No pasó nada grave..no?... espero...José Antonio Álvarez Gallego de Guzmán
No, se fracturó los dos tobillos en una caída.
Pedro Alfonso Bueno, no es mucho... dentro de lo que cabe..., Gracias p.tordo.José Antonio Álvarez Gallego de Guzmán
Ahora vienen muchos a escalar a la PeñaMariano
Crecen limando asperezas,las peras y las manzanas,en Parnaso con cerezassoportando las lindezasde zarzales tarambanas.La antigua Hispania, agoniza.La vieja España, se muere.Sí, la crisis se agudiza,y el tribalismo la atiza y el Parlamento la hiere.EL ZARZALProlifera en el burgo abandonado,en campos que son presa de la incuria,y al lar de España sin pudor injuria,metástasis del cáncer no extirpado.Le dejan avanzar descontrolado,perturba el día a día con más furia,sumiendo más y más en la penuriaal páramo boscoso ya intrincado.Se extiende inexorable en telaraña,y con sus dientes insaciables hilael tejido urdidor de su maraña,Los mueve, los agita, los afilaamenazando la unidad de Españay en saltos al vacío la horripila.Sus trebejos montañerosperfectamente apilados,conocidos por senderospor rocas y, por calveros,mantiene Pedro ordenados.
No pasó nada grave..no?... espero...
ResponderEliminarJosé Antonio Álvarez Gallego de Guzmán
No, se fracturó los dos tobillos en una caída.
ResponderEliminarPedro Alfonso Bueno, no es mucho... dentro de lo que cabe..., Gracias p.tordo.
ResponderEliminarJosé Antonio Álvarez Gallego de Guzmán
Ahora vienen muchos a escalar a la Peña
ResponderEliminarMariano
Crecen limando asperezas,
ResponderEliminarlas peras y las manzanas,
en Parnaso con cerezas
soportando las lindezas
de zarzales tarambanas.
La antigua Hispania, agoniza.
La vieja España, se muere.
Sí, la crisis se agudiza,
y el tribalismo la atiza
y el Parlamento la hiere.
EL ZARZAL
Prolifera en el burgo abandonado,
en campos que son presa de la incuria,
y al lar de España sin pudor injuria,
metástasis del cáncer no extirpado.
Le dejan avanzar descontrolado,
perturba el día a día con más furia,
sumiendo más y más en la penuria
al páramo boscoso ya intrincado.
Se extiende inexorable en telaraña,
y con sus dientes insaciables hila
el tejido urdidor de su maraña,
Los mueve, los agita, los afila
amenazando la unidad de España
y en saltos al vacío la horripila.
Sus trebejos montañeros
perfectamente apilados,
conocidos por senderos
por rocas y, por calveros,
mantiene Pedro ordenados.