FUEGO EN CADALSO DE LOS
VIDRIOS
El
rugir de los motores de los helicópteros e hidroaviones no cesa. Te acostumbras
a ello. Miro para identificarlos. Los hidroaviones son amarillos y rojos. Los
helicópteros son azules, rojos,
amarillos, verdes, blancos... Repostan agua en la piscina municipal o en las particulares. Y salen veloces de nuevo. Unos a
Lancharrasa, otros a La Muñana. Estarán agotados sus pilotos y ayudantes con
tanto trajín, tanta agua, tanta devastación... Al rato vuelven y repiten la
operación y yo torno a observarles y me pregunto sobre qué sentirán, qué pensarán de Cadalso, ellos que lo ven desde
arriba, a vista de pájaro, como a mí siempre me gusta verle.
Salen tan
raudos que su carga líquida va dejando un reguero, una estela de agua que cae
acá y allá. Es como si nos volvieran a bautizar a todos los cadalseños otra
vez. Tengo que subir con ellos, preguntarles, sentir lo que sienten ellos. Y
para que quieran a mi pueblo les contaré historias bonitas. Unas reales, otras me las inventaré para darles mayor emoción.
Mi madre ha hecho
amistad con los guardias civiles que impiden el paso por la carretera hacia Cenicientos. Les
ofrece agua, bocadillos, café... y
ellos la miran con un cariño
infinito. Se
preocupa por su relevo y les entretiene al caer la tarde. Esta mañana
aparecieron a las 7:00 h los de Telemadrid y
rápido les ofreció lo mismo. Y entonces van y la preguntan y la graban con una
cámara negra que lleva como un micrófono en bandolera. Y ella les cuenta sin
necesidad de preguntarla: "Lo peor era ver llorar a los hombres porque
querían salvar a sus animales." Y luego vuelve a lo suyo:
"¿Necesitáis algo?"
Fuera y dentro de las
casas huele a humo, a
pena, a desamparo... Hace un calor insoportable, asfixiante, hay diseminados
trocitos calcinados desprendidos de las cortezas de los pinos que se mezclan
con las pavesas. Al acabar el día,
toda esa mezcolanza se te agarra a la cabeza y te duele un poco. "¿Será
parecido a las erupciones de los volcanes?", se pregunta Paloma...
Pasé por el cementerio, el Cadalso de Arriba, de vuelta de mi
recorrido de inspección con mi bici (qué bien se está portando.) Medito que
nuestros antepasados deben estar inquietos, sobresaltados. Jamás vivieron nada
semejante. Si vieran a nuestra Peña Muñana exclamarían: "Dejarla en paz,
pirómanos, ella no os ha hecho nada. Es
nuestra. Nos protege y nos quiere." ¡Pobres, están tan solos alli..!
Los cadalseños salen solícitos de sus casas y se ofrecen a ayudar. Se sitúan expectantes y apesadumbrados en los lugares en los que antiguamente se tomaba el fresco. Como formamos parte de La Muñana, nos duele en nuestros corazones compuestos de sangre y granito. Y la miramos. Y como somos muy melancólicos, porque así nos creo ella, nos emocionamos. Y queremos abrazarla, abarcarla con nuestros brazos cadalseños.
Los cadalseños salen solícitos de sus casas y se ofrecen a ayudar. Se sitúan expectantes y apesadumbrados en los lugares en los que antiguamente se tomaba el fresco. Como formamos parte de La Muñana, nos duele en nuestros corazones compuestos de sangre y granito. Y la miramos. Y como somos muy melancólicos, porque así nos creo ella, nos emocionamos. Y queremos abrazarla, abarcarla con nuestros brazos cadalseños.
Ahora visita mi mente la famosísima
frase del "tío Pulgo": "¡¡¡No hay otra España como
la de Cadalso!!!" Sigue incesante el ruido de las aeronaves. Seguro que
a los
pilotos alguien les debió decir esa frase. Van más decididos a sus asuntos que son los nuestros... Se están jugando la
vida por Cadalso. Y los cadalseños ya siempre miraremos hacia arriba
buscándolos. ¡¡¡Cadalso es así!!!
Miguel MORENO GONZÁLEZ
Magnífico como siempre Miguel, resumen de lo avanzado en los días de zozobra.
ResponderEliminarMagnífico como siempre Miguel, resumen de lo avanzado en los días de zozobra.
ResponderEliminarEs muy hermoso. En tan pocas líneas se llega al corazón de todos los cadalseños y a los de toda la comarca. Qué bonito, qué solidario y qué hermoso recordar lo que habrán sentido nuestros muertos.
ResponderEliminarEsta unión que ha provocado entre todos este incendio, querrá el destino que nunca desaparezca de nosotros.
Luisa
Excelente como de costumbre, Miguel. A pesar de la tensión que habéis padecido los cadalseños, tú has sabido abstraerte lo justo para expresar lo que estaba acaeciendo con tu personalísimo modo de sentir.
ResponderEliminarCuando pase un tiempo, y los ánimos se vayan sosegando, seguro que nos dedicas algún, algunos, otro escrito narrando lo sucedido como si de una pesadilla se hubiese tratado aunque, desgraciadamente, te bastará con mirar a tu alrededor para descubrir que no ha sido un sueño.
Un abrazo para ti y para todos los cadalseños.
Luis Carlos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHasta de la catástrofe sacas lo hermoso, Miguel.
ResponderEliminarOjalá los daños no sean irreparables. Mil gracias a todos aquellos que ayudan en estas catástrofes. Ojalá puedan leer este homenaje que les haces.
