Olivos mirando al cielo lo contemplan y extasían y es porque desearían ser trasplante de aquel suelo. Ser olivos del consuelo de Cristo, y secar su llanto en la noche del espanto lúgubre en Getsemaní, de aquel cielo carmesí sangriento de su quebranto.
Hazme el camino somero dame un poco más de tregua y andar una nueva legua y descanso en el estero. Préstame tu embarcadero y el remo de una chalupa y de un caballo la grupa y no seas tan severo, Señor: dame un asidero y no me mires con lupa.
GETSEMANÍ
ResponderEliminarUna vez concluida La Última Cena,
se hizo entrega Jesús en oración
en el lugar de predestinación,
el Huerto de los Olivos la escena.
Siguiéndole fue su hueste nazarena
en hondo silencio y meditación.
y allí se sumieron en dormición
llorando Jesús a solas su pena.
Llamó al Padre y le expresó su amargura,
y sangre sudó en la cruel tesitura
de ser Cordero inmolado en Su Nombre.
Y en la cruz clavaron al Nazareno
y al exhalar el suspiro terreno
dio trascendencia al destino del hombre.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
OLIVOS MIRANDO AL CIELO
ResponderEliminarOlivos mirando al cielo
lo contemplan y extasían
y es porque desearían
ser trasplante de aquel suelo.
Ser olivos del consuelo
de Cristo, y secar su llanto
en la noche del espanto
lúgubre en Getsemaní,
de aquel cielo carmesí
sangriento de su quebranto.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
HAZME EL CAMINO SOMERO
ResponderEliminarHazme el camino somero
dame un poco más de tregua
y andar una nueva legua
y descanso en el estero.
Préstame tu embarcadero
y el remo de una chalupa
y de un caballo la grupa
y no seas tan severo,
Señor: dame un asidero
y no me mires con lupa.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
Muchas gracias Saturnino por tus mensajes en forma de versos, son una maravilla.
ResponderEliminarUn saludo