Fue el viernes sobre las cuatro, hacía frío y en un momento la nieve comenzó a caer con fuerza, no fueron más de dos horas el tiempo que estuvo nevando y no cuajó, pero la alegría que siempre despierta la nieve estuvo presente, como en estos jóvenes ciclistas que no dejaron de pedalear en la Corredera bajo los blancos copos que en esos momentos caían.
Más tarde la nieve se convirtió en lluvia y la noche se apoderó de la Corredera y de todo Cadalso, todo fue como un espejismo blanco que tal vez presagie un invierno de nieves, y por lo tanto de bienes según dice el refrán.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Que pena no haber vivido ese momento en mi querida Corredera. Gracias por las fotos.
ResponderEliminarInés
Siempre habrá otros momentos Inés para disfrutar de Cadalso.
ResponderEliminarUn saludo
Pedro
Como se nota que nos acercamos al invierno. ¿Pero llegó a cuajar la nieve?.
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