Cumbres de mi infancia
Peña Buvera de Cenicientos. Madrid
Las montañas siempre me han atraído, ya desde muy pequeño las veía como algo que necesitaba subir, y algunas veces lo hice, más las peñas de Cadalso y Cenicientos por su cercanía. Recuerdo viajando cada tarde camino de Sotillo en el autocar que nos llevaba diariamente al instituto de San Martín, la silueta del cercano Cerro de Casillas, muchas veces nevado en invierno, antes nevaba mucho más, y como mis ojos se iban detrás de esa blanca cumbre. Unos kilómetros más adelante cuando llegábamos al cruce de Casillas y Rozas, bajando hacia la Venta del Cojo, ante mi aparecían las montañas más elevadas del Macizo Oriental de Gredos, con el Cabezo siempre nevado en invierno, era el momento de soñar con las montañas, y así fue hasta que unos años mas tarde subí al Cerro Casillas y también al Cabezo. A día de hoy he subido muchas veces a todas las cumbres de Gredos, y en todas desde aquel año 74 que comenzaron mis andanzas montañeras, siempre disfruté y lo sigo haciendo. Las montañas me apasionan y me atraen tanto que no pasan más de tres días sin que ascienda a alguna de ellas, si esto no ocurre, lo paso mal.
Lancharrasa de Cadalso. Madrid
Cerro Casillas, también conocido como Alto del Mirlo o Travíes. Casillas Ávila
El Cabezo, cumbre más elevada del Macizo Oriental de Gredos. Gavilanes- Mijares. Ávila.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Que Bonitos Recuerdos 😍 a mí me encanta yo estoy encantada con abrir mi puerta y verla es una gozada
ResponderEliminarAurora Frrera
El primer paisaje que vemos al nacer, es el que determina toda nuestra vida posterior.
ResponderEliminarAsí es Miguel, cada una de estas montañas esta unida a nuestra infancia. Son las primeras que vemos y seguramnente también las últimas.
ResponderEliminarMuy bonitas fotos, eres un artista. Que tengas muchas salud para poder hacer muchas y poderlas mostrar.
ResponderEliminarVidal Fermosell Jimenez
Muchas gracias Vidal, y tú que puedas verlas y comentarlas.
ResponderEliminarBonitas imágenes
ResponderEliminarPilar Diaz Recamal
Te entiendo perfectamente. Debía tener unos 5 años cuando uno de mis tíos se fue a subir “ La Peña”. Yo quería ir con él pero no me dejaron ( no he subido la Peña Muñana). Años más tarde, con los scouts, comenzamos unos cuantos a caminar cuesta arriba ( en Asturias tampoco es muy difícil encontrarte cuestas) y la tragedia de Ortiz y Berrio, y un año más tarde la de Lastra y Arrabal nos marcó a fuego.
ResponderEliminarMiguel Revuelta de Guzman
Personalmente creo que la afición por la montaña es algo que se nace con ello, porque nadie me llevó de niño a ellas, tampoco en mi familia y conocidos había alguna persona montañera y los medios de comunicación, pues menos, entonces sólo salían en la tele noticias de algún rescate y poco mas. Como no recordar la muerte de Berrio y Ortiz en enero de 1969 y también el rescate de Lastra y Arrabal, justo un años después en la oeste del Naranjo, éste último moriría por neumonía en el Hospital de Oviedo. Estos rescates hicieron, a pesar de la tragedia, que muchos jóvenes se iniciaran en el montañismo y la escalada. Un abrazo Miguel, y espero que vengas pronto por Cadalso para subir a la Peña Muñana.
ResponderEliminarBuenas y ocasionales fotos con nieve de las montañas cercanas a Cadalso, lugares que pocas veces vemos así, pero que gracias a ti podremos disfrutar siempre en el Zorro Corredero. Muchas gracias.
ResponderEliminarCarmen.
Gracias a ti Carmen por tus buenas y alusivas palabras hacia las fotos y el ZC.
ResponderEliminarUn saludo.
Todas las grandes aficiones empiezan por los primeros pasos.
ResponderEliminarJavier Perals Samper
Pues si Javier, y la mayoría de las veces no sabes por qué, como es mi afición por la montaña.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Un abrazo Pedro!.
ResponderEliminarMiguel Revuelta de Guzman
Otro para ti Miguel. Buenas noches.
ResponderEliminarCon los pinos soñolientos:
ResponderEliminarEl sol despereza y luce,
y se extiende por momentos
por Cadalso y Cenicientos
y el Cristo vela en el cruce.
CUANDO CORUCHOS SEMBRABAN
Cuando coruchos sembraban
entre cantos pegujal,
decían del andurrial
al par que la tierra araban.
Todos ellos comentaban:
"Aquí quiero cultivar
para en la siega segar
a las tontas algarrobas,
que parecen bolo y bobas,
pero me dan un piojar".