domingo, 23 de octubre de 2016

El Molinillo y la Tumba del Rey Moro. Asociación Amigos del Camino de Santiago de Cadalso de los Vidrios,




Saliendo de la Plaza del Ayuntamiento, recorreremos caminos antiguos que nos llevarán hasta el Molinillo, antiguo molino de agua en el arroyo Tabalón o Molinillo, más tarde visitaremos la famosa Tumba del Rey Moro, que de moro tiene poco, para regresar a Cadalso por el camino de Lancha los Huertos y el Pilar. El recorrido es fácil y sin cuestas, se puede tardar con tranquilidad unas tres horas. 

 Anímate y disfruta de nuestro entorno histórico

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

8 comentarios:

  1. ROMANCE DEL REY MORO DE GRANADA
    DONDE CORUCHOS SE HALLABAN

    Cuando al fin capituló
    y abandonó su Granada,
    se le demudó la faz
    y dijeron que lloraba.

    Mas no fue por cobardía,
    pues su valor era fama
    cantada por los poetas
    y por el Darro llevada.

    Fue por las fuentes y flores,
    por las almenas doradas,
    por el Patio Los Leones
    y por la perdida Alhambra.

    Cruentos y crueles combates
    por la ciudad asediada,
    y ante sus muros, coruchos,
    allí combatiendo estaban.

    Siendo el Rey don Juan Segundo
    del reino ilustre de España,
    y don Álvaro de Luna
    su valido y su vanguardia.

    De Castilla el Condestable
    en batalla de Higueruela,
    donde triunfante salió
    con él coruchos llevaba.

    Dueño y señor de estas tierras
    le rendían vasallaje,
    y soldados de la gleba
    de estos predios reclutaban.

    El tiempo se fue alargando,
    cayó el valido en desgracia
    y su cabeza rodó
    por vallisoletana hacha.

    Luego Isabel de Castilla,
    de España la soberana,
    junto a Fernando su esposo,
    asedio puso a Granada.

    Y de nuevo los coruchos
    de infantes sentaban plaza,
    y en el cerco con las picas
    se batían en la Alhambra.

    A don Gonzalo de Córdoba
    le vieron sobre una jaca
    del harén de Boabdil
    que a las tropas arengaba.

    Allí al Cardenal Cisneros
    le vieron con cubos de agua
    con sus frailes y sus legos
    que a los moros bautizaban.

    Allí a Isabel y a Fernando
    vieron su entrada triunfante,
    y voltear de campanas
    por la España unificada.

    Y vieron a Boabdil
    junto a Aixa la sultana,
    volviendo la vista atrás
    enjugándose una lágrima.

    Esto vieron los coruchos
    y se vieron a ellos mismos
    haciendo Historia aquel día
    en la toma de Granada.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

    ResponderEliminar
  2. LA PENSIÓN DEL CIEGO DEL CERRILLO

    Hablaban agrupados en corrillo
    del cobro y la cuantía de pensiones,
    espontaneas y breves reuniones
    que se forman en cuesta del Cerrillo.

    El grupo abanderó y abrió un pasillo
    al ciego como en otras ocasiones,
    que se sumó y entró en cavilaciones
    con sus cuencas opacas ya sin brillo.

    -No quejaos; bien sé, la mía es alta
    mas es vital aquello que echo en falta,
    llaga es mi corazón en sufrimientos

    y un mendigo ser que pisa abrojos,
    quisiera ser con luz sobre mis ojos
    que vieran este sol de Cenicientos.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

    ResponderEliminar
  3. EL CERRILLO DE CENICIENTOS

    Caída tiene con una pendiente
    y pétreas rocas bancos de asientos
    viendo a la plaza y en sus movimientos
    vida y afanes de brisa envolvente.

    Asiento en la esquina tiene su fuente
    que a bocas remedio fue de sedientos,
    vecinos que fueron de Cenicientos
    y a su hora el ataúd llevó inclemente.

    Y en la noche agosteña una pantalla
    de cine colgaban llena de sueños,
    que nos introducía en un castillo

    sin guardias armados en la muralla
    de un avieso mirar, fruncidos ceños
    libertad coartando en el Cerrillo.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

    ResponderEliminar
  4. CENICIENTOS EN EL CORAZÓN

    Es mañana grisácea en el pueblo,
    de una lluvia que cae mansamente,
    y un tañer de la campana doliente
    sume a la calle en silencio y despueblo.

    Es preciso y urge hacer un repueblo
    que atraiga en cascadas a nueva gente
    y vea un alba de nuevo creciente
    al igual que yo lo canto y amueblo.

    ¿Qué versificaré por alabarte
    y en versos épicos alto ascenderte
    y sobre el mapa de España situarte,

    e imperecedero así siempre verte,
    pueblo corucho, sin cesar de amarte
    hasta cubrirme el velo de la muerte.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

    ResponderEliminar
  5. EL CANTO A CENICIENTOS

    En la cuña introducida,
    de abulenses y Toledo
    está el pueblo y su viñedo
    sostenimiento de vida.
    La cepa fue mantenida
    como diosa en los altares
    y las uvas en lagares
    corría rojo su mosto
    por el canalillo angosto
    como el agua de los mares.

    Con gentes acogedoras
    transitando por la calle
    hacen ameno este valle
    de las coruchas auroras.
    Armonía de las horas
    transcurren de forma lenta
    si el espíritu aposenta
    apego por el sosiego
    del que harto de trasiego
    vida tranquila le tienta.

    Quien nos visita se queda
    y si se va siempre vuelve
    cuando la brisa le envuelve
    del arcón de su almoneda.
    Paseante en la vereda
    viendo la vida que pasa
    hace trasvase y trasvasa
    olvido de su paisaje
    y se siente paisanaje
    y cimenta aquí su casa.

    Siempre impera aquí la calma
    y el horizonte apacible
    que se bebe y es bebible
    como néctar en el alma.
    Aparejo que es la enjalma
    de sus pocos animales
    otrora en los hierbazales
    abundaban los rebaños
    pero el paso de los años
    los mantiene terminales.

    Que más decir de su Peña
    a la que enaltezco tanto
    y con mis versos la canto
    y de mi rima se adueña.
    Sostengo que es nuestra enseña
    y la base del futuro
    y aunque yo yerto y oscuro
    cuando el suceso acontezca
    el poema permanezca
    y ser cierto lo que auguro.

    ¡Tomad os presto mis ojos
    y su enfoque en la llanura
    y abridlos en herradura
    con que aparta los abrojos.
    No reparad en rastrojos
    y veréis a don Quijote
    que con Rocinante al trote
    va por tierras de la Mancha
    gritando:¡Castilla es ancha
    y se me atufa el bigote!

    Y si tornáis la mirada
    nuestra capital Madrid
    y cabalgando va el Cid
    en la alta madrugada.
    Y en la noche despejada
    he visto un cielo de bruma
    flotando como la espuma
    desde la Peña las luces
    polucionando de bruces
    a Madrid con que lo abruma.

    Y de la Peña bajando
    al pasear por el llano
    la Dehesa es un rellano
    por el cual ir divagando.
    Los coruchos paseando
    por la estrecha carretera
    ven en el cielo una esfera
    límpida de aire tan puro
    que su clima es un seguro
    de naturaleza austera.

    Pinares, huertos y encinas
    viven en el horizonte
    y la quietud en el monte
    e higueras en las retinas.
    Visitante que caminas
    y buscas vida apacible
    y de vivir lo indecible
    el pueblo de los coruchos
    tiene en alicientes muchos
    para hacértelo factible.

    Y hablamos aquí un lenguaje
    ingenioso y cervantino
    junto al amor de su vino
    colofón de un buen viraje.
    Y habrás hecho un maridaje
    con la estrella de los vientos
    que aseda los movimientos,
    de nuestros recios olivos
    que muestran sin paliativos
    el alma de Cenicientos.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

    ResponderEliminar
  6. HIMNO A CENICIENTOS

    Si dotado yo estuviera
    de inspiración y talento,
    por las nubes te pondría,
    pueblo de luz y viñedos.

    Aureola de las brisas
    se desprenden de tus cerros,
    introduciendo en tus casas
    al tomillo y al romero.

    Bajan de las Peñas bajan
    estrellas en movimiento,
    y manadas con los toros
    que en tu plaza lidias luego.

    Suben a las Peñas suben
    nuestros pies, halos ligeros,
    buscando desde la cumbre
    escala que lleve al cielo.

    Llanos buscan, buscan llanos
    de nuestros pies el sendero,
    cuando sobre los pinares
    solloza y susurra el viento.

    Soles piden, piden soles
    en el calor agosteño,
    cuando la afición corucha
    se reinventan en toreros.

    Conos y tinajas piden
    para el mosto vinatero,
    que fama ha dado a tus vinos
    allende de nuestro pueblo.

    Nuestro corazón se ensancha
    sin cabernos en el pecho,
    viendo los cielos coruchos
    en las alas de los vientos.

    Cielos que los compartimos
    con cuantos vienen viajeros,
    paseando en nuestras calles
    y sienten a Cenicientos.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

    ResponderEliminar
  7. ¿Hay que apuntarse en algún sitio? ¿Cuánto cuesta?

    Elena Camacho Salas

    ResponderEliminar
  8. No, esta vez no hay que apuntarse, sólo tienes que estar en la Plaza a las 10 horas del sábado. Es gratis.

    ResponderEliminar