Recuerdos para soñar: La cantarera, depósito de agua.
Cadalso no tuvo agua corriente en las casas hasta principio de los años 50, motivo por el cual las mujeres, normalmente, eran las encargadas de ir a las fuentes para proveerse de ese liquido tan necesario para todos, como es el agua. De la fuente, algunas muy concurridas como la de la Plaza con cuatro caños y desaparecida allá por los años 60, se trasportaba a las casas en cántaros de barro, hoy desaparecidos para este uso. Una vez en casa el lugar donde reposaban dichos cántaros era la cantarera, artilugio de madera con tres agujeros para introducir los cantaros y el botijo. Ningún hogar de Cadalso podía estar sin su cantarera y por lo tanto sin cántaros llenos de agua. Más tarde con la llegada del agua corriente a las casas se fueron abandonando, tanto cantareras como cántaros, el botijo se mantuvo un poco más, pero la llegada de las neveras también acabo con él. Hoy día sólo como adorno han permanecido las cantareras, un adorno que queda muy rural y decorativo, pero que tiene un significado mucho más importante, es el recuerdo de otros tiempos, aquellos que parecen que nunca existieron, tal vez sólo en el recuerdo de los que lo vivieron.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo fotográfico Pedro Alfonso
Qué bonita!!!
ResponderEliminarCoral Yela Hernandez
Los cántaros de toda la vida pedro
ResponderEliminarDolores Saez Canoyra
DEBAJO DE LA ESCALERA
ResponderEliminarEl vasar
Debajo de la escalera
teníamos el vasar
del agua que al trasegar
cantaba en la cantarera.
Vasijas que en la vasera,
cántaro, vaso y botijo
del padre, madre y del hijo
eran el río y la fuente
y el arroyo transparente
del familiar regocijo.
LA FUENTE DE LA ANTANILLA
ResponderEliminarLa fuente de la Antanilla
al fondo de una calleja,
tenía un grifo de teja,
y una sombra de olivilla.
Raíces de una cepilla
por la pared asomaban,
y las coruchas cantaban
al llenar de agua el botijo
de un líquido tan prolijo
que nervios desatacaban.
Los que vimos en los toros
ResponderEliminarbotijos en callejon,
sombreaban sin desdoros
completando los aforos
lo mismo que la afición.
Los que vimos segadores
ResponderEliminarcon dediles y con hoz,
segaban sin los tractores
regados por los sudores
y el botijo ante su voz.
Yo en mi casa tengo una que era de mi madre ellas las llevaban cómo parte del ajuar
ResponderEliminarAl tenerlas en casa es otro recuerdo más de ellas como si estuvieran presentes siempre con nosotros♥️
Sagrario Moreno Villarin
Un bonito y entrañable recuerdo de familia, lástima que hayan desaparecido de casi todas las casas. Yo tengo las de mi familia, la de la foto es una de ellas.
ResponderEliminarZorro Corredero de Cadalso de los Vidrios pues así perduran mientras nosotros vivamos luego no sé
ResponderEliminarSagrario Moreno Villarin
Las cantareras me encanta
ResponderEliminarAna Díaz Gónzalez
Yo tengo en mi casa las de mi bisabuela y con un botijo es un recuerdo de nuestros antepasados pará siempre
ResponderEliminarJuan Carlos Otero Peinado
Acertada decisión Juan Carlos, nada hay más gratificante que los recuerdos familiares, aparte de que adornan un montón.
ResponderEliminarPedro, hasta el día de hoy tengo botijo y sigo bebiendo de el todos los días cuando me levanto cuando me acuesto y siempre que tengo sed
ResponderEliminarAsí me gusta, que conserves las tradiciones. Pero lo de tener siempre sed es raro, ese botijo no te quita la sed?
ResponderEliminarComo en villa del prado antiguamente
ResponderEliminarOscar Perlado
Siempre me han gustado las cantareras que, tenia mi abuela paterna en Salamanca y, en muchos lugares de adorno.
ResponderEliminarMaria Eugenia Blazquez
Con los cantaros íbamos a las fuentes a por el agua
ResponderEliminarJuani Perez
Juani tu que ibas a la fuente los alamos a por el agua yo bajaba a la plaza
ResponderEliminarDolores Saez Canoyra
Yo cuando vivía en la calle de la Sangre iba a la corredera y otras veces una pequeña fuente que había donde los abuelos de Pedro donde el tío Natalio y si estaba donde mi abuela iba al hornabajo porque entonces había muchas fuentes
ResponderEliminarJuani Perez
Ya te digo y en San Anton donde las escuelas también había una enfrente de mi casa donde vivía la tía Ricarda
ResponderEliminarDolores Saez Canoyra
Tienes razón Loli
ResponderEliminarJuani Perez
A la plaza a por agua yo de San anton con un cantaro en la cadera y el botijo en la otra mano el botijo en algunas ocasiones llegaba a casa con una raja en la tripa de algun golpecillo cuanto se trabajaba sin agua sin luz con el candil nuestros mayores si viesen las comodidades que tenemos se volvian a morir del susto que pena pobrecitos mi padre si a disfrutado de tele y agua corriente mi madre la pobre no a conocido nada hace 69 años que murio pobre cita que pena
ResponderEliminarCarmen Frontelo Morales
La cantarera, los cantaros el botijo, toda una tradición perdida pero que siempre nos trae recuerdos del pasado.
ResponderEliminarMariano.
Me encantan
ResponderEliminarEsperanza De La Cruz García
Me encantan, en la sierra las tengo yo tb
ResponderEliminarEsperanza De La Cruz García