A las buenas noches. ¿Cómo lo llevamos?
Alcaldesa, representantes del pueblo, cadalseñas y cadalseños,
convecinos de otros países, visitantes y visitantas. Con vuestro permiso.
Hace un mes, este ayuntamiento me propuso una nueva aventura:
ser el pregonero de las fiestas patronales de la Muy Leal y Noble Villa de
Cadalso de los Vidrios, en honor del Santísimo Cristo del Humilladero. Con
orgullo he aceptado este privilegio, aun sabiendo que mi sitio está ahí abajo,
con las peñas, mamando fiesta. El cuerpo me pide lanzar ya los vivas al viento,
os lo aseguro, pero si me aguantáis cinco minutos más, quisiera compartir con
vosotros una ronda de sentimientos. Yo invito.
A mediados de los ochenta, encontré Cadalso persiguiendo un
sueño que no alcancé. A cambio, despertó en mí una admiración profunda por un
pedazo de tierra muy desconocida de la geografía madrileña. Pasaba muchas horas
en la sierra, por Fuente Lazna, asombrado de poder encontrar tanta belleza y
paz. La naturaleza de Cadalso me cautivó. Me acercó al cielo la Peña Muñana,
exploré el camino de Tablas, perdiéndome por su generoso bosque, deleitándome
con el sonido del agua que el Tórtolas acuna en su valle.
Así, comenzó mi idilio con nuestra bonita aldea, con su
arraigada cultura, con su memorable historia, con sus recias gentes. Acompañado de mis ruidosos
bastones, daba largos paseos por sus calles, muy diferentes a las de hoy. Las
callejuelas, las plazolillas, las casas de adobe y piedra, el olor a pueblo
serrano, me confortaba tanto como la familia, a la que debo la oportunidad de
recorrer este camino junto a vosotros. Gracias Conchi. Gracias Patricia. Os
quiero.
Más tarde, mi profesión me permitió conocer en profundidad
toda la sierra Oeste de Madrid. Posee unos
recursos asombrosos: culturales, patrimoniales, medio-ambientales y humanos. Vi crecer a los pueblos y a las
personas, en tamaño y en calidad. Yo, elegí Cadalso.
Me conmovía ver a los paisanos subir la cuesta de Tórtolas en
sus borricos, desafiando al progreso con su carga de compañerismo. Veía
amanecer por la Peña y esconderse el sol por Lancharrasa, tiñendo el cielo de unos colores inolvidables.
Todos los días, me sorprendía descubriendo un insecto diferente, un pájaro
desconocido para mí al que no atemorizaba o un trozo de tierra perfumado de
vida. Aquí, tirado en esta maravillosa tierra, comprendí que no nos pertenece,
que formamos parte de ella y que si la maltratamos, nos maltratamos a nosotros
mismos.
Nos os voy a decir que todo fue bonito. Ni mucho menos. Pero
tuve la suerte de disfrutar pronto de una de las mejores cualidades de Cadalso:
su hospitalidad. Cariño sincero y amistad son sus ingredientes principales,
como me sigue demostrando nuestro vecino Juanjo. Recibía de vosotros mucho más
de lo que yo podía devolver. Afortunadamente, el deporte me permitió saldar una
parte de esa deuda, pregonando en todos los foros que era de Cadalso, que vivía
en Cadalso. Siempre he dicho que aquí no solo tengo mi hogar, tengo mi vida.
Vivo con especial intensidad todos los minutos del día con mis plantas, con mi
gente. Con pasión, como lo hacen los
soplones en sus fiestas populares.
¡Vaya ambientazo!. Las fiestas del Cristo, el Hornazo, el
ancestral carnaval, sus grupos de coros y danzas, su popular afición por el
arte de la música, forman parte de mi álbum de mejores recuerdos. He tenido la suerte de disfrutar de muchas
fiestas en los sitios más variados. Quizás sea el cariño, pero las de aquí, sin
duda, están entre las mejores. Hace años, envidiaba desde la grada el deambular
de las bulliciosas peñas, la sana alegría que desbordaba las calles o el campo
en la romería, la convivencia desafiante de varias generaciones de cadalseños.
Siempre en la calle, compartiendo cualquier comentario o una risa solo por el
placer de hacerlo. El humor sin sentido,
solo gozado.
No hace mucho tiempo, Juanjo me animó a conocer su peña. Para
mí era un duro lance, por mis condiciones físicas y porque apenas conocía a dos
o tres personas. Es difícil trasmitir las intensas emociones que atesoré
durante cinco días por las calles de Cadalso. Descubrí que todo el pueblo era
mi casa, con puertas y sin puertas, envolviéndome en una protectora piel de
solidaridad y diversión. Eso es lo que hacen excelentes a las fiestas de
Cadalso: la tolerancia, la integración, la convivencia y la abundancia de
alegría.
