ResponderEliminarDiego S. Bustamante
Bonitos recuerdos...
ResponderEliminarJosé A. Álvarez G. de Guzmán
"Las fotos guardan el pasado en tiempo presente". Me ha gustado la frase, es totalmente acertada. Mi vida, así como la de los míos, está plasmada en fotos debido a mi afición por la fotografía, afición heredada, como otras cosas, de mi padre. Siempre me ha gustado revisar fotos aunque se impone la tristeza cuando te das cuenta de que ves más fotos de personas muertas que vivas. Y esta ley va "in crescendo". Como has escrito es ley de vida.
ResponderEliminarUn abrazo, Maestro.
Luis C. Trijueque
Como siempre espléndido y trayendo a mi memoria los veranos en Rozas, también había mucho ambiente en esa época.
ResponderEliminarLas similitudes muchas, las diferencias notables, tú trabajando, yo de veraneante, tú en Cadalso yo en Rozas y tú en La Huerta, sitio que conocí bien como sabes, y yo en la Verbena de Octavio o en la piscina de Víctor. En fin para mí fueron muy buenos tiempos.
Pepe Vázquez
Muy bonitos recuerdos
ResponderEliminarObdulia Cordero Santillan
Precioso el título, lo dice todo. Casi no hace falta leer el resto. Se adivina con ese acertado título.
ResponderEliminarCadalseña
Hermosa fotografía y uno vive de muchos recuerdos Buenas noches Pedro
ResponderEliminarAurora Ferrera Ruiz
Mi tío Luis que pronto se fue😥
ResponderEliminarMerce Montes Garcia
Me emocionan estas cosas
ResponderEliminarMariano
Hermosa fotografía
ResponderEliminarEsperanza De La Cruz García
Así es, que grandes son los recuerdos que permanecen en nuestro corazón y en nuestra memoria, son los que nos hacen reir, llorar, sufrir, amar... cuando esos recuerdos afloran de nuevo, gracias a una foto, un comentario, una persona que nos cruzamos o al observar un lugar. Como decía Jean Paul "El recuerdo es el único paraíso del cual no podemos ser expulsados".
ResponderEliminarLuis M. González
💯👏👏👏
ResponderEliminarMarian Roman Garcia