domingo, 31 de diciembre de 2017

NOCHEVIEJA EN COLORES, por Miguel Moreno



                   NOCHEVIEJA EN COLORES



           
No sé si las fotos en color, como por otra parte pasa con las de blanco y negro, acaban quedándose sepias con el tiempo, como si siempre se hubieran hecho en las tardes amarillas del otoño. Ésta fue tomada en la nochevieja de... ¿qué año? Conserva los colores nítidos, sería que la realidad comenzaba a tener color para mi familia a partir de aquella nochevieja estrellada con las bardas de las tapias escarchadas, la niebla ocultando Cadalso y la lumbre de la cercana chimenea calentando nuestras espaldas e ilusiones. Estamos en casa de mi tía Vale en El Piquillo y nos la hizo Emiliano después de las uvas y de espaldas a la puerta, con todas las luces encendidas y apoyando la cámara sobre un trípode, aparato este que nos parecía no estar al alcance de cualquiera. Cuando salió de las entrañas de la cámara una especie de rayo blanco luminoso, Emiliano nos dijo que ya está, que valía, que ya podíamos volver a nuestros lugares para terminar de apurar la humilde copa de sidra con la que recibíamos el Año Nuevo. Algo nos conmovió por dentro y supimos entonces que aquella Nochevieja sería inmortal para todos nosotros. Que con cada futura nochevieja que llegara cargada de melancolía volvería a repetirse aquel Fin de Año en nuestros corazones y pensamientos.

         Nuestras enigmáticas miradas están plagadas de profundidad, parecen presagiar que nos introducirían en un tiempo eterno y que, aunque pasaran muchos años sobre nuestras existencias o sobre nuestros olvidos o sobre nuestra definitiva desaparición, ya siempre nos quedaríamos allí. La vida de los libros y las fotos se congela siempre en tiempo presente. Pero para detener el tiempo los humanos, antes tienen que grabarlo en la mente. Por eso a la vez que se imprimía en la película esta emotiva imagen navideña, también se iba grabando lentamente y a carne viva en nuestras mentes. Sin dificultad se adivina en nuestros ojos que antes de ese fugaz y misterioso instante no sabíamos lo que fuimos y después no fuimos lo que quisimos. Es hermosa esta foto, no hay nada feo en aquello que recuerda lo bello de nuestras vidas y que va a identificarse con lo mejor de nosotros para permanecer inmóvil en nuestras memorias.


         Mi padre está con la cabeza ligeramente inclinada a la derecha y con un jersey marrón que heredó años después mi hermano Jose al que sostiene entre sus piernas. Se quedó vivo eternamente en la foto, que es otra manera de seguir viviendo. Mi madre mira al objetivo con expresión de satisfacción, como si observara paisajes deslumbrantes que nunca antes contempló. El hermano chico, José Luis, es el que más ganó en el lance, se detuvo en la etapa más dichosa del hombre: la infancia. Su felicidad vuela libre más allá de los límites humanos. A mi hermano Justo se le ve contento, como si lo esperara todo de aquella noche y de esta vida. Parece que a mi hermano Nati le pilló la instantánea con la vista abandonada al recuerdo de vivencias gratas que le enriquecen interiormente. Y yo, yo espero con esperanza ese futuro que me recibiría de inmediato nada más abrir la puerta. Y así, sin más, nos quedamos los seis en la eternidad.

Siempre he tenido la misteriosa sensación que la Nochevieja convierte el tiempo en magia que atenaza el corazón. La Nochevieja de esta foto es el único lugar del planeta dónde permanecemos a salvo del paso del tiempo y de la pena que ello nos ocasiona.
                                              

Miguel MORENO GONZÁLEZ



7 comentarios:

  1. Para algunos la nochevieja es Jodida a mi madre la enterraron con cuarenta años dejandonos a mi hermana y a mi con ocho y cuatro años y haces como si no te acordases

    Antonia Frontelo Morales

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  2. feliz año para todos los cadalseños

    Ana Diaz

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  3. VÍCTOR

    De exquisita cortesía
    y esmerada corrección,
    de urbana melancolía
    me habla de su barbería
    Víctor con gran emoción.

    Al igual que yo de niño
    él,su oficio lo aprendió,
    y le dispensó cariño
    y a cada testa el aliño
    acorde, a su pelo dio.

    A Cadalso siempre tuvo
    dentro de su corazón
    y en él siempre se mantuvo,
    y con sus gentes sostuvo
    entrañable relación.

    Hizo una "mili", de ensueño,
    cuando la patria llamó
    y allí puso gran empeño
    y desarrugó algún ceño,
    y al coronel se ganó.

    Cortaba el pelo a dos hijos
    pequeños, del coronel
    y entre bromas y acertijos
    fueron de sus clientes fijos,
    como el resto del cuartel.

    Luciendo su bata blanca
    ni el uniforme vistió
    y con su mirada franca,
    y sonrisa que no estanca
    sólo una vez lo lució.

    Entre rudos legionarios
    al Caudillo contempló,
    rodeado de breviarios,
    y marciales escenarios
    ante Franco saludó.

    Y a pesar de sus mareos
    y a su no querer viajar,
    ni afición a cotilleos
    el colmo de sus deseos
    se colmó al poder volar.

    Volando con los "paracas",
    y desde el avión saltar
    y ver por el suelo vacas
    y volando a las urracas
    nunca más quiso probar.

    Y en Cadalso nuevamente
    su actividad prosiguió;
    y se enfrascó totalmente
    con su bodega y su gente
    en el pueblo en que nació.

    "¡Y en el autobús del Gato
    siempre le encuentro genial,
    y aquí yo os traigo el retrato
    y en quintillas el formato
    de un cadalseño cabal!".


    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho







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  4. LA CASA PATERNA

    Mi despertar fue a la luz de la tierra fecunda,
    entre los viñedos y barbechos roturados
    de olivares e higueras,los campos alfombrados
    y el olor del ganado, que estercola y lo inunda.

    Supe que el mayor bien en el trabajo se funda,
    que vagancia y molicie, nunca fue de esforzados,
    y a la larga produce funestos resultados
    sin ejemplo familiar, de raigambre profunda.

    Se impregnaron mis ojos del pinar esmeralda,
    que a las sosegadas Peñas las viste con falda,
    y cuando a labrarme un futuro me marché lejos

    retornando hijo pródigo a la casa paterna,
    sobre mí se posó la amada pupila interna
    fraternal y querida, del amor de mis viejos.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  5. ESTA ES MI CALLE

    Esta es mi calle, aquí vedla plasmada,
    donde viví la infancia de mi vida
    originario punto de partida
    de expedición de lucha y de cruzada.

    Imaginadla envuelta en llamarada,
    de alegría de niños encendida,
    con silla de espadaña adormecida
    en la acera en la noche sosegada.

    Enfrente de mi casa los terneros
    de Luis y Nieves en corral de vacas
    el grano y paja sito en los graneros.

    Del carro de varales las estacas,
    donde Isabel la leche de cabreros
    y los padres de Aurelia en las hamacas.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  6. UN MUY FELIZ AÑO 2018

    Eulalia Alvarez Navarro

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  7. Manudos recuerdos tengo yo de una nochevieja ahí un año después, recuerdo todo como si fuerais mi familia, nunca lo olvidaré, eso si que era una familia trabajadora ejemplar, y a tu tía y tu abuela tampoco las olvido. Feliz año amigo MIGUEL y un abrazo a toda tu familia, de corazón.

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