La primavera hace tiempo que se instaló en el pinar y el
musgo fresco de las piedras denota la suavidad del tiempo que hemos tenido. Es
una visión más de nuestro entorno, de la sublimidad del color y de las luces del
atardecer una tarde de mayo en la Garganta del Boquerón. Aquí y allá en Cadalso
siempre surgen estos contrastes naturales.
Preciosos todos nuestro pinares
ResponderEliminarMariano