La primavera ha quedado atrás, los días apacibles y frescos
darán paso a otros llenos de bochorno y calor, es el verano que ya está
instalado en Cadalso. Pero también la primavera nos deja momentos llenos de
esparcimiento, rincones en los que el misterio de la vida se hace realidad,
inquietud y esperanza de esos cadalseños que habitan en los espacios más recónditos
de Cadalso.
Una estampa de la Peña Muñana, la imagen de San Antonio en la Corredera
durante la procesión del Corpus, unas simples pero a la vez bellas margaritas
que inundan nuestros campos de colorido y atractivo, es sólo eso, la primavera
en Cadalso.
Cielos inmensamente azules sirven como fondo a la imagen de San Antonio,
mantones que embellecen nuestras calles al paso del Corpus, en realidad son los
secretos de siempre que se acumulan con los años, que habitan en los espacios
de los tiempos, que nos identifican con lo nuestro y que nos ligan a las
personas y a las cosas que nos rodean.
Es tiempo de surcar el huerto, de plantar, de semblanza y
paciencia para recoger el fruto del trabajo de muchos cadalseños. Los huertos
son esos espacios que sobreviven a los tiempos, son reductos de recuerdos y
vivencias, a veces inciertas y dolorosas. Los huertos de Cadalso están llenos
de secretos y de identidades de los hombres que como guardianes invisibles
recorren cada día, cantero a cantero, planta por planta la inminente situación
de cada una de ellas, esperando su maduración para recoger la cosecha.
Y en lo alto de la antigua pared del frontón, aquel en el
que jugaban nuestros abuelos, la atenta cigüeña observa como la vida y la
primavera va pasando. Entretenida con su soledad parece percibir cada silueta,
cada momento y cada situación de la inquietud y la conciencia de Cadalso.
En cualquier rincón surgen las palabras, alguien dice esto o aquello y
comienza la conversación. Pueden ser algo primitivas y como en tantas otras
cosas, casi nunca se llega a nada, pero nunca podrán borrar los sentimientos y
la pauta de nuestra existencia. Sentados en un pilón del que hace tiempo no
brota agua, sintiendo los problemas de un pueblo que también son sus problemas,
acarreando lo que la vida les ha dado, así discurre el tiempo en cualquier
lugar para tantos cadalseños.
Es un perro, de los de antes que ahora son tan escasos,
mira, olfatea, se acerca y se deja fotografiar como sintiendo que él también
forma parte de este pueblo, reivindicando lo que es suyo, una parte de esas
calles que un día los perros de Cadalso llenaban aquí y allá con la
indeferencia de los transeúntes, creada a través de los años por la normalidad
de los perros que habitaban la calles cadalseñas.
También esta húmeda y lluviosa primavera, ha sido muy buena para otra
especie que en otro tiempo abundaba en nuestros arroyos y charcas. La rana se
vuelve a ver, se oye su croar, y el Venero, lugar donde habita ésta de la
imagen, se llena otra vez de vida. Cuántas charcas y cuántas ranas había hace
años en nuestros Venero.
Si, es Javier, ese maestro que un día visitó Cadalso y se
quedó prendado, que decidió vivir entre nosotros y que no pasa un solo día en
que su mente deje de pensar y desarrollar esto y aquello, siempre pensando en
los demás, en ayudar y en colaborar en todo, todo, todo.
Unas pocas imágenes y lo que da de si la vida en Cadalso, esta vez en primavera, pero siempre cualquier estación es buena para sentir y vivir, sólo es cuestión de ver lo bello, de querer y dejarse querer, de amar lo que nos pertenece y a lo que pertenecemos.
Dedicado a Javier, hombre enormemente colaborador.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Lieber Pedro/Zorro Corredero,
ResponderEliminarAlles, alles gute für dein 5 jähriges Jubiläum! Du machst uns allen, die dein Blog lesen, eine ganz grösse Freude mit deinen Einträge! Bitte mach so weiter!
