2 de 15. Rogelio Canoyra López
Mi nombre es Rogelio Canoyra López, nací en Cadalso el 22 de marzo de 1927 en la calle de San Antón
"Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia."
Don Quijote a Sancho.
La mirada pensativa
tal vez en el más allá
la hallamos muy persuasiva
y es vejez contemplativa
que entre nosotros está.
Saturnino Caraballo
Un abrazo a todos y todas, sed fuertes y aguantad.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Pon al tio enrique y natalio candelas rosario. Tia maria y lorenzo
ResponderEliminarLorenzo Álvarez
Ya veremos, es una representación del pueblo.
ResponderEliminarBuenos días Pedro, mi suegro, cuantos recuerdos y primo de mi padre, eran quintos tambien y hoy serian bisabuelos los dos, un gran beso al cielo ♥️
ResponderEliminarChelo Villarin Recio
Gran persona Rogelio.
ResponderEliminarMariano.
Madre como me acuerdo de él y de la tía Araceli éramos familia y vecinos de San Anton
ResponderEliminarDolores Saez Canoyra
La mirada pensativa
ResponderEliminartal vez en el más allá
la hallamos muy persuasiva
y es vejez contemplativa
que entre nosotros está.
Sigue avanzando imparable
ResponderEliminarembistiendo por doquier
sin mostrarse razonable
es un virus intratable
al que debemos temer.
No se emplea con sigilo
y se mueve con descaro
nos tiene la vida en vilo
pendiendo siempre de un hilo
y se comporta muy raro.
Son inmensos sus estragos
dañosos y un por demás
y alterna por estos pagos
dando sus dosis a tragos
que no se olvidan jamás.
A un Jesús llevamos dentro
y también a un Belcebú
circulan por nuestro centro
y si surge un desencuentro
se tratan de un tú por tú.
D.e.p.
ResponderEliminarRocio Redondo
Estas fotos en blanco y negro me encantan esta muy bien Pedro Enhorabuena
ResponderEliminarAurora Ferrera Ruiz
LA PROCESIÓN DE LAS ERMITAS
ResponderEliminarRomance
Siendo el Rey nuestro Señor
el segundo don Felipe,
su reinado llegó a término
aquí la peste reinando.
Le heredó su sucesor
en la sucesión dinástica,
el cuarto fue de los Austrias
del trono de sus abuelos.
Mas don Felipe tercero
ni supo ni se enteró,
en su Alcázar madrileño
de un pueblo en su consunción.
Abrió la peste sus fauces
y en Cenicientos entró,
con tanta ferocidad
como a San Jorge el dragón.
Todo eran tristes lamentos,
rezos y jaculatorias,
mesar barbas y cabellos
e impetrar misericordia.
Cenicientos devastado,
conquistado por la Parca,
se convirtió en lazareto
e islote seco sin agua.
Un cinturón sanitario
a su término se impuso.
"Os ampare Dios coruchos
que a su amparo sois dejados".
Solo el pueblo de Almorox
les socorrió solidario,
y amparó con sus socorros
cuando son más necesarios.
A las afueras del pueblo
bastimentos les dejaron,
dinero y volatería
y huevos a necesitados.
Los coruchos macilentos,
los coruchos apestados,
al toque de las campanas
a rezar se encaminaron.
Formaron la procesión
en la puerta de la Iglesia,
y fúnebres se encaminan
a las ermitas citados.
Van a la ermita del Roble,
después a San Sebastián
y al santo asaeteado
ante sus plantas orar.
Van a la de los Remedios,
la suplican remediar
y poner fin a sus males
y a sus lloros el final.
A continuación visitan
a San Antón en su ermita,
y el protector de animales
sus dolores les mitiga,
La ermita de las Angustias
y Sangre de Jesucristo,
les ve llegar y contempla
su lento peregrinar.
Periclitado el periplo
de los santos ermitaños,
van a la Iglesia en retorno
y auxilió el Crucificado.
Fue en año en gracia del Señor
de un mil quinientos más nueve,
año en que el siglo finaba
finó en coruchos la peste.
APESTADOS POR LA PESTE
Apestados por la peste,
solos, vetados y aislados,
los coruchos son dejados
entre su paisaje agreste.
Mas surgió un viento celeste
que desde Almorox les vino,
donde el obispo convino
que les trajeran el pan,
algo de carne y les dan
pellejos llenos de vino.
EL ÁGUILA DEL REY
Fue un águila capturada
por don Felipe Segundo,
el señor de medio mundo
por su mano gobernada;
y el águila fue entregada
a su pintor Juan Pantoja,
que la pintó ave coja,
y a partir de aquel instante
la España de alba radiante
se columpió en cuerda floja.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
Los jubilados de España
ResponderEliminarpoblación somos de riesgo
la estadística no engaña
y aunque os resulte extraña
en el vivir yo me arriesgo.
Las cifras aumentan tanto
ResponderEliminarpor causa de esta pandemia
que para la vida espanto
la economía en quebranto
y para el resto..., la anemia.
Magnitud tiene el desastre
ResponderEliminarlejos ya de una entelequia
sin más hilos ni más sastre
por este virus pillastre
que ya se internó por Chequia.
¿Qué futuro los espera
ResponderEliminara los que vienen detrás?,
si el virus todo lo altera
y el desánimo prospera
en mí y hoy .., no escribo más.
El tío Rogelio Metaillas que no se llamaba Rogelio, se llamaba Deogracias Canoyra, buen Cadalseño y hombre de campo trabajador y con buen semblante y con el que hablaba mucho cuando iba a mi taller con el furgón Ebro con puerta corredera que dejaba siempre abierta pues siempre le acompañaba su perro que por la noche se quedaba a dormir en el furgón, grandes y bonitos recuerdos Perico
ResponderEliminarJose Maria Moreno Gonzalez
Otro hombre bueno y gran persona
ResponderEliminarAngel Calvo Villarin
Muchísimas gracias por vuestros mensajes, estoy seguro que Rogelio los habrá leido y os lo estará agradeciendo desde el otro Cadalso. Y recordad, nadie muere mientras permanezcan en nosotros sus recuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo.