El día 8 de septiembre comenzaban a poner la verbena en Cadalso. Era colocar las
cadenetas, dejar las calles adornadas y comenzar a llover sin venir a cuento. “Siempre llueve cuando la ponen”, decía
mi tía Valen que vino desde Madrid a las Fiestas. ¡Qué pena nos daba a los
niños! En puridad, era nuestro primer regalo festivo: Esas banderolas de papel
(ahora son de plástico) que se desgarraban cuando llovía te dejaban triste,
desilusionado. “¿Si el Cristo es bueno,
porqué nos hace esto…?” Toda la mañana mirando embelesados hacia arriba,
viendo cómo las colgaban y observando la preciosa conjunción del cielo
septembrino cadalseño con los adornos: “Mama,
me duele el cuello…” “No me extraña.
Seguro que habéis estado mirando abobaos la verbena… Ven que te dé un poco de
agua con sal en el cuello…” Y mi padre, con risa mordaz, sentenciaba: “¿Te dan de comer a ti las banderitas? Si
estuvieras trabajando como yo lo estaba a tu edad, no te dolería el cuello, te
dolería el alma...” Siempre comparando todo con el trabajo. ¡Qué pesados
los mayores! Pero claro, entre el trabajo y el hambre se les pasó la infancia y
la adolescencia sin ese humilde y preciado regalo festivo. “¡¡¡Mira Moisés, mira la verbena y el cielo de
tu pueblo!!!”
Estas de 2021 son como unas “medias Fiestas” (que se lo digan a las peñas…), estamos mucho mejor que en 2020 pero aún no hemos alcanzado la plenitud de 2019. Salieron puntuales los gigantes y cabezudos para disfrute y deleite de los más peques que son la alegría de Cadalso. Subía Tórtolas en bici cuando mi sobrino, Daniel Moreno, actual Presidente de La Muñana, me manda un guasap comunicándome que estaban depositando el tradicional ramo de flores en la tumba de nuestro fundador muñanero, José Alfonso Rodríguez (un abrazo para su hermano Juan). Le contesto: “Cuando sobre la faz de la Tierra casi no exista vestigio humano, producto del odio que nos profesamos, siempre habrá un muñanero que, aún arrastrándose, depositará cada 13 de septiembre un ramo de flores blanquiazules sobre su lápida. Y lo hará al arrullo de las escasas criaturas que pululen por el camposanto y del canto de los pocos jilgueros que allí queden. Las Peñas Cadalseñas ofrecieron el viernes 17, un sobrecogedor homenaje en la plaza de toros a quienes se fueron. Las palomas remontaron veloces el vuelo para llevarles buenas nuevas del pueblo.
Decía el cantante Roger Miller: “Algunas personas caminan bajo la lluvia, otras simplemente se mojan (y
la mayoría se van al bar…)” Iniciándose la tarde del Día de la Pólvora llovía a intervalos. Esas treguas nos permitieron
ver el impecable desfile de la Unión Musical de Cadalso y recrearnos con una
bonita colección de fuegos artificiales. En cambio, el agua no dio opción a que
actuara el grupo Atlántida anunciado para esa noche en La Corredera. Tampoco
hubo Pregón ni Chupinazo debido a las restricciones del virus sin corona. ¿Qué
hicimos entonces? Pues añadir a la bonita frase de Miller una tercera opción: “Y la mayoría se van al bar…” Nos
recorrimos algunos bares cadalseños que durante toda la Función soportaron con estoicismo,
simpatía y cariño nuestra alegría. No siempre discreta, todo hay que decirlo.
Cañardo, Moncho, Manhattan, Transilvania, Floren, Popes, La Corderita, Mariano,
La Escalera… Ellos no nos amargaron el trago; al contrario, dejaron que su
comprensión inclinara nuestros vasos sucumbiendo al entusiasmo.
