lunes, 16 de septiembre de 2019

Ricardo Arruza HA MUERTO UN TORERO BUENO



HA MUERTO UN TORERO BUENO
En recuerdo de Ricardo Castrejón "Arruza"
 ( 19XX  +1999 )




Hace unos años pretendías encaramarte en lo más alto del escalafón taurino y, casi sin darte cuenta, donde te ibas encaramando era a lo más alto de los corazones de todos los que te conocíamos. Fuiste, más que un buen torero, un torero bueno. Un torero que se dejaba querer y quería tanto de manera incansable que la emoción le entrecortaba las palabras, un torero cumbre en lo humano y onírico en la vida, un torero figura del delicado toreo del sentimiento desgarrado, un torero con un duende gracioso que alegraba nuestra existencia a cada paso que daba. Un torero como los que a mí me gustan: de esos que se te meten con tanta fuerza en el corazón que no los echas ni a empujones.


Y soñaba. Porque, Ricardo Arruza, además de ser de Cadalso y venir arrollando, también era un soñador, como todo torero bueno que se precie de serlo. Lo sé porque a veces yo soñaba con él por los rincones de aquellos nobles atardeceres que nos venían de frente y por derecho, que nos venían dulces y cariñosos, que nos venían adornados con coplas bohemias y enamoradas. Con esos atardeceres amistosos Ricardo y yo nos sentábamos sobre una nube y dábamos audiencia a las fantasías más hermosas: “Una tarde de un sábado caluroso de julio tomó la alternativa en la plaza de su pueblo, Cadalso de los Vidrios. Como un milagro se nos apareció en la puerta de cuadrillas, le acompañaban a su izquierda Curro Romero, a su derecha Rafael de Paula. Sobre su capote de paseo llevaba bordado al patrón de su pueblo, regalo de sus paisanos; su mano derecha sujetaba la vieja montera con la que hizo su primer paseíllo y su mente abrigaba maravillosas esperanzas. Cruzó el ruedo con andar decidido y firme, llevaba estampado en su rostro un gesto feliz que se iba desvaneciendo buscando la emoción más sobrecogedora. Al romperse el paseíllo la gente que llenaba su plaza se puso en pie y le tributó la ovación más fuerte que nunca se haya dedicado a torero alguno en Cadalso. Correspondió saludando pausadamente y aspiró hacia adentro, hacia lo más hondo de su corazón aquel rumor que flotaba sobre sus sienes; ya jamás lo olvidaría y le serviría de dicha en los momentos duros, pensó para sí. Inclinó agradecido la cabeza y se precipitaron contra la arena un puñado de lágrimas que conmovieron a sus paisanos y a él le lanzaron en pos de lo sublime. Aquella tarde el pulso de sus muñecas se proyectó a los pliegues más sensibles de sus engaños y acabó embrujando a la plaza con un sentimiento arrebatadamente bello. Culminó aquella obra de arte con una estocada y un certero descabello y el público entusiasmado le otorgó las dos orejas. Estremecedoramente, entre abrazos y llantos, le izaron en hombros y en lenta procesión recorrieron el ruedo sembrado de flores, puros, sombreros, besos y la humedad que aún conservaba de sus lágrimas. Le pasearon como pasean a esa imagen cada 14 de septiembre que llevaba bordada en su capotillo grana. Después observé su silueta deslizarse bajo la puerta grande en medio de aclamaciones y pañuelos; al fin alcancé a ver como sus manos temblorosas se aferraban a las dos orejas y a la felicidad...”


En los toros de Cadalso con sus amigos.



Sobre la valla de La Corredera tomabas asiento en compañía de tu mujer y tu hija las noches festivas cadalseñas. Y seguías soñando con tus ojos melancólicos perdidos en el infinito... Tu hija Lorena salía corriendo a abrazar a mi hija Berta. Montse las seguía y las quería con la mirada, mientras decía a Paloma que la había visto por la mañana nadar sigilosa en la piscina. Al reencontrarnos siempre nos irradiabais cariño y alegría. Nunca una mala palabra ni un mal gesto. Siempre una sonrisa y una caricia. “-Moreno, -me decías- la cosa de los toros anda algo jodida”. “-Qué le vamos a hacer, Ricardo, -te respondía- no son muy favorables para el sentimiento los tiempos que corren.” Y asentíamos resignados los dos con un movimiento mutuo de hombros que no decía nada o decía mucho, según se mire.

Un niño grande que no sabía vivir sin el amor que era su juguete preferido se nos murió un atardecer de diciembre. La naturaleza volvió a errar (¡tantas veces ya!), dotándole de un corazón demasiado pequeño para poder albergar a tan ingentes sentimientos y, lógico, éstos le desbordaron una tarde que nevaba en Cadalso y por el mundo se lanzaban mensajes de bondad. A simple vista parecía uno de esos atardeceres nobles que nos venían de frente y por derecho para hacernos confidencias. Pero no era de esos, no; era de los traidores, de los que nos engañan poniéndose piel de cordero, de los que nos hacen pensar en lo cobarde, inútil y traidora que es esta vida, de los que con ellos sentimos desilusión, impotencia, injusticia, pena, rabia... 

Cartel de Huete en el año 1971 con Ricardo "Arruza" 



Junto a la admiración de todos los que te seguiremos queriendo y recordando, ya te acompañan para siempre aquella espada y aquel descabello que te ayudaban a soñar y a desgarrar la vida con innumerables estocadas de ternura. Los tendidos de tu plaza de toros, que no contempló tu postrer paseíllo pero si que te vio salir a hombros en sueños, rezuman una fina y tupida capa de rocío. No se distingue bien si son las gotas de los últimos fríos o sus lágrimas por la tristeza de tu ausencia. Y es que contigo, Ricardo, como con cada ser querido que nos deja, vamos enterrando con demoledor desconsuelo jirones de lo mejor de nuestra vida.



                               Miguel MORENO GONZÁLEZ


15 comentarios:

  1. Yo si me acuerdo como si fuera ahora mismo seguro que somos de la misma edad

    Antonia Frontelo Morales

    ResponderEliminar
  2. Una gran persona y excelente cadalseño.

    Mariano

    ResponderEliminar
  3. D. E. P

    Chelo Villarin Recio

    ResponderEliminar
  4. El de Cuvillla si de su hermana Mae Bel si me acuerdo perfectamente son de mi epoca

    Carmen Frontelo Morales

    ResponderEliminar
  5. Muy emotivo y bonito pedro, dentro de la pena, decirte que le has descrito muy bien, y muchas personas se sentirán orgullosas de tus palabras hacia un amigo, y amigos a si hoy ya casi no quedan, D.E.P. Ricardo te tenías que llamar, creo que ese nombre lo escoge Dios para los senadores y buena gente....

    Maria Rosario Caballero Lopez

    ResponderEliminar
  6. Sii

    Maria Antonia Hernández

    ResponderEliminar
  7. D. E. P

    Juani Robles Morillas

    ResponderEliminar
  8. D.E.P.

    Angela Serrano Posadas

    ResponderEliminar
  9. Era una bellísima persona yo mecuedo de el te reías con el

    Sagrario Carrillo Lago

    ResponderEliminar
  10. Una gran persona

    Valentín Frontelo García

    ResponderEliminar
  11. Una bellísima persona, amigo de sus amigos, buen marido y padre.

    Carmen Torres Perez

    ResponderEliminar
  12. Que buena persona. Gran torero y mejor camarero incluso.
    A. Acuña

    ResponderEliminar
  13. 👏👏👏👏....Es una pena que se nos fuera....una gran persona, pero el recordarlo como tú lo haces, es muyyyy bonito. Que Dios le tenga en su Gloria...y enhorabuena Miguel por tu "escrito"... Feliz salida y entrada de año nuevo. 😘😘😘😘
    José A. Álvarez G. de Guzmán

    ResponderEliminar
  14. Como siempre emotivo y cargado de sentimientos.
    Pepe Vázquez

    ResponderEliminar