Siete Picos en invierno, sin nieve de momento.
En esta época lo normal sería que para subir a Siete Picos tuviéramos nieve desde el mismísimo puerto de Navacerrada, pero las cosas no van bien este año, el pasado tampoco fue generoso en nieves, aun así esperemos que lo que queda de invierno venga más cargado de ese elemento blanco que cubre las montañas y sirve para que muchos disfrutemos en su entorno y para que todos tengamos, cuando el deshielo de primavera llene los pantanos, agua para poder beber en los veranos tan secos que por estas tierras madrileñas nos suelen acompañar cada año.
Pero bueno, la llamada de la montaña está hay, con nieve o sin nieve, y nada mejor para saciar esa llamada que un paseo por Siete Picos, acompañados de algunas flores, cada vez menos raras en invierno por estas montañas, y las vacas que pastan alegres donde otros años la nieve lo cubre todo, es lo que toca y así debemos admitirlo. Poco más que decir, si acaso que nuestras cercanas montañas de Guadarrama, aun sin nieve también tiene su encanto en invierno, aunque es evidente que no es lo mismo. Y así con la ilusión de que lleguen las nieves, parece que algo llega, pero no mucho, os deseo un feliz viernes a todos. Salud y montaña.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Buenos días Pedro que Bonita foto que pasa un viernes guay
ResponderEliminarAurora Ferrera Ruiz
Como siempre estas perdido por las montañas Zorro.
ResponderEliminarMariano.
Buenos días feliz viernes
ResponderEliminarVendrá la nieve aúnque tarde, ya dicen empieza este finde, esperemos!!!
Esperanza De La Cruz García
Es la nieve un bien escaso;
ResponderEliminary la añoran los neveros
el copo escasea escaso,
y asenderean su paso
los pasos de montañeros.
EL HUERTO EN INVIERNO
Claridad sin claridades
en la mañana invernal,
veleidad de veleidades
del rocío virginal.
Lánguido se encuentra el huerto
y las plantas abatidas,
esperando mejor puerto
y ser rosas florecidas.
Los repollos estelares
cosechados en invierno,
se dan bien por estos lares
tan proclives al pan tierno.
Las habas y los guisantes
se enquistan sobre las cañas
tan verdes, tan arrogantes,
como yerbas sin guadañas.
Por estos huertos campea,
cordialidad y alegría
y un humo de chimenea,
con Manuel y compañía.
Plantamos los semilleros
con la ilusión del huertano,
que se comen tan camperos
lo que cultiva su mano.
Con calma contemplativa
entretenemos la espera,
y cribamos con la criba
el llegar de primavera.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
Hola a tod@s:
ResponderEliminarEstá siendo un invierno flojo. Ojalá las nieves lleguen y cubran toda la Sierra de Guadarrama.
Valdesqui no tiene previsto abrir, por razones obvias.
Si llegamos a febrero/2020 sin nieve la temporada de esquí, en Madrid, habrá sido de las peores de la última década.
Saludos para tod@s.
Disculpad, no puse mi nombre.
ResponderEliminarÁngel Varela Pires
Pues ahora puede que nieve
ResponderEliminarAna Díaz Gónzalez
Madre mía da pena pensar en cómo va a acabar esto si no se pone remedio
ResponderEliminarClara Perezagua Lopez
"¡Nada comentáis del perro!",
ResponderEliminarni de su raza canina
le liberáis de su encierro
y va coronando el cerro,
"¡y os guía hasta la colina!".
Rocas negras, negras rocas,
ResponderEliminaráridas en campos yermos
y a los ábregos revocas,
y a caminantes convocas
y vistes los paquidermos.
La lluvia con la neblina
ResponderEliminarhoy sentada en Alcorcón,
a mis pies los encamina
y a mi voluntad conmina
a sanar sin aflicción.
Con la voz clara me llama
ResponderEliminaral comedor mi Teresa,
y al mismo tiempo derrama
sobre el plato que proclama;
"¡Satur, acude a la mesa!"
La tarde ya se termina
ResponderEliminary la noche se aproxima,
la jornada se culmina
y el mirlo de la piscina
ve a la sombra, echarse encima.
Esperemos que cambie rápidamente
ResponderEliminarRufino Barragan Cabanillas
OLIVO, CEPA Y ENCINA
ResponderEliminarOlivo, cepa y encina
e higuera del higueral,
pineda del Cornetal
y la Peña Buverina.
Ladera, monte y colina,
brisas de vientos y alientos,
sotaventos, barloventos,
han de pilotar la nave
que más la ruina no agrave
y haga grande a Cenicientos.
CENICIENTOS EN EL CORAZÓN
ResponderEliminarEs mañana grisácea en el pueblo,
de una lluvia que cae mansamente,
y un tañer de la campana doliente
sume a la calle en silencio y despueblo.
Es preciso y urge hacer un repueblo
que atraiga en cascadas a nueva gente
y vea un alba de nuevo creciente
al igual que yo lo canto y amueblo.
¿Qué versificaré por alabarte
y en versos épicos alto ascenderte
y sobre el mapa de España situarte,
e imperecedero así siempre verte,
pueblo corucho, sin cesar de amarte
hasta cubrirme el velo de la muerte?
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
Cuando me hallo en mi Parnaso
ResponderEliminaral levantar la mirada,
entreveo en el ocaso,
y en el crepúsculo el paso
de mi padre en plena arada.
LA URDIMBRE DEL TIEMPO
La urdimbre del tiempo obrando,
su paso por cuanto aflora
solo el recuerdo se añora
de cuanto fue dulce y blando.
Los años se van pasando
bien envuelto el embalaje,
el atavío y el traje
del camino recorrido
de cuanto amamos y es ido
y es figura del paisaje.
TRENZO MI CESTA DE MIMBRE
ResponderEliminarTrenzo mi cesta de mimbre
a lo largo de los días,
y eludo necias porfías
mientras prosigo la urdimbre.
A lo lejos suena un timbre
el de las mañanas frías;
fuego de mis poesías
hacen que mi vida cimbre.
Ya perdida la ambición,
que alenté en la juventud,
no hago nada que me altere;
ya no más contradicción
si a pesar de la inquietud,
todo pasa y todo muere.
La vaca os está mirando
ResponderEliminary os toma por invasores,
las otras están pastando
y el ralo pasto rumiando
degustando sus sabores.