En un lugar de Cadalso, atardece un día más.
Una tarde fría del mes de diciembre, un paseo corto para sentir la magia del momento y escuchar el silencio, un silencio que se introduce dentro y te anima seguir, a pronunciar palabras que se convierten en el único murmullo de la tarde noche que ya se aproxima. Es tarde, un poco tarde, el sol se apaga pero aún no está oscuro, pronto llegará la cegadora noche y con ella más frío y menos murmullos, aunque para entonces el paseo se habrá acabado. Cualquier lugar te puede sorprender en Cadalso, sólo hace falta que tú te encuentres dentro de ese lugar, esta vez fue bajando de El Piquillo, pero podría haber sido cualquier otro, todos son igualmente maravillosos, como Cadalso. Buenas Tardes.
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Buen atardecer de Cadalso. Bien Zorro
ResponderEliminarMariano
💖💯
ResponderEliminarLoren Alfonso Jeronimo
Qué bonito❤️ Buenas noches Pedro Cadalso me llena de alegría
ResponderEliminarAurora Ferrera Ruiz
Los atuendos de las flores
ResponderEliminarpor el frío ennegrecidos,
han perdido sus olores
y con ellos sus colores
hibernan descoloridos.
En el techo de Buvera
la niebla cubre a la piedra
ascendiendo volandera,
sinuosa en forma artera
y a la Peña no la arredra.
Qué bonito❤️
ResponderEliminarEsperanza De La Cruz García
Engolfado en las lecturas
ResponderEliminarde versos de Blas de Otero:
Me perdí las chaladuras
y acrobáticas diabluras
de un coche en Navalcarnero.
Las penas nos acongojan
encerradas en la casa,
y con nosotros se enojan
si guardadas, no se arrojan,
a la calle a ver qué pasa.
Siguiendo un itinerario
por mis pies establecido,
en Parnaso está el salario
de mi quehacer diario
de arbolado agradecido.
¡Cristo del Humilladero
por Cadalso decantado!,
anclado sobre el madero
símbolo imperecedero
por Cadalso, tú has, optado.
CORUCHO NAZARENO
Postrado ante ti de hinojos
siendo esqueje de tu tallo,
ni te oculto ni te callo
que aguados tengo los ojos.
Mis pecados no son flojos,
mas tú, que nos amas tanto,
con los pliegues de tu manto,
dosel sobre Cenicientos,
aleja padecimientos
enjugándonos el llanto.