Pedro Duerme. Cenicientos.
Sierra Oeste de Madrid.
Peña de Cenicientos
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Esta ruta viene descrita en la guía de José Martínez Hernández, Las 100 cumbres más prominentes de Madrid.
Según se indica en la mencionada guía, la cumbre de Pedro Duerme tiene una altura de 926 metros y una prominencia de 126 metros.
Está ubicada en el término municipal de Cenicientos, Madrid y se puede acceder a ella desde la carretera M-547 (según Google Maps) o carretera M-545 (según el mapa topográfico del IGC) que une los términos de Cenicientos e Higuera de las Dueñas. Se puede estacionar el coche en las coordenadas 40.256682 -4.516383 de la citada carretera, donde existe una pequeña explanada que permite aparcar dos o tres vehículos, y se encuentra a la derecha viniendo desde Cenicientos, justamente antes de llegar a una curva a la izquierda.
Según se indica en la mencionada guía, la cumbre de Pedro Duerme tiene una altura de 926 metros y una prominencia de 126 metros.
Está ubicada en el término municipal de Cenicientos, Madrid y se puede acceder a ella desde la carretera M-547 (según Google Maps) o carretera M-545 (según el mapa topográfico del IGC) que une los términos de Cenicientos e Higuera de las Dueñas. Se puede estacionar el coche en las coordenadas 40.256682 -4.516383 de la citada carretera, donde existe una pequeña explanada que permite aparcar dos o tres vehículos, y se encuentra a la derecha viniendo desde Cenicientos, justamente antes de llegar a una curva a la izquierda.
Nos ponemos a andar, retrocediendo unos metros por la carretera en dirección a Cenicientos, y antes de llegar a una curva a la izquierda, vemos una puerta metálica a nuestra derecha. Este es el momento de abandonar la carretera y tomar un senderillo que sale a la izquierda de la puerta.
Caminamos en dirección este por lo que parece un sendero y al llegar a una vides que están abandonadas, giramos a la derecha en dirección sur.
Más adelante encontramos los restos de lo que posiblemente fue una choza de piedras.
Atravesamos una vieja pared de piedra que en el pasado debió delimitar distintas propiedades y que hoy todo parece muy abandonado, pues han surgido árboles entre las viejas vides.
Más arriba, atravesamos un bosquecillo y continuamos en dirección sur-suroeste.
El camino no está apenas marcado, pero estando atentos a los hitos de piedra que de tanto en tanto nos vamos encontrando, vamos avanzando.
Caminamos en dirección este por lo que parece un sendero y al llegar a una vides que están abandonadas, giramos a la derecha en dirección sur.
Más adelante encontramos los restos de lo que posiblemente fue una choza de piedras.
Atravesamos una vieja pared de piedra que en el pasado debió delimitar distintas propiedades y que hoy todo parece muy abandonado, pues han surgido árboles entre las viejas vides.
Más arriba, atravesamos un bosquecillo y continuamos en dirección sur-suroeste.
El camino no está apenas marcado, pero estando atentos a los hitos de piedra que de tanto en tanto nos vamos encontrando, vamos avanzando.
Al llegar a la cota de los 900 metros giramos a la derecha, dirección oeste, encontramos en primer lugar con una cumbre, con bonitas vistas, pero que pasado un primer momento, llegamos a la conclusión de que no se trata de la cumbre de Pedro Duerme, pues esta última cuenta con un vértice geodésico del Instituto Geográfico y Catastral.
Cumbre de Pedro Duerme
Continuar en dirección oeste por el bosque y pronto podremos ver el vértice geodésico entre las espesura del bosquecillo.
Desde la cumbre se puede disfrutar de unas bonitas vistas de toda la zona, la Sierra de Gredos un poco más allá, e incluso las cuatro torres del Paseo de la Castellana de Madrid.
Para descender de la cumbre y volver al coche, José Martínez propone regresar por el mismo camino de subida, sin embargo, nosotros hemos preferido alargar un poco más la excursión y hemos vuelto dando la vuelta por detrás, por lo que hemos continuado con dirección suroeste por toda la cota de los 900 metros, para luego girar a la izquierda en dirección sur para llegar hasta llegar a la Vereda del Helenchar, donde giramos a la izquierda.
Primer tramo del Valle del Tiétar
Más adelante volvemos a girar a la izquierda al llegar al Camino Real que se trata de una pista ancha.
Valle del Tiétar.
Ya sólo resta algo menos de medio kilómetro para llegar al punto donde iniciamos el recorrido.
La ascensión es fácil, aunque no existe en la subida y en buena parte de la bajada un camino bien marcado, por lo que es necesario estar muy atentos e intentar subir por donde vemos indicios de sendero, y estar atentos a los hitos de piedra, pero al estar lejos unos de otros, es fácil perderse alguno.
Para ampliar la información, consultar:
Valle del Tiétar
Zorro Corredero
Fotos: Jorber
A ver si me enseñas alguna ruta de Cadalso
ResponderEliminarJuan Jose Villalba Rodriguez
Ya preparamos una salida. Primero a la Peña Muñana de Cadalso, luego cualquier otra cumbre.
ResponderEliminarNo tenía fichada esa montañita. Habrá que hecharla un vistazo.
ResponderEliminarRicardo Fernández del Blanco
Es pequeña en altitud, pero grande en buenos paisajes.
ResponderEliminarDe eso estoy seguro.
ResponderEliminarRicardo Fernández del Blanco
Zorro Corredero de Cadalso de los Vidrios , me parece una idea genial
ResponderEliminarJuan Jose Villalba Rodriguez
Buen reportaje Zorro.
ResponderEliminarMariano
Pedro todo lo recorre
ResponderEliminarsin encubrir escondrijo,
y hará que el tiempo no borre
ni la desidia desborre
que Cadalso dio tal hijo.
EL CANTO A CENICIENTOS
En la cuña introducida,
de abulenses y Toledo
está el pueblo y su viñedo
sostenimiento de vida.
La cepa fue mantenida
como diosa en los altares
y las uvas en lagares
corría rojo su mosto
por el canalillo angosto
como el agua de los mares.
Con gentes acogedoras
transitando por las calle
hacen ameno este valle
de las coruchas auroras.
Armonía de las horas
transcurren de forma lenta
si el espíritu aposenta
apego por el sosiego
del que harto de trasiego
vida tranquila le tienta.
Quien nos visita se queda
y si se va siempre vuelve
cuando la brisa le envuelve
del arcón de su almoneda.
Paseante en la vereda
viendo la vida que pasa
hace trasvase y trasvasa
olvido de su paisaje
y se siente paisanaje
y cimenta aquí su casa.
Siempre impera aquí la calma
y el horizonte apacible
que se bebe y es bebible
como néctar en el alma.
Aparejo que es la enjalma
de sus pocos animales
otrora en los herbazales
abundaban los rebaños
pero el paso de los años
los mantiene terminales.
Que más decir de su Peña
a la que enaltezco tanto
y con mis versos la canto
y de mi rima se adueña.
Sostengo que es nuestra enseña
y la base del futuro
y aunque yo yerto y oscuro
cuando el suceso acontezca
el poema permanezca
y ser cierto lo que auguro.
¡Tomad, os presto mis ojos
y su enfoque en la llanura
y abridlos en herradura
con que aparta los abrojos!
No reparad en rastrojos
y veréis a don Quijote
que con Rocinante al trote
va por tierras de la Mancha
gritando:¡Castilla es ancha
y se me atufa el bigote!
Y si tornáis la mirada
nuestra capital Madrid
y cabalgando va el Cid
en la alta madrugada.
Y en la noche despejada
he visto un cielo de bruma
flotando como la espuma
desde la Peña las luces
polucionando de bruces
a Madrid con que lo abruma.
Y de la Peña bajando
al pasear por el llano
la Dehesa es un rellano
por el cual ir divagando.
Los coruchos paseando
por la estrecha carretera
ven en el cielo una esfera
límpida de aire tan puro
que su clima es un seguro
de naturaleza austera.
Pinares,huertos y encinas
viven en el horizonte
y la quietud en el monte
e higueras en las retinas.
Visitante que caminas
y buscas vida apacible
y de vivir lo indecible,
el pueblo de los coruchos
tiene en alicientes muchos
para hacértelo factible.
Y hablamos aquí un lenguaje
ingenioso y cervantino
junto al amor de su vino
colofón de un buen viraje.
Y habrás hecho un maridaje
con la estrella de los vientos
que aseda los movimientos,
de nuestros recios olivos
que muestran sin paliativos
el alma de Cenicientos.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
Muchas gracias Saturnino por los poemas que nos regalas.
ResponderEliminarUn abrazo
Estimado "Zorro"; toda la vida llevo viendo en los mapas topograficos del ejercito esa cumbre llamada Pedro duerme; y por mí afición a la historia de los pueblos y a la etnología; siempre me pregunte que por qué se llama así. No sé si habrá algún parecido con algún hombre durmiendo igual que en la montaña de la Mujer muerta. En mi cabeza inventé una pequeña leyenda que me imaginé que decía que por alli "un pastor o vecino desapareció y lo encontraron al cabo de muchos días y parecía muerto; pero se despertó y los que lo encontraron gritaron a los otros vecinos que estuvieran tranquilos que Pedro no está muerto; que Pedro duerme". ¿Sabes o sabe alguien que conozcas el verdadero origen del nombre de esta montaña?. Saludos!
ResponderEliminarJuan de los Bosques
Juan , siento no poder contestar a tu pregunta, siempre he conocido esta cumbre de Pedro Duerme, pero nunca he sabido por qué la llaman así. A ver si lo leen en Cenicientos y alguien sabe el origen del nombre.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Pedro. Un abrazo.
ResponderEliminarJuan de los Bosques
Muy bien explicado,y no saldran algún perro
ResponderEliminarRosa Foncuberta López
Es una belleza la sierra de Cenicientos
ResponderEliminarMagdalena Martín Moreno
Es una maravilla que conozco muy bien
ResponderEliminarMercedes Martin Moreno
Hola Pedro preciosa fotografía un saludo
ResponderEliminarAurora Ferrera Ruiz
Precioso mi pueblo
ResponderEliminarAna Díaz Gónzalez
Yo no se si pedro dormía o no eso en los libros de el Ayuntamieto vendrá pero creo que la peña tiene 1.2oo metro de altura creo
ResponderEliminarAna Díaz Gónzalez