Hace unos días hablando con Miguel por el correo electrónico,
maldito invento que nos quita
tantos momentos de encuentro y palabras de verdad, me comentaba que había oído
por las calles de Cadalso, se oye tanto por nuestras calles, que la Coral iba a
desaparecer, pero que él desconocía el motivo y que estaba tan preocupado que
le gustaría que hiciéramos algo para que esto no sucediera. Pues bien, dentro
de lo poco que nosotros podemos hacer para evitar este catastrófico y penoso
final, para todos los cadalseños-as y para el mismo nombre de Cadalso, pensamos
que sería bueno dedicar unas pocas palabras, de nuevo por este medio que tanto
nos entretiene y a la vez nos da, para concienciar a quién corresponda para
que la Coral siga adelante.
Ayuntamiento, cadalseños-as, amantes de la música y gentes
en general debemos colaborar para que esto no suceda, tenemos la obligación de
formar un sola fuente de la que mane ese agua que ahora parece ser se está
secando. Qué podemos hacer, qué se necesita, quién puede mantener viva la voz
cadalseña de la Coral? Si alguien sabe cómo
se puede solucionar, nos gustaría que nos lo dijera, para entre todos conseguir
que la Coral no desaparezca ni un solo día, porque ya sabemos los cadalseños-as
que lo que deja de existir jamás vuelve, y de esto tenemos algunas
experiencias.
VOCES
ALADAS
La iglesia aparecía hermosa
y resplandeciente, callada, como esperando expectante un acontecimiento
irrepetible. En uno de los altares laterales brotaba un enternecedor nacimiento
sembrado con un huerto recuerdo de épocas inolvidables y bellas, de antes del
agnosticismo y la desilusión, de cuando el consuelo de un amor ingenuo y eterno
le ayudaba a uno a comprender lo que ahora, con el paso del tiempo, ya no tiene
ni fuerzas ni fe para alcanzar a entender, aunque la emoción –eso sí- te siga
desgarrando y dejándote para el arrastre ante el amoroso trance del anochecer.
Que la Coral siga su camino dirigida por Guillermo....
Cerca de
las 20h.10’ del 4 de Enero se presentaron, impecablemente vestidos de alegría
por fuera y por dentro de ilusión, sobre el altar forrado de piedra de la
parroquia de la Asunción, los componentes de la Coral Polifónica Cristo del Humilladero para deleitarnos con el II Concierto de Navidad. Los aplausos
de bienvenida resonaban rebotando contra la bóveda de este templo diáfano y
centenario que culminaron con mayor fuerza aún, si cabe, cuando su director, Guillermo Cisneros, apareció sobre el
pétreo y monumental escenario. El programa estuvo dividido en tres partes. La
primera clásica, con obras de J.S.Bach
y T.L.Victoria. La segunda profana,
con C.Halffter como protagonista
único y la tercera con villancicos de J.Reading,
J.Brahms, F.Grüber y dos composiciones anónimas. El concierto se cerró con
una propina, Ya Viene la Vieja, que puso el broche idóneo a este entrañable acto.
Que las voces no se apaguen.....
Diecisiete ninfas y siete querubines
desgranaron ternura a raudales. Veinticuatro ángeles con las alas en sus voces.
Todos cadalseños, todos artistas y todos alados. Sus entonaciones fueron
mostrando acompasadamente toda esa sensibilidad que atesoran sus corazones.
Cadenciosamente intentaron explicarnos aquello que nos sale del alma y que no
todos somos capaces de expresar y comprender. Se trata de ese aliento bello que
necesita se le dé rienda suelta para goce y disfrute de los demás a la vez que
nos cautiva con sus notas musicales y enamoradas. Como el agua desborda el
pantano incapaz de sujetar tanta fuerza cristalina, así sus voces desbordaban
de su interior esa fuerza íntima, vital y entusiasta capaz de procurar plenitud
y paz a nuestro espíritu.
¡Qué
sentimiento derrochó José A. Álvarez
en el villancico Riu, Riu, Chiu! ¡Qué estremecimiento recorrió nuestro pecho
cuando los más alevines, con voz penetrante y aterciopelada, interpretaron,
como se debió entonar aquella ya lejana Nochebuena
de 1.818 en un pueblo alemán, la eterna y desgarradora Noche de Paz! ¡Qué
embeleso nos invadió cuando el Director
nos contó como la planta, inspiradora de la pieza de su mismo nombre “Don
Diego sin Don” (en Cadalso se
la llama “pericones”), se abre de noche y se cierra de día! Me pregunto
si una planta que sueña de día: ¿lo hará para que los humanos sueñen con ella
por la noche? El epílogo conmovedor, ya con los asistentes entregados sin
reservas al entusiasmo, llegó con Ya viene la Vieja que nos dejó el
mejor regalo para encarar este otro Año Nuevo que, iniciándose de tal
guisa, seguro nos deparará mucha felicidad interior.
Ha sido la primera vez que me he emocionado
en estas Navidades con aquella
emoción vieja, inolvidable y hermosa de las Navidades de mi infancia. Aquéllas
en las que sentía cómo se introducía por mi sorprendida mirada mucho cariño y
un poco de tristeza; aquéllas en las que las comidas eran frugales pero
hospitalarias; aquéllas en las que los “gallitos”
eran pequeños pero llenos de sonrisas; aquéllas en las que se andaba despacio
abriéndonos paso suavemente entre las gentes y sus corazones; aquéllas en las
que se compraba lo melancólicamente necesario -a veces menos- y aquéllas, en
fin, en las que los Reyes Magos,
además de con juguetes, venían por El
Arenal también cargados con maravillosas esperanzas para abrigarnos los
fríos días de la vida futura. Todo esto me lo devolvió mágicamente la Coral de mi pueblo una noche de enero
perfumada con fragancias musicales. Todavía, a pesar de los años viejos, siguen cantando los ruiseñores
dentro de nosotros...
Miguel MORENO GONZÁLEZ
ResponderEliminarPero porque no continua la coral, alguien sabe si esto es verdad?
Mariano
No desaparece es un descanso
ResponderEliminarCarmen Hernandez
El comentario es precioso muchas gracias por acordaros y ya veo que nos echáis de menos. Un saludo
ResponderEliminarCarmen Hernandez
Me gusta el comentario y ojalá volvamos a cantar.
ResponderEliminarAdela Alcazar Fuertes
Yo me abdiero lo dicho por Carmen Hernandez y Adela Alcazar Fuertes.
ResponderEliminarMercedes Piñeira