sábado, 19 de mayo de 2018

Peñalara. Canal Ezequiel 80 M. 45º. Zona Bordillos





La Canal Ezequiel es un corredor de unos 80 metros y un máximo de 45º de inclinación. Se encuentra en la zona conocida como Los Bordillos de Peñalara y no presenta ninguna dificultad para su ascensión. Es fácil de identificar porque existe un bloque de piedra  justo al principio, este bloque está situado en medio de la canal y para ascender se puede dejar el bloque tanto a un lado como al otro, en esta ocasión lo dejamos a la derecha.
Para llegar hasta aquí debemos tomar el sendero que nos lleva a la laguna Grande de Peñalara, y una vez que llegamos al lugar donde se ve la caseta y el Circo de Peñalara se toma el puente de madera que tenemos a la derecha según subimos, puente que salva el Arroyo de la Laguna y que lleva a la zona de la laguna de los Pájaros, un cartel así lo indica. En invierno puede estar medio tapado, aunque lo suelen limpiar. Una vez pasado el puente, el sendero sube hasta dar vistas a un lugar llamado las Cinco Lagunillas, se ven un poco más abajo, pero aquí debemos abandonar el sendero que gira a la derecha y subir rectos hasta llegar a la base de la zona de Los Bordillos. Una pala de nieve nos lleva hasta la canal de Ezequiel, que está partida por un bloque. Una vez aquí podemos elegir cualquiera de los corredores existentes, hay cinco y ninguno supera los 50º de desnivel. Una vez superado el corredor, salimos a una meseta que hacia la derecha nos llevaría a la cumbre de Peñalara, pero si giramos hacia la izquierda, enlazamos con el sendero normal de subida  a Peñalara, que nos depositará en el camino de vuelta a Cotos.   


    Cabezas de Hierro






    Circo y laguna de Peñalara

    Laguna de Peñalara, todavía helada.

    Refugio Zabala

    Primer tramo de Cuerda Larga.



    Entrando en la canal


    Comienzo de la canal.







    Hacia la mitad suele coger el máximo desnivel, unos 45º

    La canal se estrecha casi el la salida



    Un pequeño acompañante

    Aquí más de cerca.










    Llegando a la meseta








    Regreso a Cotos

    Cumbre de Peñalara


    Otro acompañante

    LLegando a Cotos

    La Venta Marcelino

   Alivio para los pies.


    Y de nuevo Madrid, la Gran Vía, Cibeles, que diferente puede ser todo con unos pocos kilómetros      de por medio.



Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

10 comentarios:

  1. DON BENITO PERÉZ GALDÓS

    Don Benito de joyería habla en sus novelas
    dos joyerías y a un taller conoce y cita.
    Al taller con frecuencia acude sube y visita,
    buscando al personaje en zahúrdas y plazuelas.

    En Mayor está Sampér con su reloj de arena.
    A su puerta paran los postillones carruajes.
    Entran encumbrados y elegantes personajes
    y Juanito Santa Cruz se surte en Ansorena.

    Y del taller de Río Pérez conoce y sabe,
    joyero de la popular infanta "La Chata",
    clienta regia y cordial vivaz de provecho y grata,
    a la que diligente atiende solemne y grave.

    Observa a los plateros de Postas y Carretas
    y desfilar por Sol los rebaños de la Mesta.
    Es su hora de comer y de dormir la siesta
    en aquel Madrid de más reales que pesetas.

    Le gustan las tiendas de oropel y pacotilla;
    ya declina y le avanza implacable la ceguera,
    sin poder visitar al santo en la pradera
    y tembloroso para, ante aquello cuanto brilla.

    Peréz Galdós insigne novelista en la Historia:
    Estupiña y Aracíl, Jacinta y Fortunata,
    Nazarín en Móstoles, la ruta de la plata.
    ¡ Te leo y te releo y enaltezco tu gloria!

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  2. EL ENGASTADOR, EL BRILLANTE DE TRES QUILATES,
    EL GALLO Y LAS VECINAS

    Suceso es real y cierto,
    en Madrid y en pleno centro,
    también el engaste incierto
    y un gallo se cuela dentro.

    Retirándose a comer
    un colega al mediodía,
    desguarneció en su taller
    brillante de gran cuantía.

    Quedó solo en la bandeja
    sobre la pulcra pastera,
    sin emitir una queja
    y en silencio la astillera.

    Por una ventana abierta
    desde el patio de vecinos,
    inició una descubierta
    un gallo de los más finos.

    Con un corto y torpe vuelo
    se encaramó en el dintel,
    aterrizando en el suelo
    que le sirvió de escabel.

    La ronda ya comenzada
    entre oteo y cabildeo,
    el fulgor de llamarada
    le deslumbró en su paseo.

    Y aquel gallo pretencioso,
    viendo en él su vivo espejo,
    cacareó majestuoso
    retratado en su reflejo.

