AÚN
PODEMOS SOÑAR
Empiezas por encontrarte bien en poquitos lugares y mal en casi todos. Un día te sientes ridículo en un ágape y comprendes que el "corrillo" y la copa en la mano no tienen el encanto que creías tenían cuando lo veías en las películas. Sales a la calle pensativo, observas a la gente y parece que llevan una hora distinta a la tuya y notas algo de miedo a ser descubierto, como si tuvieras que ocultar tu mundo por vergüenza. Y claro, llegas a creer que eres un inadaptado, especie de misántropo herido que se confina igual que esas clases de animales protegidos. Te acurrucas y esperas a que las circunstancias sean favorables para mostrarte y de esta forma poder hermosear tu vulgaridad que se resume en los elementos de siempre. Aparecen entonces "Pícaro", "Pelu", "Peque"… cargados de viejas amistades y alegrías y se reencarnan en un tiempo bonito que tuviste un día en su compañía, épocas dichosas cada vez más lejanas y añoradas. Hablas sin cesar de tus películas, de tus libros, de tu pueblo, de tu música y sigues bajando a Las Ventas con la ilusión de alguien que sabe que va a encontrarse con un amigo del alma que regresa después de muchos años de ausencia.
Eres un asceta encerrado en ese mundo imaginario con algunos ataques de realidad circundándote y compruebas que cada desilusión es una posibilidad perdida de avanzar que expone, como si fuera un espejo, tu desconsolada mirada, que la comparas a la visión de un cuadro abstracto que da vértigo contemplar porque distingues dentro de él tu indecisión. Eres uno de esos ebrios lúcidos que te hacen reflexionar sobre su melancolía etílica plasmada en lágrimas. Eres ese perdedor que se transforma en alma utópica que persigue sin cesar un triunfo imposible que nunca llega y adivinas con sorpresa que, en esa soledad, en la que te recluyes para amarrar una pompa de jabón, el mayor enemigo eres tú mismo. Eres un amigo-enemigo que te ampara y desampara cotidianamente pero que quiere transmitir entereza y dignidad, nunca pena. Al final, sólo eres un recuerdo que es el único lugar donde lo hermoso es eterno.
Un día averiguas que vale, que de acuerdo,
que está bien así: No más intrigas sociales o políticas. Te examinas de reojo
intentando conocerte y para evitar el aislamiento completo tiendes puentes al
exterior. Tejes cordones umbilicales que te unen a mitos, ideales, sueños y que
producen en tí sensaciones placenteras. Inventas un tebeo que proyecta desde la
niñez un mensaje tierno en el que tú mismo dibujas las viñetas, pones los
diálogos, pintas los paisajes y corres las aventuras tristes o alegres según
vayas tú hacia la inspiración o venga ella hacia ti. Y, claro, otra noche más
que marchas de viaje a imaginar, a poner nombres a las cosas, o hablas o
escribes sobre tu mente infinidad de frases para alguien que no sabes si
existe. En el fondo, anhelas que ese destinatario las lea o hable contigo
usando la misma frecuencia de soledad o complicidad. En esas historietas
siempre gana tu melancolía. Buscas venganza de las veces que saliste derrotado
por un quítame allá esa peonza, esa bicicleta -que nunca fue tuya-, aquel
pantalón remendado amorosamente por tu madre o ese amor huérfano de caricias, pero
lleno de fantasía y de aventura.
S.O.S.: Respetadlos. Van en busca de una meta anodina que nunca alcanzan, en realidad no quieren alcanzarla. Dicen que el trayecto es tan embriagador que no les importa llegar, les importa estar. Añaden que: Admiran, Desean y Quieren por el único placer de percibir sentimientos. No son muchos, vienen en son de paz buscando un lugar donde poder soñar. Éste es el mayor delito por el que se les quiere juzgar. Al caso lo llaman: "Utópicos en Libertad". Los cargos más adelante se formularán…
Miguel MORENO GONZÁLEZ
Buenos días Pedro 🍀🍀🌞
ResponderEliminarMaria Teresa Caballero Lopez
Bonito e interesante relato
ResponderEliminarMariano
Buenos días Pedro 😊
ResponderEliminarChelo Villarin Recio
Magnífico, sí señor.
ResponderEliminarLuis C. Trijueque
Buenos días, felíz jueves
ResponderEliminarMaria Cristina Fuentes Rojas
Buenos días Pedro
ResponderEliminarPilar Diaz Recamal
Muchas veces te juntas con gente que coincides mucho y te das cuenta que no es tu mundo en el momento que observas una risa disimulada y arruga y es entonces donde uno decide con quién tomarse una caña y con quién no , los ignorantes suelen ser los que ridiculizan a los inteligentes y estos últimos deciden zanjar la tertulia y retirarse elegantemente. Muy muy pero que muy bien este escritito gracias Miguel como cada jueves o dejas indiferente a nadie porque creo que todos alguna vez nos hemos sentido incómodos en una pecera que no era la nuestra
ResponderEliminarMaria Antonia Hernández
Buenas tardes Miguel y Pedro!!!!!
ResponderEliminarMe encanta no saberme única en cuestiones de rarezas cómo persona, que no se me mal entienda soy sociable pero a veces estoy a gusto en mi soledad, en mis pensamientos atesoro los recuerdos bonitos de mi infancia, de mi adolescencia, de los amigos que sin hablar te entienden.
Si, un poco raros, pero sin etiquetas somos cómo somos y lo mejor es que nos gusta ser asi
Buena tarde!!!!!!
Fuertes abrazos para los dos
Qué belleza😍
ResponderEliminarAurora Ferrera Ruiz
Mira que es difícil poder decir a los que viven de hacer ruido y tratar de imponer con la voz más alta de lo que debieran, como debe funcionar el mundo, que en la inmensa mayoría de los casos son los menos formados, los menos inteligentes pero si los más osados, en resumen los menos indicados, que otros muchos tienen su propio mundo, su propio paraíso/infierno que comparten con los que consideran oportuno: recuerdos, vivencias, personas presentes o ausentes y que su ruido solo provoca el que se les ignore o, en el peor de los casos, el rechazo.
ResponderEliminarPues bien, tu escrito, Miguel, de hoy lo hace de manera magistral, debería ser de obligada lectura en bachillerato...
Gracias cómo siempre.
Pepe Vázquez
Gracias. Muchas gracias. Posiblemente alguien pensará que soy vanidoso si os digo que me siento feliz y orgulloso de provocaros tan sentidos y sinceros comentarios. Pero es que no puedo remediar que recorra por mi cuerpo un cosquilleo de satisfacción al ser capaz de sobresaltar esa bella sensibilidad que atesorais. Y es que merece la pena escribir sólo para sentir ese hormigueo emocional. Muy agradecido a todos y, fundamentalmente, a Pedro, porque sus ilustraciones hacen "leible" el escritito de los jueves.
ResponderEliminarAsí es❤️
ResponderEliminarAurora Ferrera Ruiz
Preciosa foto de nuestra peña
ResponderEliminarDolores Saez Canoyra
Sincero y valiente escrito Solo unos pocos elegidos tienen el talento de transmitir emociones de manera tan clara y descarnada. Tú eres uno de ellos.Enhorabuena!!
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