El Día del Cristo no dejó de llover torrencialmente. Todos los actos programados fueron suspendidos. En Cadalso no tenemos remedio: Si sucede algo malo bebes para olvidarlo, si es bueno bebes para celebrarlo y si no sucede nada bebes para que suceda. ¡Y sucedió…! Aparecen Nieves, Feli, Luisa, Raquel, Justo, Daniel, Ángela, Justito (gran estudiante), Candela (futura bella rejoneadora), Miguel, Berta, María Luisa, Miguel primo… Y nos hacemos fotos. Retratos que al mirarlos tiempo después sacudirán nuestro corazón con un latigazo emocionado. En La Corderita recordé con el sanantonero Bartolo episodios que sucedieron en nuestra humilde calle San Antón. Llegó un momento que nos pudo la emoción de la pobreza de aquellos años. Volvimos a ser esos adolescentes que inaugurábamos, trabajando y sin prisa, el paso por la vida. Luego, toda la tarde con Paloma en Cañardo acompañados de nuestro hijo Miguel, “El Cadalseño”, Cristina… Como todos los años no me faltó la enriquecedora conversación con mi paisano Joaquín Moreno, “Piquillo”. Me regaló una medalla del Patrón de Cadalso, hace algunos años hizo lo propio obsequiándome con un platito dorado con el nombre del Patrono. Él bien sabe que le profeso un afecto ateo y sincero. La hora del cierre de los bares nos pilló en La Escalera. Paloma (¡con cuánta ternura me soporta!) me conminó a abandonar mi resuelta determinación de seguir abrevando. Salimos y en la calle del Cuerno nos encontramos con Pedro Alfonso. Él me contó una noche del porqué de ese nombre, no en vano es el cronista por antonomasia de todo lo cadalseño. Llueve mansamente. Las luces amarillas chocan con las banderitas mojadas y rojigualdas. El viento provoca un rumor mimoso. Surgen destellos desconocidos que confieren al entorno una tonalidad conciliadora. Las sombras aterciopeladas de la Muñana (la de granito), se apuntan al espectáculo. ¡Qué magia conmovedora tiene este pueblo!
El jueves 16 amaneció soleado. Aprovecho y me voy a montar en bici para sudar toxinas. Me pilla una tormenta y me pone como un cristo. Llego a casa tiritando y oigo al móvil dar sus últimos estertores mojados. Y no dijo más… Se queda buena tarde, algo fresca. La Corredera se inunda de cadalseños deseosos de música. Saludamos a Mari y Juan Antonio (Viveros Cadalso), siempre atentos con nosotros. Nos invitan Juan Ramón Carrillo y su mujer a sentarnos con ellos. Siento gran aprecio por mi paisano Juan Ramón, además fuimos durante varios años compañeros en el ministerio. Hubiera sintonizado perfectamente con mis compañeros de antes y después: Pepe, Trijueque, Canellada, Carlos, Sofía, Elena, Susana, Paquita, Rubio… Hombre afable, simpático, emprendedor… Fue un adelantado como innovador vitivinícola en Cadalso. Como nos apreciamos disfrutamos conversando los cuatro y viendo la actuación del cantante Óscar Recio. Con él actuaron unos bailarines muy compenetrados que nos hicieron vibrar danzando al ritmo de “Carmina Burana”, de Carl Orff y “La boda de Luis Alonso”, de Gerónimo Jiménez. En la mesa contigua Vero, Juan, Mila y su marido se contagiaron de la música, de sus cuerpos brotan ritmos, de sus caras felicidad. Divisé a Richard Pickers, “Un oriundo de Cadalso”. Su bonhomía y sus fotos son sus mejores cartas de presentación. Fotografía a Cadalso, a cadalseños y visitantes sin descanso durante todos los días festivos. Quedarán pruebas inmortales de expresiones melancólicas y sonrientes que atestiguarán que pasamos por aquí. Él, junto a Rafa Carlevaris y Pedro Alfonso "Zorro Corredero", legarán para el futuro un imprescindible documento gráfico e histórico de este lugar.
