sábado, 16 de marzo de 2019

Inauguración VIII Feria del Vino CADALVIN Cadalso de los Vidrios





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  1. IBAN MULAS MULERAS

    Iban mulas muleras
    de poderosas ancas,
    cargadas de maderas
    hasta las mismas trancas.

    El barro les llegaba
    hasta los corvejones,
    cuando la uva llenaba
    esparto de serones.

    Cargaban sobre el lomo
    jinete y vertedera,
    y en la viña del pomo
    romano de mancera.

    En época de saca
    los haces de los trigos,
    y montones de alpaca
    y las paseras de higos.

    Después tirar de trilla
    aparvando la parva,
    del trillador la silla
    y a mieses las aparva.

    Acarrear el grano
    y cargar con la paja,
    cuando el sol del verano
    con el sudor la alhaja.

    Su estiércol aprovecho
    para abonar los campos
    que ilumina el barbecho
    a la luz de los lampos.

    Mulas riadas de mulas
    a hogar dieron sustentos
    de frente o a reculas
    de agros de Cenicientos.


    VUELA EL TAMO DE LA PARVA

    Vuela el tamo de la parva;
    la tarde cayendo está
    y el sol se aleja y se va
    barbeándose la barba.
    La mula impaciente escarba,
    y desprovista de arreos
    comienza a dar cabeceos,
    y a la cuadra se encamina
    al pesebre que culmina
    el ansia de sus deseos.


    SI HOMENAJE SE RINDIERA

    Si homenaje se rindiera
    a bestias de arada y carga,
    una estatua ancha y larga
    la mula se mereciera.
    La viña lo agradeciera
    y el barbecho en sus cimientos,
    y los buenos sentimientos
    de los coruchos de antaño,
    del pastoreo y rebaño
    de campos de Cenicientos.


    EL GAZPACHO DE LOS POBRES
    A mis padres

    En las ardorosas tardes de siega
    y en las no menos de agobio de trilla,
    surcaba el cielo la franja amarilla
    y el cansancio se batía en repliega.

    La manta extendida el mantel despliega,
    y el suelo era nuestro asiento de silla,
    y en la tarreña está la maravilla
    cuya visión nos inunda y anega.

    La pueblerina cuchara en madera,
    y en la tarreña el humilde gazpacho,
    la paz sublimando la parva en la era,

    y uncidos triscan la mula y el macho
    y un lienzo que enmarcó y fue la frontera
    de infancia pobre y feliz de un muchacho.


    LA VENDIMIA DE LOS NIÑOS JORNALEROS

    Impúberes argonautas
    sobre las cepas esbeltas,
    las navajas cortan sueltas
    de los infantiles nautas.
    Sin chirimías ni flautas
    en busca del vellocino
    del oro del tinto vino,
    de las cepas el racimo
    nos daba el valor y animo
    de forjar nuestro destino.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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