Susana
No sabes como he lamentado el incendio de tu pueblo obra de hijos de... ignorantes o malvados. Mi pueblo es experto en incendios y todos los que estábamos en "el expertos en apagarlos", bien con cadenas humanas de cubos, bien con picos y azadas, bien con escobas, bien con lo que fuere. Y siempre eran obra humana. Buscad al c...y señaladle por la calle cada vez que lo veáis...es una medida eficaz...
ResponderEliminarLo siento, besos miles.
Chusa
Preciosas palabras para un momento tan duro
ResponderEliminarKira Garcia Lopez
Muy bonito, me he emocionado. No soy cadalseña pero paso bastante tiempo allí y también lloré al ver arder a la Muñana bonita. Ahora a trabajar y recuperarse!
ResponderEliminarYoli González
Muy bonito
ResponderEliminarConchi Moreno Rodriguez
Muchas gracias por vuestro magnífico seguimiento del incendio. Hemos estado en casa pendientes de vuestros escritos. Muchas gracias y un fuerte abrazo a Paloma, a ti, y a toda vuestra familia y a ese pueblo, que sin ser de él, nos hacéis amarle. Cadalseños os queremos.
ResponderEliminarPilar y Carlos
LA PEÑA DE CENICIENTOS
ResponderEliminarEs amazona de yelmo y cimera
y milenaria testa coronada,
reinando sobre el valle indisputada
nuestra inigualable Peña Buvera.
Usó loriga y tizona guerrera
y cota de malla en luna engastada
y yegua indómita de una yeguada
que pastaba indócil por la ladera.
Y cuando los coruchos se asentaron,
y el valle lo alfombraron de viñedos
y a esta tierra fértil fecundaron,
las armas ocultó entre los roquedos
y las manos hercúleas mostraron
el ramo de un olivo entre los dedos.
HIMNO A CENICIENTO
Si dotado yo estuviera
de inspiración y talento,
por las nubes te pondría
pueblo de luz y viñedos.
Aureola de las brisas
se desprenden de tus cerros,
introduciendo en tus casas
al tomillo y al romero.
Bajan de las Peñas bajan
estrellas en movimiento,
y manadas con los toros
que en tu plaza lidias luego.
Suben a las Peñas suben
nuestros pies, halos ligeros
buscando desde la cumbre
escala que lleve al cielo.
Llanos buscan, buscan llanos
de nuestros pies el sendero,
cuando sobre los pinares
solloza y susurra el viento.
Soles piden, piden piden soles
en el calor agosteño,
cuando la afición corucha
se reinventan en toreros.
Conos y tinajas piden
para el mosto vinatero,
que fama ha dado a tus vinos
allende de nuestro pueblo.
Nuestro corazón se ensancha
sin cabernos en el pecho,
viendo los cielos coruchos
en las alas de los vientos.
Cielos que los compartimos
con cuantos vienen viajeros,
paseando en nuestras calles
y sienten a Cenicientos.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
Aunque duele y el corazón se encoje con cada frase. Que hermoso es leer lo que el pueblo de Cadalso y sus gentes tuvimos que pasar , durante esas horas agonicas y expectantes ante lo que nuestros ojos veían y se negaban a creer lo que estaba sucediendo. Gracias a esos héroes por su labor titánica y lucha incansable contra el peor incendio vivido.
ResponderEliminarMaría Jesús Seijo Vila
Gracias a todos. Porque todos somos un corazón común cadalseño. Es un orgullo grande, muy grande, ser o sentirse cadalseño. Pienso que el pueblo debería hacer un reconocimiento popular a esa gente que nos ha ayudado, protegido y salvado. Aunque fuera simplemente brindar un viernes, o un sábado por la tarde, en La Corredera a su salud y aplaudirles, abrazarlos como cuando gana Cadalso y emocionarnos con ellos. No es necesario nada más. ¡Cadalso es así!
ResponderEliminarPero, por favor, que no aparezca ningún político, ya cansan...
Cómo estáis? Espero que ya fuera de peligro, hoy he llegado a Piedralaves desde Madrid y no he visto nada., Bueno helicópteros y bomberos, pero no s ve nada de humo, ni el incendio desde la carretera. Estamos con vosotros ♥️
ResponderEliminarCristina García
LOS MORALES DEL BATÁN
ResponderEliminarSubíamos en cuadrilla,
muchachos de la Plazuela,
con la alegría que vuela
sobre el moral cuando brilla.
Y entre ramas que agavilla
las moras y nos espera,
sobre el mástil que abandera
nuestra llegada impacientes,
como fieles penitentes
escalando su madera.
Entintada nuestra cara
con la sangre de las moras,
en las confortables horas
cuando el sol alumbra y dora.
Caminando sin demora
en la tarde sosegada
del pastor en la majada,
la vertedera en reposo
donde el campo es tan hermoso
que la vida aquí es sagrada.
Como Eccehomos sangrantes
de nuestras madres decires,
"¡no me mires, no te mires
que vaya facha y semblantes!".
Mas los nautas navegantes
pusimos proa a la vida
sintiendo la acometida
del vigor de lo que nace,
y en los morales subyace
nuestra infancia allí acogida.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
Como siempre fabuloso que fin de semana Dios que pena
ResponderEliminarFantástico relato Miguel. Perfecta descripción de los momentos de angustia y desasosiego, pero también y afortunadamente de solidaridad. Enhorabuena!!
ResponderEliminar