Grosser Kuss, Nuria
SOLO COMENTAR QUE YA ESTA BIEN, CADA DIA SE VEN MAS PERROS ABANDONADOS POR LAS CALLES Y CARRETERAS DE CADALSO. DONDE ESTA LA POLICIA MUNICIPAL QUE NO SE OCUPA DE DENUNCIARLO A PROTECCION ANIMAL SOMOS MAS ANIMALES QUE ELLOS. GRACIAS POR NO HACER NADA
ResponderEliminar
ResponderEliminarQue bonitas las margaritas como me recuerdan mi infancia en los prados de mi pueblo ( que por supuesto no es tan bonito como Cadalso)
Por cierto, no te parece que abusas con tanto manton ¿no te sobra ninguno?, son preciosos y yo no tengo.
Besitos. Mercedes
Gracias Nür por tu mensaje.
ResponderEliminarViele Küsse für dich auch
Pedro
ResponderEliminarA ver Mercedes, los mantones no son míos son de la familia y desde luego que siempre habrá uno para ti.
Besitos
Pedro
Gracias por la dedicatoria, amigo, pero creo que sobraba la foto. Con las fotos tan buenas que haces, con los motivos tan conmovedores que eliges, con ese punto de vista que los demás no sabemos encontrar, ... En fin ... te quiero. Javier.
ResponderEliminarQuerido Javier, de lo que tú haces y representas nunca sobra nada. Es muy difícil hoy en día encontrar gente como tú, capaz de ayudar en todo momento y de colaborar de esa forma tan desinteresada como sólo tú lo haces.Muchas gracias por todos los momentos que en estos últimos tiempos me estás dedicando.
ResponderEliminarEn fin yo también te quiero.
Pedro
PARA GUSTOS LOS COLORES
ResponderEliminarPRIMAVERALES CORUCHOS
Para gustos los colores
que a los campos iluminan
y a mis pasos encaminan
al mosaico de las flores.
Los pájaros tienen plumas
y el aire lleva suspiros
y el arroyo los respiros
y sus aguas las espumas.
El guindo tiene sus ramas
blancas en la primavera
llevando sobre su hombrera
un destello envuelto en llamas.
La cepa empieza a cernir
y el sarmiento al despuntar
se hace siempre acicalar
del pámpano en su vestir.
La vaca pasta en el prado
y la acompaña la urraca
son pareja urraca y vaca
dúo que está concertado.
La higuera muestra sus brotes
y el huerto emite rumores
y los grillos son cantores
que dan saltos y dan botes.
Tiene el pino sus agujas
brillantes por el rocío
y es solemne su atavío
después de las noches brujas.
Verdecido está el olivo
que espera a su blanca flor
y del tomillo el olor
al monte tiene cautivo.
Apacible está la encina
y las bellotas apuntan
sobre ramas que despuntan
en nuestra ladera alpina.
Y escalando por las breñas
paso a paso va ligera
la corucha primavera
instalándose en las Peñas.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA PRIMAVERA EN CENICIENTOS
ResponderEliminarEstalla la primavera
que los pulsos acelera,
y el macho de la perdiz
difiere en canto el matiz;
de pronto el campo armonioso
tornasola prodigioso,
y el pinar de la Ladera
semeja a la enredadera,
que a la Peña presta falda
del color verde esmeralda,
que se extiende por el llano
del viñedo cenientano
donde la oliva perenne
nos contempla muy solemne,
y bajo el ramaje escucho,
a aquel abuelo corucho,
que la plantó con su mano
en un tiempo muy lejano,
y nos transmitió la herencia
que da el tiempo y la paciencia,
viendo en la oliva la calma
una impregnación de su alma,
y nos anuncia en el tiempo
que nada es bueno a destiempo,
y sembrar de buena gana
para cosechar mañana.
Y la mula es andadera
vigorosa en primavera,
y el higueral con sus brotes
líbrenos de los azotes,
de aquellas grandes tormentas
de las tardes cenicientas,
que vivimos siendo niños
ocultos en los cantiños
viendo al pámpano en la cepa
cuando el racimo que trepa,
es solo un recién nacido
y en el viñedo crecido.
Flores nimban la dehesa
y en el viento la promesa,
de unos almendros en flor
que en lo alto de un alcor,
rodeados por las jaras
son almenas y almenaras,
del orégano que nace
y oloroso se complace
en esparcir por los vientos
la esencia más duradera
que perfuma Cenicientos
y ha nacido en primavera.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho