martes, 12 de diciembre de 2017

El Berrueco-Patones por la senda del Genaro


Senda "El Genaro" Etapa: El Berrueco-Patones de Abajo






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Un recorrido de apenas 12 km. que nos lleva desde las localodades madrileñas de El Berrueco hasta Patones de Abajo. Sin nada de dificultad esta senda llamada "El Genaro", recorre el entorno que rodea el Embalse del Atazar,



el de mayor capacidad de la Comunidad de Madrid, por cierto algo bastante bajo en esta época de gran sequía. La mejor época para realizar la marcha es la primavera y el otoño, en verano hace bastante calor y en invierno podemos encontrar nieve y mal tiempo, pero si sabemos elegir el día también en esta estación podremos disfrutar del recorrido. La senda del Genaro es dentro de la Red de Sendas Verdes de la Comunidad de Madrid, la más larga con 61 km, y está considerada por la Federación madrileña de Montaña como Senda de Gran Recorrido. Aquí sólo se describe el tramo entre El Berrueco y Patones de Abajo.
La primera parte discurre por pista forestal, se rodea una parte del embalse y tras ascender algunas suaves lomas, en una de ellas se encuentra la Atalaya musulmana Torrepedrera, a la que se puede subir, y desde la que tenemos grandes vistas de la Sierra de la Cabrera.




Después el protagonista es un sendero que nos proporcionas amplias vista del valle con Patones de Arriba al fondo.
La Senda se caracteriza por los valores etnográficos y ambientales que se aprecian a lo largo de la misma, reúne distintos ecosistemas, como encinares, melojares, quejigales, fresnedas, matorrales y pastizales, sin olvidar los pinares de repoblación y, naturalmente el gran embalse que es elemento que más define el paisaje de la comarca. 

El nombre del Genaro le viene por la siguiente historia: 
Hace unos diez años, el alcalde de El Berrueco, se propuso recuperar los caminos que los arrieros utilizaban para ir desde los pueblos de la Sierra del Rincón, también conocida como Sierra Norte de Madrid hasta las ciudades de Gauadalajara y Madrid, para llevar sus productos a vender. 
El alcalde se busco un grupo de jóvenes y con ellos comenzó a marcar los caminos con unos muñecos azules. Tal fue el hartazgo de tanto caminar y pintar muñecos, que cierto día unos de loa chicos, exclamó,," estoy hasta...... de pintar genaros" y así fue como el muñeco se comenzó a llamar, dando nombre a toda la senda.  






Casi al final se disfruta del reconstruido Patones de Arriba, paseamos por sus empedradas calles, nos tomamos unas fresca cerveza en uno de los muchos bares que existen y tras el breve pero merecido descanso se desciende hasta Patones de Abajo.



    El Berrueco

    Embalse del Atazar


    la sequía se nota en el Atazar

    Puente sobre el Atazar

    Uno de los muchos carteles del recorrido

    El Atazar

    El pequeño caserío de El Berrueco 


    Por la ancha pista

    La Sierra de la Cabrera con el Pico de la Miel en primer término.

    Llegando a la atalaya

    Atalaya musulmana de Torrepedrera


    Desde la atalaya tenemos grandes vistas.

    la atalaya y la Cabrera desde una de las lomas que se ascienden durante el recorrido.

    Entrando en el valle 

    Un descenso nos lleva hasta Patones de Arriba


    El valle se estrecha antes de Patones, que ya vemos al fondo. 

    Patones de Arriba

    Iglesia de San José. Patones de Arriba.

 


    Acueducto del Canal de Isabel II  

    Camino de Patones de Abajo








Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

5 comentarios:

  1. Este marcha si que me gusta, caminos faciles y poca cuesta. Buenas fotos

    Mariano

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  2. EL RELOJ BIOLÓGICO DEL ARRIERO
    A la memoria de mi abuelo Saturnino,
    que fue arriero toda su vida.

    Reloj la casa no tiene
    ni se sabe su manejo,
    pero el ancestro contiene
    el saber de un tiempo viejo.

    Aunque duerma como un leño
    se despierta a cualquier hora,
    siempre terne en el empeño
    de sorprender a la aurora.

    Y el reloj de su cabeza
    acudiendo a su demanda
    le despierta con presteza
    a la hora que él le manda.

    Sean las dos, o las tres
    va el arriero y a la mula,
    la apareja sin traspiés
    la palmea y la estimula.

    El pesebre ya sin pienso
    y sin agua en el caldero
    sin reyes y sin incienso
    le encamina volandero.

    La noche es oscura y turbia,
    sin estrellas y con lodo,
    con un frío que la enturbia
    a la sombra de un recodo.

    Los costales de la carga
    a los que tapa la lona,
    viajan en la noche larga
    alejados de la zona.

    Sobre los hombros la manta
    y bien calada la gorra,
    y la negra noche imanta
    y acompasa su modorra.

    La mula resopla y vela
    y sabe bien el camino
    y mi fantasía vuela,
    ¿y si sabe su destino?

    Que su destino no es otro
    que del hombre ser soporte,
    nacida de un padre potro
    y jamás tener su porte.

    En un cruce de caminos
    la casa de la "Morena",
    duermen ganados bovinos
    y un cencerro dentro suena.

    Una recua allí ya espera
    y de cigarros las luces
    en la inmensa portalera
    de sombras y de reluces.

    Era la cita obligada
    de los coruchos arrieros
    y el comienzo de jornada
    de su vida y sus senderos.

    Ejercían de cosarios
    y porteaban de todo,
    y veían escenarios
    que contaban a su modo.

    Dormían amontonados
    en el suelo de las ventas
    por caminos despoblados
    nuestras gentes cenicientas.

    Y recorrieron España
    cruzada de parte a parte,
    viendo tierras de espadaña
    y los muestrarios de su arte.

    Y ellos a su vez llevaron
    en las alas de los vientos,
    y nunca lo escatimaron,
    el nombre de Cenicientos.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  3. EN CORREDERA UN TRINQUETE

    En Corredera un trinquete
    del juego de la pelota,
    en una etapa remota
    para el joven mozalbete.
    A la mano se somete
    ya con dureza de pino,
    y cosario por destino
    de un joven de Cenicientos,
    y arriero con los jumentos
    y es mi abuelo Saturnino.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  4. LA MADRUGADA Y EL TARAMEO

    ¿Adónde vas a esta hora?
    Levantado de la cama
    deja que llegue la aurora
    y no andes tan a deshora
    si prisa no te reclama.

    Y respondía en la puerta:
    -Mujer miro el tarameo
    y la calle está desierta
    y la luna está despierta
    y muy tranquila la veo.

    Y así un día y otro día
    en las noches invernales
    sabía el tiempo que haría
    al día que amanecía
    aunque llovieran canales.

    Y en las noches de verano
    con la trilla en apogeo
    sabía cuando el solano
    era el viento soberano
    que le llamaba al venteo.

    Hombres de los campos sabios
    conocedores del clima
    y sus cambiantes resabios
    que con ancestrales labios
    a la siembra les anima.

    Y hablaban del tarameo
    los hombres en Cenicientos
    como si fuera un recreo
    del tiempo en el laboreo
    jalonado de argumentos.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  5. EL BIELDO
    Parábola corucha

    El viento se ha levantado
    y comenzado a soplar,
    y al unísono aventar
    el trillador en el prado.
    El bieldo estuvo eclipsado
    mas su eclipse no fue en vano,
    ved al bieldo ciudadano
    que en alianza con la parva,
    no quiere tamo ni larva
    y los separa del grano.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho




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