Peñaranda
de Duero ( Burgos )
Peñaranda de Duero es un pueblo de la provincia de Burgos,
se encuentra a unos siete kilómetros de Aranda de Duero. Está situado en una
pequeña depresión del terreno en la vega que forma el río Arandilla, afluente
del Duero.
Entrado en la villa por una de las puertas de la antigua
muralla, llagamos hasta su Plaza Mayor, edificios con soportales, una fuente
antiquísima, la colegiata de Santa Ana, el Rollo y el palacio de los Miranda
hacen que sea con toda seguridad una de las más bellas y características plazas
castellanas que mejor se conserva. La vista es admirable; de trazado irregular
y totalmente restaurada encontramos a la izquierda el Palacio renacentista de
Avellaneda, también llamado de los Miranda por haber sido encargado por Don
francisco de Zúñiga y Avellaneda, tercer Conde de Miranda a comienzos del siglo
XVI y considerado hoy como una de las mejores obras renacentistas de la zona.
El Palacio de los Miranda, declarado Monumento Nacional es
uno de los más bellos ejemplares del plateresco español. A primeros de los años
50 se encontraba en ruinas y fue comprado por el Estado que lo cedió a la
Sección Femenina, que procedió a su restauración para una vez terminadas las
obras instalar en él una escuela de mandos de dicha Sección Femenina. A pesar
de la cuidadosa restauración que se realizó, fue necesario realizar una moderna
construcción adosada al palacio que perjudicó su arquitectura.
El palacio fue edificado a mediados del siglo XVI por Don
Francisco de Zúñiga y Avellaneda, tercer Conde de Miranda, que hizo traer a
destacados artistas para colaborar en la construcción del mismo.
La fachada ostenta bellos ventanales ornamentados, destaca
la portada plateresca con el escudo de los Miranda.
Al traspasar la puerta entramos en un noble espacio
cubierto, desde donde entramos al patio por un arco decorado de finos
alicatados. El patio central, de gran elegancia, consta de dos pisos de
arquerías. El primero de pilastras y el segundo de columnas con relieves entre
los arcos y balaustrada de piedra. En el centro del patio encontramos un pozo
con gran brocal.
Una magnifica escalera con un soberbio artesonado, conduce a
la galería alta. Desde esta galería se accede a las principales habitaciones
del palacio, cuyos ventanales se asoman a la Plaza Mayor. Todas las
habitaciones están decoradas con artesonados de madera tallada, todos distintos
en cada una de las salas, y combinados con yeserías de estilo mudéjar y
plateresco. Las ventanas también conservan los antiguos cierres de madera.
Destaca entre sus estancias por sus proporciones y valor
artístico, el llamado salón de los embajadores, donde destaca la chimenea de
excelente trabajo de yesería y trabajado cincelado en la tribuna.
En tiempos pasados el famoso Rollo, declarado Monumento
Nacional se encontraba fuera del recinto de la población, muy cerca de la
muralla. Hoy el Rollo se encuentra en la Plaza Mayor junto a la iglesia, lugar
al que fue trasladado en el año 1959.
Este monumento fue levantado como símbolo de la jurisdicción
del señorío de Miranda, es de fina traza ojival y está magníficamente labrado.
La Colegiata, se eleva frente al Palacio de los Zúñiga,
fundada en 1605 por D. Francisco de Zúñiga y Avellaneda, séptimo conde de Miranda y primer duque de Peñaranda, está dedicada a
Santa Ana por bula de Pablo V.
La iglesia es amplia y su esbelta torre sorprende por su
vigorosa arquitectura. El grandioso templo destaca por un crucero de gran elevación, que se apoya en
cuatro arcos.
El retablo mayor fue proyectado por Ventura Rodríguez, tiene
un relieve con la imagen de Santa Ana circundada por cuatro columnas en cuyas
bases figuran los escudos de los fundadores. Una escultura de Jesucristo Corona
el retablo, siendo la obra artística más interesante del templo.
En el presbiterio de la nave mayor, hay una lápida en mármol
negro con una inscripción donde se dice que detrás está el corazón de Don
Cipriano Portocarrero y Palafox, Conde de Montijo y de Miranda, duque de
Peñaranda, fallecido en 15 de marzo de 1859. Este señor fue el padre de la
Emperatriz Eugenia de Montijo.
El templo conserva una colección de reliquias, ornamentos
sacerdotales, cálices y dos esculturas del siglo XIII. Algunas de estas
reliquias proceden de las iglesias de San Miguel y San Martín, absorbidas por
la Colegiata.
La sillería del coro es de nogal con preciosos labrados. La fachada de la iglesia tiene tres bustos romanos
procedentes de Clunia, también proceden del mismo lugar las columnas con
capiteles corintios de la escalinata de la entrada. En otro tiempo estos
capiteles sostenían unas rejas.
Al entrar en la Plaza Mayor llama la atención el castillo
que se eleva al fondo sobre un roquedo. Fue levantado en tiempo de Fernán
González, época en la que el Duero era la frontera entre moros y cristianos,
formando parte de la línea fortificada que comprendía Gormaz, San Esteban,
Alcozar, Langa, Coruña del Conde y algunos más. Su finalidad era militar y
según algunos historiadores, es muy posible que al abrigo de esta fortaleza, en
otro tiempo llamada Peña de Aranda, se formara la población de Peñaranda.
Del castillo se conservan lienzos de muralla y torreones
almenados, puertas levadizas y la
cuadrada torre del homenaje, coronada de almenas y ventanales en ojiva. Desde
el castillo descendía la muralla con tres puertas que protegía al pueblo.
Existen algunas leyendas sobre esta fortaleza medieval. Una
de ellas narra la historia de la Cantamora un hada encantada de la que aún se
oye el eco de su voz entre los muros del castillo, la otra es referente al
Diablo, que dejo marcada su huella el la peña rojiza donde se asiente al
castillo en una aparición nocturna.
Otros edificios interesantes de Peñaranda son el convento de
Religiosas Concepcionistas fundado por el mismísimo conde de Miranda y en cuya
iglesia se conserva un artesonado de madera que cubre toda la nave del templo.
Su primera abadesa fue Dª Ana de Zuñiga, hija del fundador.
El Hospital de la Piedad con un bello patio de grandes
proporciones y una botica del siglo XVIII, una de las más antiguas de España o
tal vez la más antigua son otros de los edificios que no hay que dejar de ver
en Peñaranda.
Peñaranda de Duero siempre fue y sigue siendo un pueblo muy
querido por mi familia, aquí nació mi bisabuela Balbina Bolarte Pariente y su
hermana Lucia las cuales partieron para Madrid y posteriormente a Cadalso en el
año 1883. Balbina se casó en Cadalso y aquí residió has su muerte.
Dedicado a mi bisabuela Balbina Bolarte Pariente y a su hermana Lucia naturales de Peñaranda, al matrimonio
compuesto por Julián nacido en Hontoria del Pinar y su esposa Constan natural de
Peñaranda de Duero y a sus hijas Isabel y Marisol , familiares todos ellos muy queridos y recordados.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
ResponderEliminarPrecioso Pedro y las fotos una gozada.
Inés
ResponderEliminarMuchas gracias por todo.
Un saludo.
Pedro
Pedro me ha encantado tu reportaje estoy encantada te mando un beso fuerte sigue así siempre abrazos Isabel plaza.
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ResponderEliminarGracias Isabel, pero con Peñaranda es muy fácil encantar, todo el pueblo es una maravilla de arquitectura y si además llevas parte de él en tu corazón, pues todo resulta muy encantador. o no?
Un beso.
Pedro