    Y con recio picotazo
    el brillante se tragó
    y fue lazada y fue lazo
    que la vida le costó.

    Al gallo vio la sirvienta
    de un prócer del principal,
    que fregoteaba lenta
    entre arrobo virginal.

    Llegado el desventurado
    espeso tras la comida,
    con un grito desgarrado
    exclamó:"¡hostias mi piedra huida!".

    Y encorvado por el suelo,
    escudriñándolo a gatas,
    blasfemaba contra el cielo
    entre tallas de oro y plata.

    Acudieron las vecinas,
    el prócer y su sirvienta,
    se despoblaron cocinas
    y bizcaba una asistenta.

    Bulla, bullanga y dislate
    y cónclave en la escalera
    y exponiendo escaparate
    una moza ventanera.

    Salió el gallo a la palestra,
    quien oculto en un rincón,
    con una llave maestra
    el prócer dio defunción.

    Un cuchillo por ensalmo
    apareció en una mano,
    y sin letanía y salmo
    le abrió en canal un profano.

    Y el brillante apareció
    verdad que un poco manchado,
    pero fúlgido lució
    en solitario engastado.

    Pues el Madrid de posguerra,
    el de las hambres caninas,
    y tiestos colmos de tierra
    criaba gallos y gallinas.

    Y tal vez como anticipo
    de tiempos que se avecinan,
    colegas os participo
    si a lo mismo nos conminan.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  3. SINFONÍA DE LAS GEMAS DE COLOR
    LA ESMERALDA
    A una dama de la joyería Grassy

    Al engastarla es temida
    sobre todo en calibrado,
    si lasca en el cincelado
    nos complica bien la vida.
    Mas si queda bien ceñida
    y perfilado el bisel,
    un jardín será y vergel
    de dama lozana y bella
    convertida en una estrella
    y sus dedos en joyel.

    EL ZAFIRO

    Antiguamente se dijo:
    que dabas inteligencia
    y eras prodigio de ciencia
    y de un dios terrenal hijo.
    Y como no se desdijo,
    yo te engasto por mi parte,
    y entre el oro aprisionarte,
    afirmado sobre el fuste,
    mientras procedo a tu ajuste
    inspirado por el arte.

    EL RUBÍ

    Es alegre y es divino
    con su color rojo intenso,
    y figura entre el incienso
    de la iglesia, el pan y el vino.
    Y me lo asignó el destino
    que en un cáliz lo engastara,
    y al Vaticano viajara
    mostrándose a Jesús Dios
    y mi alma inmortal en pos
    con él a Roma volara.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho



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  4. EL CÍNGARO Y EL OSO

    Un cíngaro y su pandero
    y su oso con argolla
    en un día de febrero
    sin ambiente verbenero
    armó batalla de Troya.

    El torpe oso danzaba
    sobre el firme de una acera,
    y con las zarpas tomaba
    cuantas monedas lograba
    alcanzar a la carrera.

    Las monedas disputaban
    unos golfo madrileños
    que al oso le arrebataban
    y al cíngaro le abroncaban
    como en lienzos velazqueños.

    Acumulado un gentío
    llegó un guardia de la porra
    y entre un fuerte griterío
    el oso rabioso y frío
    al guardia quitó la gorra.

    La autoridad despojada
    del símbolo del poder
    con una mano enguantada
    le arreó una bofetada
    así como sin querer.

    Más los golfos entretanto
    aprovechando el tumulto
    en los bolsillos quebranto
    les producían espanto
    a carteras y a su bulto.

    Y descubierto el despojo
    entre asombro y parpadeo
    el guardia bizcaba rojo
    y el cíngaro en su acongojo
    blasfemaba en arameo.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  5. AMO A MADRID

    Madrid Universal del brazo abierto,
    con su Puerta del Sol alba de España,
    entrañable ciudad que a nadie extraña
    ya sean de interior, montaña o puerto.

    Madrid Universal de error y acierto
    de la Historia Patria que te acompaña,
    y un Manzanares que ahora te baña
    saludable y limpio, breve y despierto.

    Madrid Universal de Austria severo,
    señor de medio mundo y gesto adusto,
    con la gorguera pareció altanero.

    Y un Borbón de napolitano gusto
    que sosegado amó y no empuñó acero
    y fue ilustrado Rey y su Alcalde justo.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  6. ¡Qué horror! Pérez, no Peréz.
    (Perdón don Benito por la confusión).
    "Con mis respetos a Dña, Emilia Pardo Bazán",


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  7. Muy buen reportaje de la sierra. Disfruta Zorro.

    Mariano

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  8. Muchas gracias por vuestros mensajes.

    Un saludo

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  9. Que tienes algo se nota, que vives como Dios también. Te deseo una gran vida siempre, amigo Pedro.

    Antonio C.

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  10. Todos tenemos mucho de bueno, todos intentamos vivir lo mejor posible, y todos deseamos una gran vida.

    Gracias, y gran vida para ti también.

    Un abrazo.

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