En el campo o en la Plaza
Ir a buscar espárragos es casi siempre un placer que se
distribuye por todos los sentidos, pero no siempre es así, días con lluvia,
zarzas y enganchones nos pueden hacer desaparecer ese placer que casi siempre en
innegable.
Pero si lo que te apetece es comerte unos espárragos
cociditos después de haberles cambiado varias veces el agua, por aquello del
amargor, o revolverlos con un par de huevos, pues eso, que tienes dos opciones,
la primera ir a buscarlos y la segunda mucho más fácil es pasarte por la Plaza
del Ayuntamiento de Cadalso y comprarlos
a cualquiera de los que allí se ponen para venderlos.
Vaya pinta más buena.
Esta vez la vendedora es
Irene y los espárragos sólo hay que verlos para saber que tienen que
estar buenos, el precio pues muy asequible.
No lo dudes si quieres puedes patear nuestros campos en busca
de los apreciados espárragos, pero si lo que quieres es sólo disfrutarlos en la
mesa, pues a la Plaza y a comprar.
Y que aproveche.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Qué ricos
ResponderEliminarMar Goizueta
Irene, buena y entrañable mujer. Siempre me saluda con un cariño que le sale de lo más profundo. Y a veces me da un beso que acompaña con una caricia de su mano sobre mi mejilla. Y es tan dulce ese contacto que busco prolongarle aprisionando su mano entre mi cara y mi hombro. Somos familia me dice y sonríe satisfecha como si siempre viniera de buscar espárragos. Gracias por tu ternura, Irene
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ResponderEliminarGracias Mar y Miguel por vuestros mensajes.
LA TORTILLA DE ESPÁRRAGOS
ResponderEliminarEsparragueras de marzo y de abril,
adorno en cornicabras y en zarzales,
hermanadas trepáis a chaparrales
y os veo desde lejos entre mil.
Espárragos de una industria fabril
de prados, de paredes y trigales,
proliferáis crecidos a raudales
en el campo corucho cenientil.
Con rapidez ya os tengo hechos manojo,
optando a quien desecho, a quien escojo,
el sol primaveral arriba brilla;
desandando feliz mi vuelta a casa.
¡La miga del pan y huevo os amasa
y esculpo en la sartén a la tortilla.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho