Oktoberfest. Múnich
La Oktoberfest se viene celabrando en la ciudad alemana de Múnich, capital de Baviera, desde 1810, la primera vez se hizo para celebrar el casamiento del principe Luis I de Babiera con la pricesa Teresa de Sajonia. Y así desde entonces cada año se celebra esta fiesta que ha dado tanta fama a Múnich en el mundo entero. La fiesta comienza el 18 de septiembre y termina el 3 de octubre, aunque puede variar un día arriba o abajo, por ejemplo para el próximo año 2020 se celebrará desde el 19 de septiembre al 4 de octubre. La cerveza llega en carros tirados de caballos y la entrada a las carpas suele ser gratis, pero la cerveza y la comida hay que pagarla.
Con mi amiga Nür de Baviera
Tomando un maß
La medida durante la fiesta es la conocida como maß, una jarra de cristal que llega a pesar 2 kilos llena y en la que entra 1 litro, no se puede pedir menos. Son típicas las camareras que pueden llegar a portar hasta 12 jarras a la vez. El precio de la jarra de litro viene costando 10 o 11 €
Cada año se llegan a consumir durante la Oktoberfest unos 7 millones de litros de cerveza, paro tampoco la comida se queda corta y en los días que dura la fiesta los habitantes de Múnich y los visitantes, que se cuentan por millones, consumen 500.000 pollos asados y algunos cientos de miles de codillos y salchichas, vamos que aquí nadie pasa hambre.
Todas las carpas tiene su orquesta que ameniza la fiesta mientras la gente come y bebe, y cada cierto tiempo todo el mundo deja de comer, se levantan de sus asientos y brindan mientras cantan un estribillo que dice así;
Ein Prosit, ein Prosit der Gemütlichkeit,
ein Prosit, ein Prosit der Gemütlichkeit!
Schenkt ein, trinkt aus, schenkt ein, trinkt aus!
Y otra vez a comer.
Durante la fiesta de la Oktoberfest sólo se pueden servir estas seis marcas de cerveza; Hofbräu, Agustiner, Löwenbräu, Spaten, Hacker Pschorr, y Paulaner.
La explanada donde se celebra se denomina Theresienwiese y es un hervidero de gente que por la noche se transforma en una espectacular feria de luces y atracciones. Lo mejor es pasar todo el día dentro y visitar todo, merece la pena. Creo recordar que cierran sobre las 23 horas, un poco pronto para nuestra costumbre, pero los alemanes son muy estrictos en este aspecto.
Bueno, que lo tengáis en cuenta, y si os apetece, viajar a Múnich para vivir su mundialmente famosa Oktoberfest.
Ein prosit. Salud
Pincha en la dirección para el desfile, realmente espectacular.
Desfile inauguración Oktoberfest.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Vamos Pedro....que te estan esperando
ResponderEliminarMaria Álvarez Alvarez
No, ya terminó, y ahora toca esperar al 2020
ResponderEliminarPedro; Si te gusta la fiesta de la cerveza y el montañismo; entonces supongo que querras ir o habras ido a los Alpes Bavaros o zonas parecidas.
ResponderEliminarJuan de los Bosques
Fantástico y alegre relato y preciosas y coloridas fotos. Ein prosit.
ResponderEliminarMaría Consuelo Lajara
Si Juan, claro que he estado en los Alpes, pero hace tiempo que no los visito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias María Cosuelo.
ResponderEliminarEin prosit
LA FIESTA DE LA VENDIMIA
ResponderEliminarPeñas salen de la plaza
llevando acompañamientos
de unos festejos con traza
de la tradición que enlaza
al corucho Cenicientos.
De varas llevan el carro
por mulas encabezado:
que es reliquia y es bizarro,
y carro de cuando el barro
del pueblo era el decorado.
Cestos de mimbres antiguos
llenan de uvas maduradas
de unos racimos ambiguos
que unos con otras contiguos
aguardan a ser pisadas.
Ya en puertas de la bodega
la juventud bulliciosa
gran alegría despliega,
y nuestra Peña sosiega
la tarde otoñal ruidosa.
Marcha el carro con su carga
por coruchos flanqueado,
allá por la calle Larga
donde báquica se alarga
hasta el lagar del pisado.
En la plaza ya de nuevo
bailan sobre el escenario
el folclórico renuevo
de las cinturas de acebo
de los coruchos muestrario.
Rebosante y concurrida
y con ambiente festivo,
quizá en alguna medida
también fuera merecida
un homenaje a su olivo.
Siempre cepas y olivares,
hermanados por las manos,
y arropados por pinares
y efluvios de tomillares,
fraternizaron hermanos.
En Cenicientos nunca hubo
caciques ni latifundio,
y un ten con ten se sostuvo
y en paz siempre se mantuvo
viña grande y minifundio.
Pese a ser fiesta reciente
sin raigambre y sin memoria,
en su devenir la gente
tenga el corucho presente
ser ya parte de su historia.
HEREDEROS DEL LEGADO
Herederos del legado
viñador en tradición,
tenemos la obligación
de cuidar de lo heredado.
Se nos dejó encomendado
por nuestros antecesores,
y de ellos somos deudores
del cuidado de las viñas,
que otrora fueron campiñas
y el Lar de nuestros mayores.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
Qué bien te lo montas Peter.
ResponderEliminarAntonio C.
Es lo mejor que se puede hacer, viajar mientras se pueda.
ResponderEliminarUn abrazo.