Llega el viernes 17 y vamos a San Martín a comprar un móvil. ¡Qué cosas! No sé vivir sin móvil después de más de 50 años sin él. Pero bueno, todo tiene su parte positiva, como el mensaje en Facebook de La Peña Muñana citándonos a las 20:00h en La Huerta. Después de dos años sin la alegría desbordante de las peñas en nuestras calles, La Muñana vuelve a ser la pionera de una revolución de alegría recuperando la música y con ella nuestra esencia más íntima y querida, esa de divertirse, divirtiendo. La charanga Los Imparables ocupan la terraza de “Scargot” y… ¡Comienza el espectáculo! aunque solo sea durante un par de horas. Estamos todos: ausentes, presentes, veteranos, niños, hombres, mujeres, ricos, pobres, buenos, malos, cadalseños, forasteros, sanos, achacosos… Brazos al viento, saltos, risas, jolgorio y vasos, muchos vasos… ¿Pero de dónde salen tantos vasos en este pueblo? No me lo explico. Cientos de camisas a cuadros y del resto de las peñas (Los Demás, Cadalseñas, Colegas…) anuncian que superamos la tristeza para adentrarnos en la esperanza. No todo está conseguido y las mascarillas así nos lo recuerdan. Pero es tan bonito después de tanta pena… Moisés levanta los bracitos con sus puños cerrados mientras le sostiene su abuelo paterno. ¡Qué majo y que bien le está su camisa muñanera! Su abuelo materno aún conserva y utiliza la del año fundacional, 1976. Matices parecidos, idéntico amor a estos colores. Jose aparece raudo con el azul de su camisa más obscuro. Va a unirse con mis sobrinos, con azul más claro, Luna y Martín. No se puede explicar un sentimiento sin antes estar imbuido de él. El niño Moisés necesita recuperarse del esfuerzo y Berta le lleva a casa a descansar, mientras Moisés padre alarga un poco más la jornada de garito en garito, de amigo en amigo. La noche acompaña y contemplamos a la orquesta Jenasan mientras libamos y charlamos en compañía de Isabel, Moisés (abuelo), Diana, Sandra, Alma, Cástor.
El sábado 18 asistimos a las 13:00h al primer coloquio
taurino organizado por la Asociación Taurina Cultural Cadalso. Lo modera
magníficamente su presidente Alfredo Escudero. Asisten los lidiadores del
viernes y los que actuarán esa misma tarde acompaños del mayoral de la
ganadería. Notables intervenciones orales de los aficionados cadalseños “Guti”, Andrés Carrillo, Roberto Cordero
y Jorge García. Reitero -una vez más- que es un privilegio contar con estos
debates que nos ilustran sobre lo acontecido –y lo que está por acontecer- en
nuestra plaza de toros. Mi felicitación sincera por divulgar altruistamente
este desolador arte. A esa misma hora se solapó este coloquio con el concierto
de la Unión Musical de Cadalso que congregó a gran cantidad de melómanos
cadalseños. Disfrutamos con el virtuosismo de sus componentes dirigidos con
maestría por su director, Alberto Merchán. La noche la amenizó en el lugar de
costumbre la orquesta Jeimi, y en las
expendedurías de licores acostumbradas debatimos sobre lo divino y lo humano,
sin olvidarnos de lo efímera y caduca que es esta vida. Alguna vez me miraron con pícara ternura: Jose “Peque”, Vicente Álvarez, Jesús López,
Antonio Muro, Carlos y Fernando “Socorristas”,
Paco “Segoviano”, Pedro Cordero, Ignacio
“Colowall”, “Willy”, “Valvulina”, “Piñas, Antonio “Maca”… Anhelaba
prolongar con ellos ese instante que se nos iba inexorable, entre sorbo y
sorbo, por el sumidero de la existencia. Son buenas personas, algo bohemias, “delicatesen amistosas”, diría mi hermano
Justo.
El domingo 19 se ponían fin a estas fiestas que se alargaban desde el lunes 13. Hablo con la familia que me voy encontrando por la calle. Me río con mi sobrino Álvaro recordando lo sucedido en el tendido la tarde que actuó Morante de la Puebla en Navalcarnero. Los niños disfrutan con la espuma que generosamente inunda La Corredera. Tomamos el aperitivo con dos buenos amigos cadalseños y sus mujeres, Mariano Vicente y Luis Miguel González. Qué agradable es alternar y charlar en tan placentera compañía saboreando la amistad.
Antonio Acuña me remitió una foto en compañía del torero Juan José Padilla en La Huerta. Recordé su solicitud de días antes: “No se te olvide escribir la croniquilla festiva.” Su aliento, su ánimo, su felicitación, jamás me han faltado… A la salida de los toros recuperamos fuerzas en Transilvania, Elena es un dechado de amabilidad. Paseamos por los puestos de regalos y al reclamo peñista entramos en Cañardo: Isaac es un muñanero entusiasta, responsable e incansable. Departo, por primera vez, con Héctor. Referimos lo que fue La Muñana, lo que es y las vicisitudes pasadas y futuras. Él quería saber más de su historia y sus orígenes para quererla más e inculcárselo a los nuevos. La Muñana –le dije- es una mezcla de alegría y de sentimiento, como Cadalso, son virtudes que forman parte inseparables de ambos. Me pareció un muñanero valioso, integrador y con ganas de trabajar por ella. Tenemos que seguir hablando porque el pasado y el presente nos enriquecen, como bien saben Paco “Pirata”, “Coque”, mi hermano Jose o Felipe Cartas, entre muchos más. Sin olvidar a las mises y a María Antonia que con su simpatía y cariño hacen “patria muñanera”.
Este año las Fiestas comenzaron en lunes y fueron más largas para hacer coincidir su final con el fin de semana. Reconozco que soy partidario de no moverlas de sus fechas tradicionales, pero si se les quiere dar mayor realce es obvio que el fin de semana lo favorece. El 13 de septiembre ya han comenzado los colegios y han acabado las vacaciones de los adultos. Si a ello unimos que suele hacer mal tiempo, muchas ilusiones se ven truncadas y los bares, restaurantes, comercios, peñas, espectáculos festivos varios, visitas turísticas y festivas… se resienten. Además de que muchos cadalseños ausentes y los residentes de fin de semana se quedan sin disfrutarlas. La programación festiva ha sido, en mi opinión, acertada y variada; facilitó que los dos días que quedaban en medio (miércoles y jueves) no aparecieran “aislados o en tierra de nadie”. Lamentablemente llovió hasta el jueves y ello deslució mucho el darle continuidad festiva a toda la semana. A diferencia de otros años, los infantes tuvieron dónde elegir: Dinosaurios, Star Wars, espuma, encierros… Y, al final, ellos arrastran a toda la familia a poblar nuestras calles del necesario ambiente festivo. Habrá opiniones distintas, yo expongo la reflexión que hice cuando oí el debate que se generó al respecto. Además, tampoco ha de ser muy difícil recabar por escrito la opinión de los vecinos y obrar en consecuencia. Las fiestas siembran recuerdos. Las cosas no son como las vemos sino como las recordamos. Si no tienes recuerdos parece que no has vivido…
Y ahora… ¡a los toros! El Ayuntamiento ejerció de empresa
y confeccionó una muy lograda Feria Taurina dando cobijo a los XXI Trofeos
Taurinos de Cadalso (XVIII Racimo de oro). Ganaderías de prestigio, de las que
gustan a los aficionados, y novilleros en sazón. Hubo sus matices que se
valoran según con el cristal subjetivo que cada uno los mire. Para mayor
información de la Feria Taurina podéis consultar distintos “portales taurinos”,
el que adjunto es el que mayor espacio le dedica: http://infotauro.com/dos-orejas-y-rabo-para-la-valentia-de-fonseca-y-tres-orejas-para-el-temple-de-miguel-aguilar/ Este resumen festivalero se
inició a finales de los ochenta, su razón de ser era verter mi opinión sobre
los festejos taurinos. Con el advenimiento de Internet comprendí que la
inmediatez de la información era más importante y preparada que lo que yo escribiera. Por eso, desde hace años le
dedico mayor relevancia a lo social-festivo que a los espectáculos taurinos en
sí. Actualmente me limito a dar las reseñas escuetas con alguna pincelada para no perder esa tradición
que los años traicionan.