Por eso mismo, debo acordarme ahora también de aquellos que no
lo están pasando bien. Vivimos una época de ensañamiento de los poderosos con
los débiles, de recortes de derechos sociales, laborales, sanitarios y
educativos, de desprecio a los valores de justicia e igualdad reclamados por el
pueblo. Os deseo, tesón y fuerza. Para vosotros también es esta fiesta, nuestra
fiesta. Debe ser una trasgresión del orden cotidiano, una excursión en la dura
prueba de sobrevivir con dignidad. Porqué así son las fiestas del Cristo: una
experiencia caótica y efervescente, una terapia regeneradora del espíritu. Los
problemas no se van, pero se asustan de las risas esperanzadoras. Os lo digo
por propia experiencia. Y si no, les damos bullerengue. Se desvanecen momentáneamente las fronteras
sociales, ideológicas o morales. Es pública, es de todos, por eso perseguimos
el mismo objetivo. El espíritu que me trasmitió otro buen amigo y un Gran Muñanero, Paco Pirata. Poco después de abrirme los
brazos de la Muñana, me dijo: en la peña, queremos divertirnos divirtiendo a
los demás. Yo, acepté el reto… y así me va. Cuando acabaron las fiestas del
Cristo de ese año, entendí lo que significaba: libertad con respeto, empezando
por nosotros mismos.
Quiero mandar un fraternal abrazo a las peñas, con achuchón
incluido a las veteranas: mi querida Muñana, Las Cadalseñas, Los Demás y Los
Colegas, Ma… tú verás, cabalito y La Cinta.
Son el aliento de estas fiestas, o el alma si os gusta más. Sus
aparentes excesos, su ruptura de normas y códigos, su desprecio por la tristeza
y la melancolía, me han llenado las alforjas de ganas de vivir y luchar. Cada
sorbo que dan es una declaración de amor a Cadalso y un brindis a la amistad,
envuelto en una humeante nube de alegría.
(Compañeras, compañeros, os animo a mandar ahora mismo un Wassap a los
amigos, a la familia, un recuerdo a los seres queridos que hoy no pueden estar
con nosotros, un tuit, a colgarlo del muro: “Han empezado las fiestas de
Cadalso. Enhorabuena. Estás invitado a reír”. Que se note, como en navidad. A ver
si colapsamos la antena).
Gracias Cadalso. Gracias por ayudarme a crecer, por no temer
la diferencia, por acogerme. Entre vosotros llevo media vida. La otra, la
reparto entre Aranjuez, donde nací y viví hasta los 17 años y Vallecas, puerto
de mar, donde formé una familia y aprendí mucho de lo que sé. Aquí, inicié un
nuevo proyecto de vida cuando lo único que me sobraba era ilusión. Gracias a
muchos de vosotros, los achaques de la edad y la salud, se han disfrazado de
fiesta, de alegría, de inclusión, de esperanza, de rock&roll.
Y para acabar, deciros que es otro honor poder veros por fin
la cara a todos. Ya estaba harto de ver solo cogotes todos los años desde la
silla y un deseo, con cariño y respeto, a los que tienen problemas laborales:
“El que no esté colocao, que se coloque como pueda”, y a todos “felices fiestas.... y al loro”.
¡¡¡¡Viva Cadalso de los Vidrios!!!!!
¡¡¡¡Viva las Cadalseñas y los Cadalseños!!!!!
¡¡¡¡Viva las fiestas del Cristo del Humilladero!!!!
SALUD Y TIERRA
Hace años que conozco a Felipe, siempre le he admirado y considerado como gran persona y excelente comunicador. Unos días antes de las fiestas me comentó su designación como Pregonero de las Fiestas de Cadalso 2014, y con esa alegría que siempre su rostro transmite, mantuvimos una corta conversación sobre el tema, cosa que le tenía algo nervioso por el momento y por la situación allá arriba en el balcón mientras todos le miraban desde abajo y escuchaban. Yo tenía la seguridad de que esos nervios no eran tal y que lo iba a hacer como él es, es decir con sencillez y sobrada palabra, y así fue la noche del pasado 13 de septiembre cuando Felipe apareció y nos soltó un pregón cargado de sentimientos y amor a Cadalso, cosa que todos los que le conocemos sabemos que procesa desde que llegara a este pueblo.
Amigo Felipe te deseo lo mejor en todo y para toda tu familia, este pueblo ya era el tuyo desde hace años, pero ahora es mucho más y tú ya formas parte de nuestra historia y de nuestra vida.
Un abrazo, siempre salud y amistad compañero.
Pedro Zorro Corredero
Hace años que conozco a Felipe, siempre le he admirado y considerado como gran persona y excelente comunicador. Unos días antes de las fiestas me comentó su designación como Pregonero de las Fiestas de Cadalso 2014, y con esa alegría que siempre su rostro transmite, mantuvimos una corta conversación sobre el tema, cosa que le tenía algo nervioso por el momento y por la situación allá arriba en el balcón mientras todos le miraban desde abajo y escuchaban. Yo tenía la seguridad de que esos nervios no eran tal y que lo iba a hacer como él es, es decir con sencillez y sobrada palabra, y así fue la noche del pasado 13 de septiembre cuando Felipe apareció y nos soltó un pregón cargado de sentimientos y amor a Cadalso, cosa que todos los que le conocemos sabemos que procesa desde que llegara a este pueblo.
