EL CRISTO DE CADALSO EN EL SENTIR DE CENICIENTOS
Del pueblo corucho era un referente
Cristo y Cadalso próximo al otoño,
la uva madura y visible el madroño
e ir a los toros al pueblo de enfrente.
Riada de un vado surto en su corriente,
de un río afluyendo de uno a otro año
de aguas benignas sin dolo ni daño
y el Cristo en lo alto siempre prevalente.
Coruchos iban, de uno u otro modo:
el poder en coche, a pie el jornalero
pateando
asfalto o pisando lodo.
Día en que el Cristo se siente torero
y a todos recibe y brinda acomodo
la Cruz del Cristo del Humilladero.
LA PROCESIÓN DEL CRISTO DEL HUMILLADERO
ResponderEliminarPenden colgaduras de los balcones
los rezos agitan las banderolas
y oran a su paso luz de farolas
con el fervor y fe de los soplones.
Cadalso es presa de las emociones
de un mar incontenible,fragor de olas,
que les trajo estrellas y caracolas
el Cristo inundando sus corazones.
Su Cristo agonizó inmerso en delirios
de afrentas sufridas sobre el madero
se apagó el sol le suplieron los cirios,
descendió el Nazareno, halló el sendero,
conducente a Cadalso de los Vidrios
y encarnó en Cristo del Humilladero.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
HAZME EL CAMINO SOMERO
ResponderEliminarOración
Hazme el camino somero
dame un poco más de tregua
y andar una nueva legua
y descanso en el estero.
Préstame tu embarcadero
y el remo de una chalupa
y de un caballo la grupa
y no te muestres severo,
Señor: dame un asidero
y no me mires con lupa.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
JOSÉ DE ARIMATEA
ResponderEliminarAl padre Junar Bagariang
de la Virgen del Alba
Aristas no pulidas del madero
en la llagada espalda se clavaron,
cuando de un empujón le derribaron
al pastor del rebaño ya cordero.
¿Quién había de ser sepulturero
de un reo de traición al que azotaron
y con la cruz de espinas coronaron
tildado de bufón y de inclusero?
Un hombre contempló muerte y martirio
presente en el Gólgota y fue instrumento
al ver exangüe al pálido lirio
y su palpitación en crecimiento,
cuando el Cristo expiró en su cruel delirio
al Cristo desclavó y dio enterramiento.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
DE GOLONDRINAS UN NIDO
ResponderEliminarDe golondrinas un nido
que en el establo se hallaba,
viendo al niño que mamaba
supieron su haber nacido.
Y con el tiempo cumplido
formaban las golondrinas
como santas peregrinas,
parte de la comitiva
que a Jesús lleva cautiva
despojándole de espinas.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
JUDAS ISCARIOTE
ResponderEliminarJudas Iscariote tuvo
un destino harto funesto
y empleado de pretexto
de muerte con el que anduvo.
Sus finanzas le sostuvo
denarios y algún talento,
y padecer el tormento
de proceder a la venta
que vaticinaba cruenta
el Antiguo Testamento.
Saturnino Carballo Díaz
El Poeta Corucho
LA NEGACIÓN DE PEDRO
ResponderEliminarJesús a Pedro auguró:
"Me negarás por tres veces
no entonando por mi preces",
certero le aseguró.
Su angustia Pedro apuró
y oyó piafar a un caballo
perteneciente al serrallo
del palacio del Tetrarca,
el que infamó con su marca
a Jesús, y cantó el gallo.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
PABLO DE TARSO
ResponderEliminarDe Damasco era el camino
y el caballo tropezó,
y piafó y se encabritó
y Saulo vio su destino.
Vio al que del agua hizo vino
y multiplicó los panes,
y descendientes de adanes
vieron andar sobre el mar,
y puesto en pie echó a andar
y le sirvió en sus afanes.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
MARÍA MAGDALENA
ResponderEliminarAl grupo lo acompañaba
y a Jesús los pies lavó,
y después los perfumó
y con su pelo secaba.
Ella en el Gólgota estaba
y ayudó a traer la escala,
y manejaba la pala
y en sábana que envolvieron,
y en la tumba que le dieron
estuvo la de Magdala.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA VERÓNICA
ResponderEliminarAquella santa mujer
que de Jesús se apiadó,
y en el lienzo se plasmó
su dolor y padecer.
Imagen de hoy y de ayer
impregnada en lo profundo,
donde no cesa un segundo
de proseguir la maldad,
que la vence en su bondad
La Verónica en el mundo.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
ESTANDO AYUNOS DE CINE
ResponderEliminar"La historia más grande jamás contada"
Estando ayunos de cine
un mes de marzo muy frío,
de coruchos un gentío
de aglutinado aglutine.
Instalaron en la plaza
una pantalla gigante,
y en un trasiego incesante
por la noche en su terraza.
De la iglesia patrocinio
auspiciado por el cura,
vimos un cielo en la albura
de un Dios y su raciocinio.
Jesús el de Nazaret,
artesano carpintero,
dijo ser el mensajero
del Dios de hijos de Israel.
Mas el poder constituido
que al principio no hizo caso,
por tal vez o por si acaso
a apresarle fue inducido.
De lleno se halló enfrentado
a religión oficial
de un mapamundi local
y a Roma omnímodo Estado.
De blasfemo fue acusado,
y costumbres licenciosas
propias de gentes ociosas
proclives al altercado.
Le pidieron un retracto
y él dijo ser semillero,
y es por ello que al madero
le llevaron ipso facto.
Conocimos a Caifás
y allí vimos a Pilatos,
y oímos los alegatos
de Judas y Barrabás.
Y en la pantalla agrandada,
coruchos de Cenicientos
contemplamos los tormentos
de nuestro Cristo filmada.
Saturnino Caraballo Díaz
El PoetaCorucho
BUSCANDO EL VIENTO CÁLIDO DEL DÍA
ResponderEliminarBuscando el viento cálido del día
lentamente ascendí por la ladera,
en un día con sol de primavera
en que la faz de Dios me bendecía.
En redor una brisa de armonía
celeste descendía de la esfera,
permitiendo que en mi alma se impusiera
una paz interior que no extinguía.
Llegándome el olor de los jarales
y el resinar que emana de los pinos,
vi creación de Dios y en sus caminos
tempestuosos, y con días sin males
cercano al final al fin he concluido
que lo compensa todo haber nacido.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
SONETO AL CRISTO DE CENICIENTOS
ResponderEliminarIr lejanos, surcando el infinito.
Ungidos con el agua de la fuente,
desvaneciendo arrugas en la frente
en rituales de pecador contrito.
Ir cercanos sin ánimo proscrito
de una tropa de réprobos silente
convergiendo en la cita convergente,
ubicada en tu celestial distrito.
Danos,Señor, tus manos de esperanza,
de los templados días de bonanza,
compañeros asiduos de la suerte,
de ver tu luz sobre coruchas sienes,
que aseguran que ayudas y sostienes
en el trance ominoso de la muerte.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
MUJERES DE LA PASIÓN
ResponderEliminarLa Virgen del Roble
Antes de que primera dama fuera
sobre el roble con guardia de majuelos,
estuvo entre los cardos de los suelos
de aquel día sin luz que amaneciera.
Su dolor traspasó la atroz frontera
del umbral que rasgó capa a los cielos,
cuando a los ríos inundaron hielos
que enlodaron sus lechos y ribera.
Impotente asistió bañada en llanto
sobre el Gólgota cuando era María
y rugieron volcánicos los vientos,
el día del suplicio y del espanto
cuando su Hijo al expirar renacía
y a ella entronizaba en Cenicientos.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho