jueves, 2 de julio de 2020

UN SOLITARIO CON SU MUNDO A CUESTAS..por Miguel Moreno



UN SOLITARIO CON SU MUNDO A CUESTAS





      Esta cascada es impresionante y la casa sostenida al borde del precipicio parece obra de la naturaleza, no del hombre. El día es precioso y provoca al campo realzándolo. Los lugareños pasean satisfechos entre los pinos y castaños. Voy cansado pero mi mente hace compendio de todo lo que observo, pienso que en esta soledad alegre uno recuerda a quien ama. Desde aquí arriba, en la cumbre, los rayos ultravioletas del sol logran que los pétalos de las flores adquieran vivos colores y abajo, en el valle, se ve dibujado un pueblo con la plaza de toros a modo de apéndice. Sus círculos concéntricos semejan los anillos de boda con los que se juran fidelidad eterna los enamorados. Como yo se lo juré al toreo siendo niño.

Brota por doquier la vida y el afán de existir. El campo está sembrado de un verde que va difuminándose con el paso de las jornadas. Observo esa ardilla que abandonó su refugio nocturno para trepar a la copa del pino cercano; una perdiz, atrevida ella, cruza con vuelo raso la carretera; la liebre salta febril y polvorienta sobre la cuneta; un perrillo reposa tumbado bajo la sombra de un castaño y esa cigüeña de vuelo elegante se dirige hacia un nido artificial construido sobre el campanario. No me gusta tanto reptil muerto sobre el asfalto, no lo puedo remediar. El olor y la temperatura cambian dependiendo del lugar por el que paso y de olores, tanto como de amores, sabrá esa pareja que descubro en el soto alimentando su amor.



     Oigo ruidos de cohetes, quedan en suspenso caprichosas volutas que juegan sobre el vacío. Es bonito este sonido de campanas desencadenado de improviso. Seguro que es la fiesta del Patrón y explicaría este maremágnum mezclado con las notas que lanzan al espacio una banda de música; tengo debilidad por estas bandas de pueblo que me suenan a música celestial y sintonizan con estos lugares llenos de sombras, luces y vida. Coincido en la plaza con una procesión; están todos frente a un altarcito y arrojan al santo pétalos de rosas que al final reposan sobre el suelo, discurre suave por la mejilla del icono una lágrima cuando parte la comitiva. Soy iconoclasta, pero esta imagen me gusta. La vida es así, a unos les sobra compañía, otros la anhelan: "Tantos y tan solos", leí una vez en la galería del metro de Noviciado. Hará cientos de años. Yo era jovencito y ya sentía las cosas con melancolía.



     ¿Qué meditarán esos viejecitos sentados en el umbral de esa puerta de madera? ¿Qué recuerdos les hacen vivir? ¿Qué nostalgias de días luminosos como el de hoy pueblan su memoria? Está bien eso de dar a cada viejo un recuerdo y una ilusión a cada niño. A veces pienso que desde mi vulgaridad intento darme importancia con mis cosas. Ahora estoy solo y creo que he debido defraudar a la gente que me quiere. Esperaban tanto de mí que les parecería absurdo si me vieran en este momento: Un hombre solitario con su mundo y su bicicleta a cuestas y alrededor enredando la vida…


Miguel MORENO GONZÁLEZ
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

12 comentarios:

  1. Como siempre bien todo escrito y fotografias. Gracias.

    Mariano.

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  2. Asi estamos todos solos con uno mismo aunque estes rodeado de gente cada uno con sus cosas

    Antonia Frontelo Morales

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  3. Estimable documento
    para un tiempo venidero,
    los soplones del momento
    nos describen su aislamiento
    en el Zorro Corredero.

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  4. Tu relato rebosa vida. La que vivimos, la que nos queda por vivir. Las pequeñas cosas que por cotidianas, no valoramos pero que cuando faltan, nos damos cuenta que son las que nos llenan el corazón. Las que nos arraigan a la tierra, a nuestros orígenes.Muchas gracias!!!

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  5. Bonito relato

    Antonio Bravo Recio

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  6. Bonito escrito, donde defines muy bien, como según vamos avanzando en la línea del tiempo de la vida, solemos apreciar más las cosas pequeñas, a veces, insignificantes y nos volvemos más nostálgicos y a veces, nos sentimos solos, pero esa soledad también nos hace recapacitar y observar las cosas de otra manera.
    Luis M. González

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  7. UNOS ATRACTIVOS AJOS
    Los de Coimbra

    Unos atractivos ajos
    hemos cosechado en Coimbra,
    y la brisa que los cimbra
    alivia nuestros trabajos.
    De la tierra entre agasajos
    y el veinte del mes en curso,
    sacaremos sin recurso
    los ajos hijos del huerto,
    que nos premia nuestro acierto
    con plácemes del concurso.

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  8. En Cenicientos, coruchos
    y en Cadalso, los soplones
    son hábiles y son duchos
    en resolver situaciones.

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  9. Me encanta esa fotografía

    Clara Perezagua Lopez

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  10. Gracias a todos por vuestros sentidos comentarios. La verdad es que un escritito sin las fotos de Pedro, es menos escritito...

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  11. Gracias a ti Miguel por darme la oportunidad de participar en tus escrititos con mis fotos. Todo un placer.

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  12. Que bonito ,Miguel tienes magia en tus escrititos te montas en tu bicicleta y dejando correr tu imaginación nos das un enriquecedor paseo por las costumbres Cadalseñas. Mira una cosa !!yo te entiendo perfectamente la situación vivida por este virus hace que sintamos carencias de afectividad,de libertad,de fiesta etc.... Y eso hace que nos sintamos solos.Muy bonito como siempre ya sabes que me encanta todo lo que escribes

    Maria Antonia Hernández

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