martes, 16 de abril de 2019

La Virgen Dolorosa de Cenicientos



Virgen Dolorosa de Cenicientos



La Virgen Dolorosa sale en procesión de la Iglesia de San Esteban Protomártir en Cenicientos. La escena se desarrolla durante la Semana Santa de 1955 momentos antes de la procesión, y la suerte fue que un enorme y querido personaje por todos los coruchos y amantes de la fotografía, estaba ahí para dejar constancia del momento vivido, me estoy refiriendo a Luis Ayuso, polifacético personaje que nos ha legado una enorme colección de fotografías de su querido pueblo de Cenicientos. 



Muchas gracias 


Zorro Corredero
Foto: Colección Luis Ayuso


Mensajes:

Josefina Diaz Sanchez Nosotros la decimos la Dolorosa
Mari Feli Pérez Fermosel Pedro se llama Dolorosa
Mari Feli Pérez Fermosel Gracias por tu reportaje
Mari Feli Pérez Fermosel Luis Ayuso es mi tio
Loli Diaz Zurdo Aquí es la DOLOROSA
Zorro Corredero de Cadalso de los Vidrios No lo sabía. Ya he cambiado el nombre, Gracias.
Ana Diaz Que guapa mi dolorosa
María Consuelo Lajara Bonita foto y preciosa Virgen

Alberto Ayuso Gracias Pedro por el Gran Homenaje que le haces a mi Padre.Para el,aparte de su familia,Cenicientos era lo mas querido como demostró a lo largo de toda su vida.
Zorro Corredero de Cadalso de los Vidrios Las gracias hay que dárselas a él, porque nos ha dejado un enorme e irrepetible legado. Viendo las fotos pienso que fue un adelantado a su época.
Un abrazo






3 comentarios:

  1. Muy bonita y evocadora foto. Enhorabuena a Luis Ayuso.
    Miguel Moreno González

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  2. Gran decepción los Ayuso
    para mí representaron,
    y el poeta fue un iluso
    que aún se encuentra confuso
    por lo mal que le trataron.


    EL POZO PERAL Y SU FUENTE

    A LUIS AYUSO, pues sin su foto
    éste soneto nunca se habría escrito.


    Recreaos pues ya es figura ausente
    al contemplar esta fotografía
    que antañona formó la orografía
    de los llamados Prados de la Fuente.

    Os recuerdo a coruchos del presente
    de Cenicientos su geografía,
    que en estos lares era el día a día
    de la trilla dentada con su diente.

    Miríadas aquí eran las hacinas
    e innúmeras las filas de botijos
    que calmaban la sed de la caterva,

    de vencejos y alegres golondrinas
    y en galopines eran escondrijos
    cuando el cenit del sol la parva enerva.


    SANTIAGO LIZANA
    A Fernando Ayuso

    Cuando se tiran los dados
    caprichosos de la historia,
    a unos aguarda la gloria
    y a otros dados trucados.

    Un hombre sencillo y parco,
    trabajador y ordenado,
    se vio de pronto abocado
    a salirse de ese marco.

    En la España turbulenta
    previa a la guerra incivil,
    él era un hombre civil
    al que arrastró la tormenta.

    Quizá sin tener ideas
    políticas concebidas,
    ni pensadas, ni nacidas,
    y por tanto nunca aireas.

    Y a su pesar se vio inmerso
    entre el barro de trincheras
    de las sangrientas goteras
    de épica gesta sin verso.

    Y una vez movilizado
    en defensa de Madrid
    Babieca y Tizona el Cid
    les dejó encomendado.

    Y en los terribles combates
    que frenó a los sublevados,
    a su lado atrincherados
    aplacaron los embates.

    Y la lira del poeta
    del Alberti gaditano,
    voló desde el altiplano
    al páramo en la meseta.

    Y Madrid fue desde entonces
    la capital de la gloria,
    y entró de lleno en la historia
    y su heroicidad en bronces.

    Junto a héroes anónimos
    allí se hallaba Santiago
    entre la sangre del lago
    que tuvo tantos topónimos.

    Se batió en Guadalajara
    en días de lluvia y bruma
    contra italianos de espuma
    que al Duce empaño la cara.

    Y después lo consabido:
    vino la amarga derrota,
    y en los cementerios flota
    de la pólvora el sonido.

    Cárceles y represiones,
    sin pan, sin lumbre y con hambre,
    y exiliados con raigambre
    parias en otras naciones.

    Y los que dentro quedaron
    como Santiago Lizana,
    sin un hoy y sin un mañana
    ataron y amordazaron.

    Y en posguerra interminable
    la suerte de los vencidos
    compartió con oprimidos
    en espera inacabable.

    Mas inopinadamente
    un resquicio de esperanza
    asentado en su balanza
    le hizo vivir nuevamente.

    Pues trabajando entre flores,
    convertido en jardinero,
    se vio de nuevo campero
    siendo sus años mejores.

    Y vuelto al pueblo natal,
    al diáfano Cenicientos,
    sus allegados contentos
    le acunaron maternal.

    Y en su casa del Cerrillo
    muy feliz se halló Santiago,
    sin que en él hiciera estrago
    bilis ni rostro amarillo.


    LA NORIA DEL TÍO JOAQUÍN

    En el Juncar una noria
    los cangilones subía,
    y su agua se vertía
    en reguera con historia.
    Y aposenta mi memoria
    voz del tío Joaquín,
    del que me sentía afín
    porque historias me contaba,
    y paciente me enseñaba
    a amigar con un mastín.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  3. Gracias Pedro por el Gran Homenaje que le haces a mi Padre.Para el,aparte de su familia,Cenicientos era lo mas querido como demostró a lo largo de toda su vida.


    Alberto Ayuso.

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