UNA PATADA MAL DADA
Un amigo de su padre de Rozas de Puerto Real, le regaló al nacer un
jersey verde-camuflaje con un extraño ciervo xerografiado sobre el pecho. Su
madre, Berta, le lleva siempre abrazado en su mochila porta-bebés sujetándole a
besos. Su hijo, Moisés, adquiere dentro del morral una postura muy suya;
incómoda a ojos vista de los demás, comodísima para él. Su bisabuela Asun no
cree que vaya cómodo, pero él la sonríe y ella también a él… Llovizna cuando
encuentro a la mamá con su hijo por la calle cadalseña de Pedro Álvarez. La criatura
me mira y me sonríe alargando sus manitas para cogerme el pelo. En mi existencia
(ni en la de nadie) pude imaginar cómo divisaría un bebé a los adultos
cubiertos éstos por mascarillas de colores. Él parece tenerlo asimilado
(desgraciadamente nació con ese paisaje), y mira abarcando todo su reducido
mundo con unos ojazos que parecen cámaras gigantes que dominan el Universo.
Llegamos a su casa después de pasear bajo la mollina y unírsenos a tomar café Paloma. Sale a recibirnos una
perrilla tuerta. Nuestra hija nos comenta que la dejó así un caballo felón de
una “patada mal dada”. La llevaron a la
veterinaria, la curaron y la calmaron entre caricias. Al poco jugueteaba en el
patio con “Moqui” que desconocía que a “Bimba” le faltaba un ojo, por eso se topaba indefensa contra los obstáculos
y acababa ganándola en las carreras; ya sabéis: las cosas de los sabuesos que son muy suyos. Se ladraban amistosos,
se revolcaban y cuando llegaron sus dueños se les acercaron zalameros
acompañándoles hasta la puerta de casa. Faltaba “Litri”, que siempre buscaba alegre las caricias de Berta y de
Paloma. Un aciago amanecer del último julio amaneció muerto. Aquella noche se
durmió junto a los ángeles del Olimpo de
las Criaturas Buenas y se quedó a
vivir con ellos para siempre. Tenía un no
sé qué que ganaba el corazón de los demás. Él era así y así le recordamos…
Dentro de un tiempo explicaré al niño que su madre optó convencida desde
jovencita por Cadalso y toda la belleza que nuestro pueblo encierra. El crío duerme
como el Niño Jesús cadalseño. Con sumo cuidado su mama le tumba en un sillón grande
de color gris. Hace ademán de abrir sus ojazos… acaricio suave su costado
derecho y vuelve a cerrarlos. Le hago una foto y se la mando a su tío Miguel, el pobre hace más de un mes que no le ve
por culpa del confinamiento de Cadalso debido al “virus sin corona”.
Litri sabueso de fino olfato cazador
Con Moisés, Berta, Miguel y la perrilla tuerta se cierra esta órbita amorosa parecida a la de “Laika”. Al rato partimos Paloma y servidor a andar por la jurisdicción de Cadalso. Llueve mansamente, con ese caer que acaba empapándote. Debajo de un humilde refugio que Moisés padre hizo a sus perros, descansa tumbada la perrita tuerta: patas delanteras alargadas y la cabeza recostada sobre ellas; tiene los párpados cerrados, dormita plácidamente junto a un cuscurro de pan duro. Nadie diría que perdió un ojo por una “patada mal dada” de un caballo cruel. Contado así, de esta forma, parece una fábula triste e inventada de pueblo. Pero no lo es…
Miguel MORENO GONZÁLEZ
Preciosa historia llena de humanidad y ternura. Gracias por tus relatos Miguel.
ResponderEliminarBuenos días hay historias como está que no se olvidan no digo nada que la gente lea si quieren me a encantado❤️❤️
ResponderEliminarAurora Frrera
Un derroche de sensibilidad y delicadeza. Gracias, Miguel.
ResponderEliminarLuis C. Trijueque
Mi amiga asun, como siempre muy interesante
ResponderEliminarMaria Rosario Caballero Lopez
Preciosa historia contada con emotividad y sensibilidad hacia ese niño y esos perros que parecen casi humanos. Gracias Miguel por tus nobles pensamientos y a Pedro por su divulgación a traves del Zorro Corredero.
ResponderEliminarCarmen.
Bella historia
ResponderEliminarRosa Foncuberta López
Ole y olé... precioso querido amigo...
ResponderEliminarJosé A. Álvarez G. de Guzmán
Qué bonito❤️
ResponderEliminarEsperanza De La Cruz García
Bonitas historias
ResponderEliminarPilar Calvo Villarín
Asu es amiga de todo él mundo y todo él mundo de Ella Asu te queremos fuerza😍😍
ResponderEliminarAntonia Frontelo Morales
Vuelvo a decir a Miguel Moreno: ¡ Bravo!.
ResponderEliminarY gracias a ti Pedro por publicar estas entrańables historias de Cadalso.
Miguel Revuelta de Guzman
Preciosa la historia, y que luchadora Bimba!! Miguel me encanta como relatas la desdicha de la perrilla y me alegra ver cómo se recuperó.Los perros son muy fieles y cariñosos el que no los tiene no puede imaginarse como se los quiere solo les falta hablar.y Moisés cada día más guapo con la tía Asu Cadalseña de rompe y rasga gracias por compartirlo
ResponderEliminarMaria Antonia Hernández
Gracias a todos por tan bonitos comentarios (aunque inmerecidos y exagerados). No miento si digo que ellos me animan a seguir. No recibo otro pago que no sea vuestro reconocimiento a los escrititos. Y creedme, es una recompensa enorme porque sale de vuestros corazones.
ResponderEliminarPreciosa historia...
ResponderEliminarBonita foto de Asun con su nieto...
Asun la tengo un gran cariño todos los días nos vemos por la ventana cuando tendemos la ropa y charlamos me río con ella muchísimo!!!
Durante el confinamiento tan grande que tuvimos solamente nos veíamos la una a la otra y hablábamos un ratito... y me contaba sus batallitas gran persona...
👏👏👏👏🤗😘
Maria Del Mar Dominguez Lopez
Asu que feliz se te ve con tu biznieto. Moisés disfruta de el todo lo que puedas un abrazo
ResponderEliminarDori Acosta Sanchez
Una historia entrañable,muchas gracias por compartirla con todos nosotros,que linda foto la de Moises con su bisabuela
ResponderEliminarIsabel Pradas
Esta narración me transmite mucha paz, amor,alegrìa y bienestar. Se rumorea que en Cadalso vivìs asì.
ResponderEliminarTú escrito, como siempre, lleno de sentimientos y sensibilidad. ������������
ResponderEliminarPepe Vázquez