Iglú en Guadarrama

Nada mejor para esos días buenos de invierno en la Sierra del Guadarrama que hacer algo que te pueda sacar de un apuro en momentos de peligro, es sencillamente construir un iglú para poder refugiarte  en caso de necesidad. Aunque parezca mentira un iglú puede ser una fuente de calor, esto es posible por aislar el frío que produce el viento y porque la nieve con este aislamiento consigue que no perdamos el calor de nuestro cuerpo, algo vital en la montaña. Así pues sólo hace falta buscar la nieve adecuada, no sirve la nieve recién caída, y ponerse manos a la obra. Una pala, o mejor dos, de las llamadas de aludes y unos guantes son lo necesario para realizar el iglú, aunque debemos de tener otros guantes de reserva, porque lo que usemos terminaran calados. Lo bueno de hacerlo con buen tiempo es que nos ayudará a tener experiencia para ese día que lo necesitemos, seguramente nunca, pero que en el caso de ser así, no creo que las condiciones sean las mismas y por lo tanto nos será mucho más difícil construirlo.

La temperatura en el Polo Norte baja muchas veces hasta lo -40º y gracias a los iglúes dentro se puede mantener en los 0º. Como en nuestras montañas no llegamos a estas temperaturas tan bajas, quiere decir que lo normal es que nunca lleguemos a necesitarlo, y si acaso lo hacemos por curiosidad y dormimos una noche dentro pues mucho mejor estar a -6º o -8º porque dentro conseguiremos, tal vez, temperaturas por encima de los 0º. Nuestro iglú no es el mejor construido, pero no está mal para el tiempo empleado. Y allí en la Pradera de Siete Picos quedó nuestro iglú sin usarse, pero nosotros descendimos al Puerto de Navecerrada con una nueva lección de montaña aprendida y las manos algo frías, no quiero ni pensar como debe ser con -40º. Dado que este año las temperaturas no han sido muy bajas, que los hicimos a mediados de febrero, con los días más largos y con suerte buena temperatura, tendremos que intentar hacer otro en enero y con la temperatura más baja, eso si, iremos más preparados. Ya os contaré.

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso