viernes, 13 de septiembre de 2013

El día de la Pólvora. Cadalso de los Vidrios



                                              “EL DÍA DE LA PÓLVORA”

 


            En la mañana del 13 de Septiembre, “Día de la Pólvora”, tomo la bici y marcho para hacer una ruta que me permita alcanzar las estribaciones de Cadalso a las 13h. (el 13 a las 13). Durante los últimos cinco años he tenido suerte y esta jornada suele amanecer serena, soleada y sin calor, con una temperatura suave que es como un heraldo del otoño venidero que en forma de hojas de chopos (que ya comienzan a cambiar de color) colaboran a sumirme en mi estado anímico más óptimo para afrontar estos festivos y emotivos días. Afortunadamente mis previsiones no suelen fallar y sobre esa hora estoy a unos dos o tres kilómetros y veo -y siento aún más- las primeras volutas del humo de los cohetes en suspensión por todo el lugar. Se me pone el consabido nudo en la garganta (hay que darle un nombre) y en un lapsus vertiginoso pasan por mi mente muchas personas queridas y otras que sin ser queridas, como se entiende al uso, las admiro porque pertenecen a ese lado oculto en el que cada uno metemos gentes, lugares o acciones que intuimos irrepetibles a lo largo de nuestra existencia y que acaban siendo eternos en el recuerdo. Entro por la calle Real y entonces -apostado sobre la bicicleta en un rincón- veo pasar niños, adultos, gigantes y cabezudos (vestiglos y endriagos, diría D. Quijote) encabezados por el “cohetero” y la banda de música.



Todos juntos hacen de ese instante uno de los más especiales del año para los cadalseños-as. Es un momento que aparentemente se repite cientos de veces en cientos de lugares pero que en el interior de muchos de nosotros es mágico y se proyecta hacia nuestra más pura e íntima esencia cadalseña. Así me lo parece mientras ante mis ojos desfilan risueños los presentes, los ausentes ya lo hacían callados desde hace tiempo por mi corazón...
 
 
 
            Esa medianoche es sobresaltada por la “cubetería” que siempre suele ser mejor o peor -según cada cual- que la del pasado año pero que arranca parecidas expresiones de admiración y sorpresa. –“Oooh”, "¡Queee boniiito!”, exclama la gente cuando los colores, las formas y la luz de “la Pólvora” inundan e iluminan la noche cadalseña desde la zona cercana de “La Castellana”; antaño lugar de peregrinaje de nuestras madres a su arroyo para lavar sus humildes sábanas blancas -siempre pulcramente remendadas, siempre inmaculadas-; hogaño sitio idóneo dónde remendar por una noche viejos recuerdos -ya no tan blancos, ya no tan alegres-, que surgen con ritmo de himno musical de entre una cruz con fuegos de artificio prendidos a la imagen triste de un hombre bueno que fue humillado y que nosotros buscamos redimir en estas fechas.
 
 
            Te conmueves y no sabes muy bien por qué, pero te ocurre durante muchos momentos en estos días. Unas veces es una cara conocida que vuelves a ver después de muchos años de ausencia y que retorna atraída por la llamada de la tierra, otras son evocaciones de acontecimientos acaecidos otros trece de Septiembre, cuando ya todo comienza a oler a un imparable otoño, cuando ya todo poco a poco empieza a ser invadido por el sosiego, la reflexión y la melancolía. Justo entonces es cuando Cadalso se desmarca, se aísla y entona su propio canto a la emoción y la alegría. Porque la de Cadalso -deben saber los foráneos- es siempre una alegría emocionada, no la concebimos de otra manera. Somos así. Han de ser las cosas del entorno -o el agua- que te atrapan sin remisión, las causantes de que muchos sólo sepan reír llorando. Un amigo mío lo define muy acertadamente como la alegre tristeza de vivir.
 
 
 
            Será por eso que el pueblo vuelve a ser bello -una belleza distinta, eso sí- cuando pasado el jolgorio busca adormecerse lento en los inigualables días otoñales de vendimia, níscalos y amor. Será por todo eso y mucho más que se siente mejor que se escribe, que el cadalseño es un héroe anónimo, de esos que nadie recuerda porque son diferentes a los que la gente está acostumbrada a venerar. Son héroes sigilosos y enigmáticos que dejan su vida, su juventud y su primer sueño de niño, ocultos entre sus silenciosas utopías cadalseñas que abrigaron una noche de “la Pólvora” como ésta no muy lejana.
                          
Miguel MORENO GONZÁLEZ 
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
  

14 comentarios:

  1. Escrito imposible terminar de leer....parece estar leyendo sus memorias ....y el saludo de la muñana también pesadisimo .....siempre igual ...su bici ......y lo de siempre:-(

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  2. No lo leas no!!!!!! Todo el mundo tiene derecho a opinar, a sólo podéis opinar vosotros, además tiene razón el comentario anterior y la crítica siempre es buena. Un mostoleño

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  3. Yo admito la critica pero lo que no admito es esa forma de echar todo por tierra, este hombre escribe lo que el desea, tu lo lees o no, te gusta o no, te llega o no, es tu gusto lo que te hace que el escrito te guste o no te guste, pero el problema viene dado cuando las cosas gustan según el que lo escribe y dependiendo de su orientación política o sus amistades, entonces nada tiene valor, es la crítica enferma que solo pretende herir y hacer mal.

    Lo siento, pero en Cadalso muchos ya estamos hartos de los críticas porque si y para joder al prójimo.

    A mi unas veces me gusta y otras no, pero jamás me meto con la persona que desinteresadamente nos entrega parte de su tiempo.

    Gracias a todos.
    En cadalseño

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  4. Totalmente de acuerdo, Cadalseño, es muy fácil criticar porque si, lo que ya no lo es tanto es aportar lo que uno puede o quiere. En fín, como decía un sabio de la Historia, el Profesor Angal Bahamonde, somos un país muy cainita.
    Miguel, no cambies, sigue en tu linea eres junto con Pedro, Jose Luís, Canillo, etc, un privilegio que tenemos los cadalseños.

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  5. Anónimo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "El día de la Pólvora. Cadalso de los Vidrios":

    Dice el primer comentario "anónimo": "Escrito imposible terminar de leer....parece estar leyendo sus memorias ....y el saludo de la muñana también pesadisimo .....siempre igual ...su bici ......y lo de siempre:-("
    Es ocurrente eso de "...su bici......y lo de siempre" Se los debe leer todos para conocerlos. Demuestra que para opinar primero hay que informarse. Muy bien. ¡Perfecto!
    Ahora falta que usted escriba para saber cuáles son sus aficiones. Y no olvide firmarlo, por favor. Es mucho más ético, digno y honesto para poder debatir con educación y de forma constructiva. Así aprendemos todos de todos. Si nos gusta su escritura la seguiremos y si no... pues hay cientos de miles de alternativas que podremos seguir. Hágame caso, no se enfade y no le vuelva a leer. Él no escribe para usted.

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  6. Anónimo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "El día de la Pólvora. Cadalso de los Vidrios":

    AQUIEN NO LE GUSTE QUE SE DE UN PUNTO EN LA BOCA,SI NO CRITICAMOS NO ESTAMOS AGUSTO POR FAVOR.



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  7. Anónimo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "El día de la Pólvora. Cadalso de los Vidrios":


    ¡Cuánta bilis absurda! Y eso que habla de Cadalso, sus gentes, sus costumbres...



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  8. Anónimo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "El día de la Pólvora. Cadalso de los Vidrios":

    Para criticar todos valemos pero para escribir y narrar las costumbres y vivencias de ciertos acontecimientos no todos valemos. Pido a todos los que hacéis estos BONITOS reportajes, que NO os desaniméis y continuar en esta trayectoria, que alguien os lo agradecerá. EMILIO.

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  9. LA PÓLVORA CORUCHO

    El cohete silbando sube al cielo
    y en luz el estallido se desgrana,
    y en esquirlas cristalinas se desgrana
    la inminente caída sobre el suelo.

