"En el frente de Somosierra yo tiraba tiros a Buitrago y a Paredes de
Buitrago que era donde estaban los rojos, y me dieron tres cruces, la del
merito militar, la cruz de campaña y la cruz de guerra, conmigo había
cuatro de Cadalso, Doroteo Tran, Blas "El Monaguillo", Eugenio que era
hijo del tío "Pláticas" y un hijo del tío "Indo".....un día me
dispararon con una ametralladora rusa mas de mil tiros y no me dieron, y
me decían los rojos: "Hijo cura ponte al habla" y yo les contestaba.
"Hijos de la Pasionaria por qué me tiráis?" yo era igual que ellos pero
me había tocado estar con Franco. Todos lo que estuvieron conmigo ya han
muerto."
Cadalso, 27 de julio de 2009
Manolo en la Corredera el 15 de febrero de 2016 durante el Carnaval
Manolo, amigo Manolo, te has ido en otoño como las hojas que
adornan los árboles de nuestros campos, como los atardeceres rojos que cada día
inundan Cadalso y sucumben ante las nubes otoñales que auguran la llegada del
frío y la lluvia. La vida natural regresará de nuevo en primavera y todo volverá
a tornarse de colores, pero tu silueta y tu voz ya no estará entre nosotros,
has partido para no regresar, pero aquí en Cadalso siempre quedará el recuerdo
de una buena persona, un personaje diría yo de esos tiempos de guerra y paz que
te tocó vivir y sufrir. Yo, que me he criado junto a ti, que he compartido
tantas cosas de pequeño, voy a quedarme con aquellos recuerdos del Ayuntamiento,
con las charlas de la piedra de Balta, con los fríos de las madrugadas de
pájaros, con el canto de tu jilguero y con el entrañable recuerdo de un hombre
bueno que supo vivir y sentir la vida con sencillez y sentimientos.
Dicen que la posguerra detuvo el tiempo, que todo fue
terrible, más aquella guerra fratricida que llenó de derrota a varias
generaciones, años que llenaron de desconfianza y envenenaron la esperanza,
consiguiendo que el tiempo no se moviera, paralizando la amistad, y en muchos
casos hasta las familias. Pero yo que sentí tu voz y pude entrar en tus
recuerdos, no olvidaré jamás como tratabas a los que la guerra llevó a estar
frente a ti, dedicándoles momentos y frases exentas de odio, cargadas compasión
y de sueños no vividos. Con tu partida se nos va una parte de la historia del
siglo XX de Cadalso, una manera de ser maravillosa y un estado de sabiduría
lleno de lucidez hasta el final. Ahora solo tengo buenos recuerdos, y en mi
mente ese suspiro que cada noche
cadalseña nos regalabas sin darte cuenta, consiguiendo con ello ser parte de
nuestra infancia y de tu cercanía.
Hasta siempre Manolo. Aaaaay que coña….
8.12.1918
+28.10.2016
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
SANTIAGO LIZANA
ResponderEliminarA Fernando Ayuso
"Ser en la vida romero,
romero solo que cruza por caminos nuevos,
que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo".
León Felipe
Cuando se tiran los dados
caprichosos de la historia,
a unos aguarda la gloria
y a otros dados trucados.
Un hombre sencillo y parco,
trabajador y ordenado,
se vio de pronto abocado
a salirse de ese marco.
En la España turbulenta
previa a la guerra incivil,
él era un hombre civil
al que arrastró la tormenta.
Quizá sin tener ideas
políticas concebidas,
ni pensadas ni nacidas,
y por tanto nunca aireas.
Y a su pesar se vio inmerso
entre el barro de trincheras
de las sangrientas goteras
de épica gesta sin verso.
Y una vez movilizado
en defensa de Madrid,
Babieca y Tizona el Cid
les dejó encomendado.
Y en los terribles combates
que frenó a los sublevados,
a su lado atrincherados
aplacaron los embates.
Y la lira del poeta
del Alberti gaditano,
voló desde el altiplano
al páramo en la meseta.
Y Madrid fue desde entonces
la Capital de la Gloria,
y entró de lleno en la Historia
y su heroicidad en bronces.
Junto a héroes anónimos
allí se hallaba Santiago,
entre la sangre del lago
que tuvo tantos topónimos.
Se batió en Guadalajara
en días de lluvia y bruma
contra italianos de espuma
que al Duce empañó la cara.
Y después lo consabido:
vino la amarga derrota,
y en los cementerios flota
de la pólvora el sonido.
Cárceles y represiones,
sin pan, sin lumbre y con hambre,
y exiliados con raigambre
parias en otras naciones.
Y los que dentro quedaron
como Santiago Lizana,
sin un hoy y sin mañana
ataron y amordazaron.
Y en posguerra interminable
la suerte de los vencidos
compartió con oprimidos
en espera inacabable.
Mas inopinadamente
un resquicio de esperanza
asentado en su balanza
le hizo vivir nuevamente.
Pues trabajando entre flores,
convertido en jardinero,
se vio de nuevo campero
siendo sus años mejores.
Y vuelto al pueblo natal,
al diáfano Cenicientos,
sus allegados contentos
le acunaron maternal.
Y en su casa del Cerrillo
muy feliz se halló Santiago,
sin que en él hiciera estrago
bilis ni rostro amarillo.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LOS CARDILLOS DEL HAMBRE
ResponderEliminarAlegoría
Fueron cardillos del hambre,
quienes hambres aplacaron
con su erizada pelambre
al hambre lo amordazaron.
En la España sin jornales
con los campos agostados,
las cárceles a raudales
llenas de brazos quebrados.
Las campesinas hambrientas
con los niños de la mano,
esperaban macilentas
hallar al cardillo hermano.
Como bandos de palomas
en los campos desolados,
viviendo aquellas carcomas
de los odios desatados.
Por aquellos campos áridos
de la pertinaz sequía,
y sus árboles escuálidos
de la España más sombría.
Con Europa ardiendo en guerra
y cerradas las fronteras,
era atroz ver esta tierra
de Caín por donde fueras.
Con Dios desaparecido
en la España sin ventura,
con un nuevo orden ungido
sin compasión por su altura.
Juntas la iglesia y la espada,
siendo de herejes martillo,
en una nueva cruzada
que salvaste tu cardillo.
Tanto oropel y farfolla
y un hablar grandilocuente,
para en la mesa y en la olla
ser el cardillo el presente.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
Muy buena persona el tío Manolo.DEP
ResponderEliminarConmovedora elegía que va a reflejarse directamente a esos ojos de Manolo limpios y llenos de paz y ternura. Sí, cuanto resentimiento hubo (¿hay aún?) y que personas como Manolo intentaron taponar con cariño. ¡Cuántos Manolos necesitamos y cuanto resentimiento nos sobra! Un abrazo a su familia, especialmente a su hijo, Manolo, que siempre, siempre me trata con sincero afecto.
ResponderEliminarD.E.P
ResponderEliminarChelo Villarin Recio
Buen hombre Manolo "el alguacil",media vida al servicio del pueblo,toda una institución en Cadalso.Descanse en paz.
ResponderEliminarFrancisco Hernandez Navarro