EL
HUERTO DEL RECUERDO Y DEL AMOR
Siempre me sorprendió tu privilegiada
memoria, aquella en la que almacenas ordenada y cariñosamente todas las
vivencias de nuestra época adolescente. Para una persona tan dada a la
nostalgia como yo, comprenderás que una de las cosas que más me sigue uniendo a
ti es poder compartir en momentos muy determinados los recuerdos de entonces.
Nunca imaginé haber vivido tantas peripecias contigo hasta que te las escucho
contar alegre en sus más nimios y pormenorizados detalles. Supongo que ello se
debe a que todo lo que vivíamos lo hacíamos hacia dentro, buscando el núcleo,
el néctar de nuestra identificación sin pararnos en la corteza superficial de
cualquier relación al uso.
Soseguémonos, parémonos un momento en el
umbral del día a observar. Mi padre, después de hacer las labores al huerto,
siempre se dedicaba un momento a contemplar los progresos de las plantas: "Y ahora vamos a mirar",
decía, y recorría feliz y satisfecho cantero a cantero, surco a surco, el
fascinante espectáculo de la vida y la Naturaleza. Si humildemente también
nosotros hacemos lo propio, advertiremos sorprendidos que cada día sigue
ofreciéndonos oportunidades para la amistad, el amor o la mágica ceremonia de
las estaciones irrumpiendo apasionadas en nuestras mentes. En ocasiones -es
verdad- parece como si éstas cosas gratas vinieran ocultas dentro de una mina
con subterráneas galerías de prisas, reproches e intereses bastardos, pero hete
ahí que nosotros ejercemos de honrados mineros obligados a separar el oropel
del oro. Concedámonos la oportunidad de seguir queriendo y, si es necesario,
trasladémonos a las excavaciones de la infancia. Allí encontraremos la veta
buena del amor, ese filón que tanto necesitamos y que tú conmovedoramente me
descubres cada vez que nos encontramos en las noches cadalseñas. ¡Ah!, no
olvides que la conquista de la mujer querida, también se cobra su dosis de
esfuerzo y dolor que el amor agradecido sabrá recompensar.
Miguel MORENO GONZÁLEZ
La vida está hecha de recuerdos 🥰🥰
ResponderEliminarAntonia Frontelo Morales
Que bonito Miguel, me quedo con el gozo intelectual de leerlo sin mayor análisis. Enhorabuena.
ResponderEliminarPepe Vázquez
Y probablemente la cesta la haría mi padre
ResponderEliminarManuel Recamal Garcia
Seguro, porque mi padre la compraba las cestas de la vendimia y otras más pequeñas a Manuel Recamal de Cenicientos.
ResponderEliminarEfectivamente el mismo, también yo de pequeño fui con mi madre a venderlas a Cadalso
ResponderEliminarManuel Recamal Garcia
Que rico todo
ResponderEliminarLucia Lop
la sencillez y el buen hacer de las personas mayores
ResponderEliminarConsuelo Ajenjo
Buenas noches Pedro feliz noche como te vas a poner,
ResponderEliminarAurora Ferrera Ruiz
Hola Pedro siento no haberte conocido personalmente a tu hermana si la vi ,espero que cuando vuelva a Cadalso sea por otro motivo . Me gusta mucho las fotos y recuerdos que pones en el Facebook perdona no te e dicho que soy Aurelia hermana de Carmen gracias
ResponderEliminarAurelia Moreno Buades
Hola Aurelia, espero que la próxima vez que visites Cadalso nos podamos conocer. Gracias por el mensaje.
ResponderEliminarUn saludo.
Pero ahora que recuerdo hablé contigo en el tanatorio, también con tu hermana. Tal vez no sabías que era yo.
ResponderEliminarPedro Alfonso pues seguro
ResponderEliminarAurelia Moreno Buades
Pedro b noches, tampoco te conozco personalmente. A tu tía la hemos visitado varias veces porque, mi amado esposo QDEP le quería mucho. Ese BODEGON de productos del campo, me trae muchos bonitos recuerdos .
ResponderEliminarMaria Eugenia Blázquez Bascuas
Cuando vuelvas por Cadalso ya nos conoceremos. Muchas gracias y un saludo.
ResponderEliminarPedro Alfonso Si duda alguna. 💖
ResponderEliminarMaria Eugenia Blázquez Bascuas
Buenas noches que tengas un felíz descanso
ResponderEliminarMaria Cristina Fuentes Rojas
Que rico
ResponderEliminarEsperanza De La Cruz García
Buenas mi primo llegando con su pluma al corazón me traen recuerdos de mi abuelo doloroso junto con mi tío usé vendían sus hortalizas que previamente las compraban en villa del prado un saludo para mi primo Miguel y otro para ti cracias
ResponderEliminarQue buenoo
ResponderEliminarClara Perezagua Lopez
Que bueno es tener presente esos recuerdos, porque al final son cosas de nuestra vida y como comparas con las cosas del huerto, cuando a esas personas se las cuida pasa como con la siembra siempre nos dan ellos más que lo que nosotros aportamos, solo falta un poquito de amor, el preocuparse por el otro, algo tan simple y que tanta falta hace en el mundo de hoy día, ya que vamos hacia un mundo individualista y solitario.
ResponderEliminarLuis M. González
Vieja estampa pueblerina,
ResponderEliminarveraniega y cotidiana,
el tenderete en la esquina
parroquiana una vecina
y me falta, la romana.
LOS SURCOS DEL TOMATE
Son los surcos del tomate
cuando lo aroma el verdín,
babilónico jardín
que tengo en un acirate;
y he formado un arriate
que dulcifica mis ojos,
del que huyendo los abrojos
ven a plantas que amamantan,
acunan, besan y cantan
a sus tomates tan rojos.
El ojo del amo engorda el caballo...
ResponderEliminarJosé Gabriel Storch de Gracia
Saludos❤️
ResponderEliminarAntonio Moreno De Francisco