Calle Mayor de Madrid
En la madrileña calle Mayor esquina a Milaneses, aparte de este bello edificio y la tranquilidad que nos ofrece la solitaria bici, existe algo que llama la atención de muchos y que casi todos desconocen…..sabes qué es? Mañana la solución. Cosas de Madrid. Buenos Días.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Buenos días Pedro preciosa fotografía Enhorabuena ❤️ eres un crack. feliz fin de semana ❤️
ResponderEliminarAurora Ferrera Ruiz
Bonito edificio
ResponderEliminarClara Perezagua Lopez
A primera vista nada hay interesante o extraño, salvo la buena imagen de la calle Mayor.
ResponderEliminarCarmen.
Serán las estatuas de animales que están en los balcones del ático
ResponderEliminarLucia Lop
Yo si se lo que es, y tú lo sabes, un abrazo amigo
ResponderEliminarJuan Jose Villalba Rodriguez
Siii, lo sabemos ambos porque estábamos juntos....aquel día
ResponderEliminarFeliz día un abrazo
ResponderEliminarChelo Villarin Recio
Buenos días
ResponderEliminarPilar Calvo Villarín
Pedro Alfonso cómo siempre un placer
ResponderEliminarJuan Jose Villalba Rodriguez
Placer compartido amigo.
ResponderEliminarBuenos días Pedro ,feliz fin de semana, muy bonito edificio !!!
ResponderEliminarM Carmen Carretero
Muy cerca fue mi primer trabajo en el año 1975
ResponderEliminarEmilio Banderas González
1965
ResponderEliminarEmilio Banderas González
Más de un café tome en esa cafetería
ResponderEliminarEmilio Banderas González
Aquí en San Martín también tuvimos una cafetería con ese nombre
ResponderEliminarEmilio Banderas González
Feliz día🥰
ResponderEliminarFlor Salgado Cembranos
Feliz día
ResponderEliminarMari Feli Pérez Fermosel
Buenas tardes Pedrito bonita la calle Mayor de Madrid 🌞❤️👏👏
ResponderEliminarDolores Saez Canoyra
Ángel caido
ResponderEliminarRichard Pickers
Seguro....no está en el Retiro?
ResponderEliminarala de la primera a la última
ResponderEliminarAurora Ferrera Ruiz
Pedro, creo que es la estatua que hay en la azotea del edificio. Todos los días la veo cuando salgo de casa.
ResponderEliminarVidal Fermosell Jimenez
Calle Milanenses, a continuación la calle Santiago, y en la iglesia del mismo nombre, es donde empieza el camino de Santiago en Madrid.
ResponderEliminarVidal Fermosell Jimenez
Así es Vidal, en la iglesia de Santiago comienza el Camino. Ultreia!
ResponderEliminarMuy bonito y logrado Pedro. El accidente aéreo . Un saludo
ResponderEliminarJose Antonio Garcia Escudero
Por ahí. por ahí va el tema.
ResponderEliminarPedro, ahora vas de acertijos.... Tocas todos los palillos, jajaja, jajaja
ResponderEliminarElena Rojas Mayor
Todo sea por mantener la creatividad del ZC.
ResponderEliminarMe gustas, nos informas, nos entretienes, haces fotos fantásticas, quieres a tu pueblo, lo infinito..Un buen montañero que disfruta de la VIDA...
ResponderEliminarElena Rojas Mayor
Cuantos halagos Elena, total lo único que hago es compartir lo que a mi me gusta y con lo que disfruto. Una pena no habernos conocido en la época que visitabais Cadalso, alguna montaña habríamos subido y unas cuantas charlas no hubiéramos echado Muchas gracias.
ResponderEliminarRichard Pickers
ResponderEliminarCreo que esa obra, es el Accidente aéreo. Así lo define su autor.
Vidal Fermosell Jimenez
Buenas tarde, hermosa edificación, me gustaría saber el año de su construcción, muchas gracias, un saludo a la distancia, todo muy limpio, impecable.
ResponderEliminarMarina Sosa
Marina Sosa El edificio no lo sé, la calle Mayor se construyó durante el siglo XVII, pero no lo sé exactamente, tal vez algún edificio ya existiera antes.
ResponderEliminarEL ENGASTADOR, EL BRILLANTE DE TRES QUILATES, EL GALLO Y LAS VECINAS
ResponderEliminarSuceso es real y cierto,
en Madrid y en pleno centro,
también el engaste incierto
y un gallo se cuela dentro.
Retirándose a comer
un colega al mediodía,
desguarneció en su taller
brillante de gran cuantía.
Quedó solo en la bandeja
sobre la pulcra pastera,
sin emitir una queja
y en silencio la astillera.
Por una ventana abierta
desde el patio de vecinos,
inició una descubierta
un gallo de los más finos.
Con un corto y torpe vuelo
se encaramó en el dintel,
aterrizando en el suelo
que le sirvió de escabel.
La ronda ya comenzada
entre oteo y cabildeo,
el fulgor de llamarada
le deslumbró en su paseo.
Y aquel gallo pretencioso,
viendo en él su vivo espejo,
cacareó majestuoso
retratado en su reflejo.
Y con recio picotazo
el brillante se tragó,
y fue lazada y fue lazo
que la vida le costó.
Al gallo vio la sirvienta
de un prócer del principal,
que fregoteaba lenta
entre arrobo virginal.
Llegado el desventurado
espeso tras la comida,
con un grito desgarrado
exclamó:¡ hostias mi piedra huida!".
Y encorvado por el suelo,
escudriñándolo a gatas,
blasfemaba contra el cielo
entre tallas de oro y platas.
Acudieron las vecinas,
el prócer y su sirvienta,
se despoblaron cocinas
y bizcaba una asistenta.
Bulla, bullanga y dislate
y cónclave en la escalera,
y exponiendo escaparate
una moza ventanera.
Salió el gallo a la palestra,
quien oculto en un rincón,
con una llave maestra
el prócer dio defunción.
Un cuchillo por ensalmo
apareció en una mano,
y sin letanía y salmo
le abrió en canal un profano.
Y el brillante apareció
verdad que un poco manchado,
pero fúlgido lució
en solitario engastado.
Pues el Madrid de posguerra,
el de las hambres caninas,
y tiestos colmos de tierra
criaba gallos y gallinas.
Y tal vez como anticipo
de tiempos que se avecinan,
colegas os participo
si a lo mismo nos conminan.
AMO A MADRID
Madrid Universal del brazo abierto,
con su Puerta del Sol alba de España,
entrañable ciudad que a nadie extraña
ya sean de interior, montaña o puerto.
Madrid Universal de error y acierto
de la Historia Patria que te acompaña,
y un Manzanares que ahora te baña
saludable y limpio, breve y despierto.
Madrid Universal de Austria severo,
señor de medio mundo y gesto adusto,
con la gorguera pareció altanero.
Y un Borbón de napolitano gusto
que sosegado amó y no empuñó acero
y fue ilustrado Rey y su Alcalde justo.
EL ÁGUILA DEL REY
Fue un águila capturada
por don Felipe Segundo,
el señor de medio mundo
por su mano gobernada;
y el águila fue entregada
a su pintor Juan Pantoja,
que la pintó ave coja,
y a partir de aquel instante
la España de alba radiante
se columpió en cuerda floja.
Pedro Alfonso Hola, muchas gracias.
ResponderEliminarMarina Sosa