Amigo Felipe te deseo lo mejor en todo y para toda tu familia, este pueblo ya era el tuyo desde hace años, pero ahora es mucho más y tú ya formas parte de nuestra historia y de nuestra vida.
Un abrazo, siempre salud y amistad compañero.
Pedro Zorro Corredero
Mi más sincera felicitación a Felipe, por su saber estar en la vida. un abrazo Jorge Sáez
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ResponderEliminarEnhorabuena por el pregón a Felipe y a al Zorro por darnos la oportunidad de leerlo.
Mariano
Magistral pregón, que por razones ajenas, me perdí.
ResponderEliminarGracias zorro!
Aúno escritura, alegrías y emociones como el artista que es. Muy brillante, Felipe. Y gran acierto en la elección del personaje por parte de quien procediese... Todo colaboró a dar gran realce a nuestras Fiestas de la forma más humana posible.
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ResponderEliminarGracias a vosotros por hacer de este blog una parte de vuestra vida, y a Felipe que es el auténtico protagonista de este post.
Un abrazo.
Pedro
ResponderEliminarBuenas noches compañero. ¿Cómo estás?
Gracias por tu reconocimiento. Me alegra que te haya gustado. Sabes que valoro singularmente tu opinión.
Ya te comenté que trataría de ser yo y punto. Lo de trabajarlo forma parte de la aventura. Ahí sí que disfruté, sufrí y me divertí como en los Campeonatos de España. Una rara mezcla de adrenalina, desesperación, placer y miedo. En lo de dar la cara ya te dije que tenía alguna experiencia y ayudó bastante que estaba medio escondido por la barandilla. Lo que me pasa siempre es que se me descompone el cuerpo. No lo puedo evitar. Pero en cuanto veo sonrisas en la cara de la gente, me las contagian y ya está casi todo hecho. Me gustaría hablar un día contigo tranquilamente de esta experiencia. Solo alguien que la ha vivido puede tener la osadía de saborearla. Cadalso no deja de sorprenderme, como la vida. En cuanto ascienda tres o cuatro tresmiles me quedaré satisfecho. Aunque el tres metros que me zampé el día 13 haciendo cumbre en el balcón, va a ser insuperable. Seguro que me ayudáis entre unos cuantos.
Este correo me recuerda que ya han acabado las fiestas del Cristo. Pobre de mí.
Salud
Felipe
Hay algo que me llamó la atención en Felipe el día que por fin le conocí personalmente. Es la capacidad de su ancha sonrisa, alguien que sonrie tan sinceramente no lo puede hacer solamente desde el aspecto físico o por mandamiento de un solo órgano como sería el cerebro.
ResponderEliminarEn este caso el cerebro ha dejado este espacio al corazón. Y aunque científicamente está demostrado que el cerebro es quien guarda las emociones, las alegrías y los buenos recuerdos, el ejemplo de Felipe demuestra que no siempre los afamados doctores o científicos tienen la razón.
Un placer haberte conocido cadalseño.
Abrazos.
Que bonito
ResponderEliminarAna Diaz
UN PREGÓN DE FIESTAS DADO POR UN PRÓCER EN CENICIENTOS
ResponderEliminarPolémico personaje
histrión de la actualidad,
vistiendo ostentoso traje
llegó a la localidad.
Como si de un nuevo Midas
de tesoro incalculado,
ansioso potro sin bridas
se mostró el recién llegado.
Repartiendo unos panfletos
plagados de disparates,
parecían los folletos
invención de unos orates.
Y asomándose al balcón
donde ondean las banderas,
al aire lanzó un sermón
parido por plañideras.
Dijo ser gran empresario
a la abarrotada plaza,
ejemplo de un millonario
exponencial de la raza.
Un hombre hecho a sí mismo,
y nos quedamos confusos,
pues opinamos lo mismo
necios, listos y hasta obtusos.
Victima de un atropello
sometido a gran despojo,
se le atirantaba el cuello,
tronando lleno de enojo.
"Leche, que te pego leche",
amenazaba excitado.
"¡Puedo con lo que se me eche!",
y el gentío alborozado.
Después las autoridades
le llevaron rodeado
de niños y mocedades,
hasta el templo, abarrotado.
Y al ser pasado el cepillo,
con ademán ostentoso,
fue sacando del bolsillo
un tesoro fabuloso.
Billetes de cinco mil,
mostrados con suficiencia,
hasta completar cien mil
pesetas,entre estridencia.
Y nos largó otro discurso:
el del hombre bondadoso
al asombrado concurso
el de un prócer piadoso.
"Que nunca sepa tu mano
de la derecha, la izquierda",
dijo el Redentor humano,
"lo que la bondad acuerda".
Y se fue por donde vino
de su séquito escoltado,
siguiendo el mismo camino
y ser de nuevo encausado.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho