Excursión a los Toros de Guisando
A mediados de los 60 se realizó una excursión a los Toros de Guisando, el organizador no fue otro que Don Jesús Haro, y aunque hacía mucho viento, de hay los pañuelos en la cabeza de las mujeres, todos disfrutaron del día y de las bromas. Muchos conoceréis a los protagonistas de la foto, algunos ya con afición taurina, véase la pose a la izquierda, y a ese otro que se tapa los ojos para no ver la embestida. Lo que puede dar de si una foto. Ya iremos descubriendo quiénes son los que aparecen en la foto.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Mensajes:
Marisa Garcia Alvarez Hay está mi madre
Ana Diaz Bonita foto y la excursión no sera muy lejos jaja
Zorro Corredero de Cadalso de los Vidrios Lo pone, Toros de Guisando
Mariano Muy buena Zorro
Ana Diaz Zorro Corredero de Cadalso de los Vidrios ya ya si lo he leido por eso he dicho que no era muy lejos jajaja
Chelo Villarin Recio Bonita foto no había nacido Pedro
Pilar Calvo Villarín Que fuerte no conozco a nadie
Zorro Corredero de Cadalso de los Vidrios Pues son todos conocidos, entretente un poco y verás como los conoces. Tienes que ir ampliando.
Javier Castrejon El Pope, Carmen la fontanera, Nata y su hermana. Los arrieros Paco, Conchi y Maxi y su mujer, la Perica...
Sagrario Moreno Villarin Preciosa y nostálgica foto yo conozco a bastantes Mari Merce Luisi las hermanas Mari Grego y Espe también creo reconocer a Catalina conocida por nosotros como cata y algunas más
Maria Rosario Caballero Lopez Eli carlevaris, Carmen la arriera, Nata, las Aguado, Tere la perica, y las otras nombradas,
María G. HS Mucha gente querida hay en esa foto.
"¿Cuándo se van a dignar
ResponderEliminartapar hoyos y regueros?",
y así poder caminar
y los coches circular,
a Pelahustán volanderos.
LA PRIMERA EXCURSIÓN QUE HICIMOS EN LA ESCUELA
Desde nuestra escuela fuimos
muy contentos de excursión
y tanto fue lo que vimos
que años fue de evocación.
Salimos muy de mañana
en autocar de epopeya,
viendo desde la ventana
como un friso de Pompeya.
Las labores naturales
propias de los campesinos,
el cuidar de los parrales
que producen buenos vinos.
Un trabajo conocido
y en nosotros no infrecuentes
pues los hemos ejercido
desde que nos salen dientes.
Fue nuestra primer parada
en los Toros de Guisando,
buen comienzo de jornada
y aguardar lo por llegando.
El maestro muy pausado
nos fue contando una historia,
todo muy bien sonsacado
del libro de su memoria.
Habló de un acuerdo o pacto
celebrado entre unos reyes,
y solemnidad de un acto
patentado en unas leyes.
Con la lección aprendida
por el que quiso aprenderla,
reanudamos partida
con la intención de leerla.
Llegamos al Escorial
y entramos al Monasterio
siendo sus salas caudal
de belleza y de misterio.
Recorrimos aposentos
mirando las armaduras,
muchachos de Cenicientos
con asombro de criaturas.
Y nuevamente el maestro
dijo que los caballeros
ocultaban el espectro
de cuando fueron guerreros.
Que don Felipe segundo
vagaba por las estancias
imperando sobre el mundo
con cara de circunstancias.
Que construyó el edificio
al ganar una batalla,
con el mayor artificio
que en todo el orbe se halla.
Y al decaer el Imperio,
donde el sol no se extinguía,
el Caudillo también serio
a la Patria engrandecía.
Y nos fuimos a ver su obra
poco hacía inaugurada,
que gran importancia cobra
en la España actualizada.
El maestro nos dio el nombre:
El Valle de los Caídos,
y obra dijo de un gran hombre
que nos tiene guarnecidos.
Ascendimos escaleras
de una cumbre de montaña,
descubriendo unas laderas
con muchas telas de araña.
Ya en la ciclópea cruz
vimos los Evangelistas,
donde se posaba luz
propagada por artistas.
A la imponente Basílica
la recorrimos entera,
y leían una Encíclica
y el maestro explicó que era.
De nuevo en el autocar
directamente a Madrid,
viendo pueblos al pasar
y sobre Babieca el Cid.
Vimos la Plaza de Oriente
frente al Palacio Real,
y ocultándonos de gente
aportamos el caudal.
De las bolsas cinco duros
fuimos todos aportando
y en unos puesto oscuros
en golosinas gastando.
El día fue memorable:
Cuanto vimos y aprendimos,
lo vivido inolvidable
todo cuanto recorrimos.
Supimos geografía
y algo de historia de España,
y hasta una fotografía
nos dieron de una cabaña.
Y poseídos por fiebres
cantamos cosas muy finas,
"¡por el mar corren las liebres,
por el monte las sardinas!".
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho