Un rincón de Cadalso, un lugar de la infancia.
Pasadas unas décadas me encontré de nuevo con este espacio cadalseño, me senté, miré y regresé a otros tiempos y otra edad, todo es ahora diferente y a la vez idéntico, nada me extraña y todo me acerca a tiempos remotos, aquellos de la sencillez y la igualdad, de lo poco materialista y lo mucho de altruista, todo ha cambiado, pero sólo en nosotros los humanos, lo demás de una forma o de otra sigue siendo igual. Hoy nadie encuentra su camino, su lugar de paz y sosiego, antes ese lugar nos encontraba a nosotros, nos aliviaba para hacernos sentir la amistad anhelada. Debe ser que soy un nostálgico, es posible, más no se puede tener todo y lo que hoy nos llena también nos aisla de la realidad y lo cercano, así pasa que todo nos parece ser nuestro y nada del resto, serán los años, pufff, quién lo sabe.
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Alli hemos jugado todos mas o menos
ResponderEliminarAntonia Frontelo Morales
Antes, cuando era de tierra, se jugaba mucho más que ahora.
ResponderEliminarllaves con los alfilerillos
ResponderEliminarAntonia Frontelo Morales
Yo también soy nostálgica
ResponderEliminarMaria Antonia Hernández
Con este bonito relato me remonto al pasado cuando era pequeña y jugaba ahí a los alfileres y al Cantillo
ResponderEliminarSagrario Moreno Villarin
Preciosa foto buenas Tardes
ResponderEliminarAgustín Capitán Sanchez
Mi casa de los siete a los catorce años. Una bonita etapa.
ResponderEliminarMaría Hs
Gracias Zorro por recordar los lugares de nuestra infancia. La de veces que he jugado en el cementerio entonces de tierra.
ResponderEliminarMartiano
Gracias a vosotros por dedicar parte de vuestro tiempo al Zorro Corredero, pero mucho más a Cadalso.
ResponderEliminarUn saludo
EL PABILO DE LA VELA
ResponderEliminarEl pabilo de la vela
que parpadea temblando
es un amor empezando
que vuela tras una estela.
Nada el pabilo recela
y a medida que la mecha
en intensidad se estrecha
y va perdiendo el fluido,
es el juguetón Cupido
que se ha llevado su flecha.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho