Es jardín de encantamiento con sus cuidadas veredas y densidad de praderas donde es danzarín el viento. Nos incita al movimiento con paso alegre y sutil bajo un cielo azul añil, aunque estalle la tormenta y la tarde cenicienta se desborde en aguas mil.
Parque inundado de flores alfombrando los oteros, españoles y extranjeros y arroyos ensoñadores. Los niños entre clamores entregados a sus juegos, jardineros con sus riegos en atardecer bucólico, soñador y melancólico de poetas con sus pliegos.
Abundan los pescadores y hay barcas en la laguna, con olivos y aceituna, y aficionados pintores. Entusiastas corredores y permanente fragancia. Nunca importa la distancia, son someros los caminos, paseando entre los pinos nos colmamos de abundancia.
Contiene un huerto ecológico de lechugas y patatas, cebollas, puerros, batatas cumpliendo un papel simbólico. Y un paseo filosófico y bella naturaleza, y salud y fortaleza nos da el Parque en Polvoranca, donde la inquietud se estanca y es luminosa belleza.
PARQUE DE POLVORANCA
ResponderEliminarEs jardín de encantamiento
con sus cuidadas veredas
y densidad de praderas
donde es danzarín el viento.
Nos incita al movimiento
con paso alegre y sutil
bajo un cielo azul añil,
aunque estalle la tormenta
y la tarde cenicienta
se desborde en aguas mil.
Parque inundado de flores
alfombrando los oteros,
españoles y extranjeros
y arroyos ensoñadores.
Los niños entre clamores
entregados a sus juegos,
jardineros con sus riegos
en atardecer bucólico,
soñador y melancólico
de poetas con sus pliegos.
Abundan los pescadores
y hay barcas en la laguna,
con olivos y aceituna,
y aficionados pintores.
Entusiastas corredores
y permanente fragancia.
Nunca importa la distancia,
son someros los caminos,
paseando entre los pinos
nos colmamos de abundancia.
Contiene un huerto ecológico
de lechugas y patatas,
cebollas, puerros, batatas
cumpliendo un papel simbólico.
Y un paseo filosófico
y bella naturaleza,
y salud y fortaleza
nos da el Parque en Polvoranca,
donde la inquietud se estanca
y es luminosa belleza.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho