Cada día amanece para todos, vive.
La magia del momento es escuchar el silencio junto a las Eras de la Peña, ese silencio que se convierte en murmullo del viento que mece las ramas de los pinos, qué algunos han quedado tras el incendio, murmullo que a veces se convierte en palabras, pocas palabras, pero suficientes para sentir y escucharnos a nosotros mismos, es la soledad del lugar, con la Peña Muñana a un lado, Cadalso al otro y entremedias tú, disfrutando por ahora.
Qué hoy no te falta de nada.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Muy buenos días vecino, un saludo cordial.
ResponderEliminarLuis Ortega
Buenos días Pedro
ResponderEliminarPilar Lopez Navarro
Buenos días Zorro.
ResponderEliminarMariano.
Buenos días
ResponderEliminarChelo Villarin Recio
Buenos días😘😘😘☀️
ResponderEliminarMarisol Blanco Gomez
¡¡FELIZ DOMINGO!!
ResponderEliminarLuis M. Gonzalez Castrejon
Buenas tardes Que Bonita la Peña yo me asomo des mi puerta y lo primero que veo esto tan bonito Buenas Tardes PEDRO
ResponderEliminarAurora Ferrera Ruiz
Lo siento, no te había visto .
ResponderEliminarYa buenas noches Pedro.
Esperanza De La Cruz García
EL GAZPACHO DE LOS POBRES
ResponderEliminarA mis padres
En las ardorosas tardes de siega
y en las no menos de agobio de trilla,
surcaba el cielo la franja amarilla
y el cansancio se batía en repliega.
La manta extendida el mantel despliega,
y el suelo era nuestro asiento de silla,
y en la tarreña está la maravilla
cuya visión nos inunda y anega.
La pueblerina cuchara en madera,
en la tarreña el humilde gazpacho,
la paz sublimando la parva en la era,
y uncidos triscan la mula y el macho
y un lienzo que enmarcó la frontera
de infancia pobre y feliz de un muchacho.
VUELA EL TAMO DE LA PARVA
Vuela el tamo de la parva;
la tarde cayendo está
y el sol se aleja y se va
barbeándose la barba.
La mula impaciente escarba,
y desprovista de arreos
comienza a dar cabeceos,
y a la cuadra se encamina
al pesebre que culmina
el ansia de sus deseos.
CON LA ROSA DE TU ALIENTO
ResponderEliminarCon la rosa de tu aliento
perfumando nuestra casa
la felicidad se amasa
y convierte en sedimento;
y tengo el convencimiento
que el perfume de la rosa
que en nuestra casa se posa
contribuye e que el jazmín
que riegas en mi jardín
a mi corazón desposa.
ME DICES SIEMPRE ENCANTADA
Me dices siempre encantada:
¡"Qué bien a la letra rimas,
cómo la pules y limas
dentro del verso engastada!".
Toma pues mi enamorada,
con laurel, mirto y canela
a la luz feble de vela
cuando apunta la mañana
con mi beso en la ventana
te regalo esta espinela.