    En su vuelo es afilado escalpelo
    que corta y saja a golpe de campana,
    y en ascensión celeste filigrana
    que envuelve su fulgor en terciopelo.

    Y se van sucediendo en el ascenso
    cohetes entre ruido y alborozo
    que a los coruchos lleva al mutuo acuerdo,

    de mostrar en la pólvora un consenso
    que los une festivos y en el gozo
    de en la fiesta aparcar el desacuerdo.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  10. LA PÓLVORA CORUCHA

    El cohete silbando sube al cielo
    y en luz el estallido se desgrana
    y en esquirlas cristalinas allana
    la inminente caída sobre el suelo.

    En su vuelo es afilado escalpelo
    que corta y saja a golpe de campana,
    y en ascensión celeste filigrana
    que envuelve su fulgor en terciopelo.

    Y se van sucediendo en el ascenso
    cohetes entre ruido y alborozo
    que a los coruchos lleva al mutuo acuerdo,

    de mostrar en la pólvora un consenso
    que los une festivos y en el gozo
    de en la fiesta, aparcar el desacuerdo.

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  11. LA TRACA CORUCHA

    La pirotecnia instalada
    en el barrio de los Caños
    transcurridos tantos años
    es la fiesta anticipada.
    De fiestas es nueva añada
    reina claridad opaca
    y de agosto la resaca,
    mas al volar el cohete
    nada es el ruido que mete
    comparado al de la traca.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  12. QUINCE DE AGOSTO EN CENICIENTOS

    Alegra el toque de diana
    del cohete el estallido
    en la matinal jornada,
    se mezclan silencio y ruido.

    Churros vende en la plaza
    y se forman largas colas,
    todo el mundo mete baza
    y se crea un fragor de olas.

    Colgadas las serpentinas
    ondean multicolores,
    mezclándose golondrinas
    con sus vuelos bienhechores.

    Después toca acicalarse
    para asistir a la misa,
    es día de engalanarse
    profusamente y sin prisa.

    Es costumbre estrenar algo
    rayano en la tradición,
    "¡tanto tengo y tanto valgo!",
    como en una exposición.

    En la Iglesia no se cabe
    con tanta aglomeración,
    caras de quien nadie sabe
    vástagos coruchos son.

    Gentes que un día se fueron
    abandonando sus casas,
    los edificios se hundieron
    y no quedaron ni brasas.

    A la par surgen preguntas,
    "¡yo te saco por la pinta,
    esas cejas cejijuntas
    recuerdan a la Jacinta!"

    Hechas las presentaciones
    todos se hacen amigos,
    se reviven emociones
    y entra el sol, por los postigos.

    Luego la Virgen bendita
    es sacada en procesión,
    y hay quien se enardece y grita:
    "¡Madre imparte bendición!".

    La fe del pueblo es así:
    serena,parca y sencilla.
    Lo mismo me ocurre a mí
    y esta fe me maravilla.

    Ramos de albahaca llevan
    que perfuman el ambiente,
    y a la Virgen los elevan
    y los aspira sonriente.

    Después hacen una puja
    para llevarla a la ermita,
    y el adinerado empuja
    y el malestar se concita.

    La comida es en familia
    todos en torno a la mesa,
    familiares reconcilia
    cuando hay visita sorpresa.

    Luego vamos a los toros:
    aquí somos muy taurinos.
    Hay peñas cantos sonoros
    y de los mejores vinos.

    Y como se suscita el hambre
    al terminar la corrida,
    aplacamos el calambre
    en la mesa abastecida.

    Las fuentes con los jamones,
    a darles fin nos emplaza
    en el aire las canciones,
    y los bailes en la plaza.

    La Virgen a todos une,
    en este quince de agosto
    y a desunidos reúne
    a un bajo precio de costo.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  13. Pedro Alfonso muy bonita foto de los FUEGOS ARTIFICIALES buenas tardes

    Agustín Capitán Sanchzez


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