La novillada del Día del Cristo se aplazó por la
incesante lluvia. Era (es) mi favorita porque la ganadería está en un momento espléndido.
Se dará el próximo 24 de octubre y acompañará a la final del Primer Circuito de
Corridas de toros de la CAM, que tendrá lugar en nuestra plaza el día 23,
televisada y con toros de José Vázquez y Adolfo Martín. El cartel lo componían
seis novillos de “Montealto” para Álvaro Alarcón, Sergio Rodríguez y Daniel
Pérez. Mucha suerte para todos el día 24.
El 17 hubo una clase práctica sin muerte de los becerros
de Blanca Hervás de Villa del Prado. Torearon los cadalseños Ignacio García y
Arturo Sánchez, junto a Álvaro Bravo y Guillermo “Niño de la Sierra”. Nacho toreó
al natural con largura, temple y colocación; transmitió autenticidad a sus
paisanos que le aplaudieron entusiasmados. Arturo destacó en el toreo a la
verónica, el lance de mayor fundamento, verdad y belleza de los de capa. Arturo
lo interpreta con pureza, compás abierto y haciendo repetir al bicho
trayéndoselo toreado gracias a su mano izquierda que sabe retenerle para que
repita. Los cuatro son dignos de admiración. Sólo son jóvenes aficionados que
han sentido la llamada del torero en esta época en la que la mayoría de los
chavales están en cuestiones más prosaicas. Nos hacen ver la importancia de su
vocación ante tanto ataque virulento e injusto de quienes antes que respetar,
denigran sin poseer razón veraz.
La tarde del 18 se corrieron novillos de Adolfo Martín.
Al quinto le dieron la vuelta al ruedo que casi nadie pidió (¿). Carlos Olsina,
silencio con dos avisos y pitos. Miguel Aguilar, oreja y dos orejas e Isaac
Fonseca, silencio con aviso y dos orejas y rabo. Bien los banderilleros Juan C.
Rey y Tito Robledo. Novillada desigualmente presentada, desilusionó a muchos
aficionados, dio un juego más propio de ganadería comercial que de una encastada.
La presidencia fue excesivamente dadivosa otorgando trofeos. Contrastó con el
rigor que venía manteniéndose en el palco en pasadas temporadas. Pienso que si
se quiere prestigiar a la plaza y al Racimo de Oro, las cosas han de hacerse
con seriedad y firmeza, buscando premiar lo bien ejecutado, no el triunfalismo
desbocado de un público triunfalista. Todo el esfuerzo que se hace en la confección
de una Feria de categoría no puede rebajarse con tanta liberalidad. Será que se
dan tan pocas novilladas que se pierde
la perspectiva…
La jornada del 19 saltaron a la arena novillos de
Baltasar Iban, al segundo se le “regaló”
la vuelta al ruedo. Estuvieron mejor presentados que los de Adolfo pero el
juego fue muy parecido. Mucho más esperaba de ellos. Les hicieron frente: Jorge
Martínez, silencio con aviso en ambos. Jordi Pérez, dos orejas con aviso y
silencio. Manuel Perera, oreja y dos orejas. La presidencia siguió la línea orejófila trazada el día anterior… Se comprende
y se disculpa la falta de rodaje y experiencia de los novilleros. Deben
entrenar muchísimo la suerte suprema y no alargar tanto las faenas. Hay escasez
de festejos, torean poco y esperaremos a verlos más adelante. ¡Ánimo a todos! A
destacar, por lo demás, la buena organización, el eficiente personal de plaza y
el esfuerzo realizado por la Alcaldesa en la consecución de un ciclo de
prestigio que está poniendo a Cadalso en la vanguardia taurómaca. Enhorabuena a
las alguacilillas por su desfile
encabezando la Comitiva Presidencial y el bonito despeje de plaza. De raza les
viene…
Ya todo pasó y Javier López acaricia las cadenetas de las
calles. El otoño nos ofrece ahora un ramo de hojas doradas. Nos trae también ese
aire de nostalgia parecida a las tardes de domingo. Y la lluvia nos engaña,
parece agua y son recuerdos mojados por la emoción. Y es que en otoño nos
hablan los seres que hemos perdido (mi madre lo sabe muy bien). Retornaré a
esas playas otoñales para ver la delicadeza de las mujeres observando el mar…
Miguel
MORENO GONZÁLEZ
Qué bonito❤️
ResponderEliminarAurora Ferrera Ruiz
����������...Largo es si... A la par que precioso y emocionante...y al que le guste que la gente como tú escriba, para un mañana (y nunca mejor dicho) sobre nuestras fiestas...le encantará... como lo has hecho conmigo. Gracias artista...y si..te miré...y con todo mi corazón. Un abrazo.
ResponderEliminarJosé A. Álvarez G.de Guzmán
Parece imposible, pero cada año te superas...
ResponderEliminarAntonio A.
Muy bien detallado y muy bien explicado Miguel.
ResponderEliminarMiguel Álvarez C.
Bonito recuerdo, como siempre, embelleciendo nuestro querido Cadalso y sus gentes.
ResponderEliminarLuis M. González
Si señor como siempre y espectacular la crónica de las fiestas a la que ya nos tienes acostumbrados
ResponderEliminarNo dejas ni un detalle ni un nombre si mencionar aunque no estés en Cadalso parece que si lo estás y con lo bien que lo cuentas parece que lo estás viviendo como si estuvieras alli
Maravillosa crónica de las fiestas. Celebro que hayas gozado de los festejos de Cadalso. Y es que, creo yo, que entre todas esas cosas inútiles que circulan por las venas (léase hematíes, leucocitos, plaquetas...), por las tuyas también corren la Muñana, las calles y gentes de Cadalso, los que son y los que han sido, sus campos, tus recuerdos cadalseños, las sensaciones, las alegrías y las penas, y, en definitiva, todo aquello que hierve en tu interior. Y lo mejor, después lo escribes y describes para compartirlo generosamente con los que lo leemos.
ResponderEliminarGracias y un fuerte abrazo.
Luis C. Trijueque
Casi se viven las fiestas contigo y se saborean copas, cañas, conversaciones y sentimientos. Los amigos y familia que nombras nos resultan tan próximos como si fueran nuestros aún sin conocerlos.
ResponderEliminarGracias por la mención.
Pepe Vázquez
Bonito relato para el deleite de quien te seguimos en tus escritos.
ResponderEliminarCariñosas palabras para todos los que nombras.
Un beso fuerte y muchas gracias por tus relatos.
Sigue escribiendo.
Un abrao
Raquel
Muchas gracias Miguel por compartirnos y relatarnos lo que reflejan tus actos en tales fechas año tras año. Haces que leyendo nos metamos en tu piel y lo viviéramos como si fueras tú en cada párrafo igual que si estuviéramos leyendo un libro. No todo el mundo tiene ese don te felicito. Un abrazo muy grande de tu amigo y alumno muñanero.
ResponderEliminarIsaac (Pulseritas)
Bonito y emocionante enhorabuena Miguel
ResponderEliminarLos recuerdos son maravillosos y lo que viviste te hizo ser quién eres. Muy bonito.
ResponderEliminarIsa
Felicidades y sigue con tus escritos que son especiales.
ResponderEliminarAlfonso
Muy agradecido por vuestros cariñosos comentarios. Intentaremos seguir contando cosas de Cadalso y sus gentes para que las generaciones futuras sepan cómo vivíamos y sentíamos a nuestro pueblo. Y un recuerdo muy sentido para todos aquellos que nos han dejado y que compartieron con nosotros la alegre tristeza de vivir...
ResponderEliminarSensacional crónica. Muy adjetivada, cargada de emoción y veracidad.
ResponderEliminarGracias por los más 30 años dedicados a la elaboración de esta preciosa crónica.
Mi más sincera enhorabuena, amigo.