lunes, 20 de mayo de 2013

Albañiles de Cadalso

Polvo de 200 años.

Siempre tuve la idea de picar la pared del salón y descubrir la piedra, yo sabía que detrás de esa pared enyesada de rasillas, se encontraba la auténtica pared de piedra, aquella pared de 200 años o más que un día albañiles cadalseños se afanaron en realizar lo mejor que podían y con los pocos medios de aquella época, estaba ahí pidiendo ser restaurada.
Bueno, pues manos a la obra me dije y a picar, primero le di un por de alcotanazos por aquello de iniciar el proceso y apuntarme la obra, luego la cosa pasó a manos de dos profesionales de la paleta, de la alcotana y de todo lo relacionado con la albañilería.

Arriba se puede ver el agujero donde aparecieron los dos ladrillos y por encima las tiras de ladrillo.


He de decir que esto más que una obra ha sido una restauración, cada piedra era un tesoro, cada ladrillo macizo era una joya, cada madera una alegría, cada cosa rara que aparecía tenía que ser dejada como estaba y así lo hicieron.
Toda la pared es de piedra, pero arriba, casi tocando el techo, aparecieron unas cuantas filas de ladrillo macizo que nada tenían que ver con la piedra, pero que le daban un aspecto de antiguo, digno de ser recatado, cosa que así se hizo para después ser llagueados con la maestría que caracteriza a estos dos artistas de la paleta restauradora y de muchas cosas más.




Los albañiles, ya los habéis conocido por las fotos, se llaman Pedro y Ángel, son tío y sobrino, son amigos y son dos profesionales que hacen lo que tú quieres, lo hacen bien y además te dan ideas para que todo quede mejor.


Ángel llagueando

Polvo tragamos todo el que se producía al picar esa especie de barro que servía como amalgama para unir las piedra, tos y picor en la garganta fueron la nota del primer día, y eso que teníamos un extractor llamado ventilador que apuntando hacia la ventana empujaba todo lo que podía para desalojar el maldito polvo. También teníamos mascarillas, no tan profesional como la de Pedro, pero suficiente para tragar sólo el 75% del polvo producido por las alegres golpes de las alcotanas y el incesante martilleo de las mazas sobre los punteros.


Pedro con  puntero y maza

Los siguientes días fueron otra cosa, el polvo desapareció y había momentos que parecía que estuviéramos descubriendo un tesoro, y lo encontramos en un agujero en forma de dos ladrillos macizos “coloraos” que alguien había introducido en uno de los tres agujeros descubiertos y que un día sirvieron  para ir colocando los andamios a medida que se elevaba la pared. Estos ladrillos se volvieron a colocar dentro del agujero con el fin y la ilusión de que otras personas los encuentren muchos años después. Nosotros los encontramos dos siglos después de haberlos dejado ahí, y tal vez ahora permanezcan otros dos siglos hasta que otros los descubran, que pena no poder verlo.
 

 
Al final la pared quedó perfectamente llagueada, las ladrillos también, los agujeros al aire, estos hoy lucen pucheros y otros adornos, y lo mejor una enorme viga que Ángel descubrió y que una vez limpia y tratada por ese gran pintor al que conocemos por Lute, hoy destaca en el salón y es testigo de una gran obra del pasado cadalseño. Y también gracias a David, electricista que ha sabido captar la idea de la piedra sin cables vistos y esos interruptores que imitan a las llaves antiguas.




Gracias a todos los albañiles cadalseños, a los de ayer por naturalidad y belleza en la realización de esta obra y a los de hoy Pedro y Ángel por haber sabido conservar y restaurar la obra que otros realizaron dos siglos antes, o más, al pintor Lute y al electricista David.
 
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

3 comentarios:

  1. Un buen homehaje a estos dos buenos albañiles. Da pena que se hayan terminado las obras, con la de cadalseños que vivian de esto.

    Mariano

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  2. Es esa delicada y humana forma de hablar de los personas, en este caso de unos albañiles, lo que te hace grande. Cada frase es una caricia a lo que te rodea, con un sentimiento tan cercano y tierno que hace de tu blog una forma de ver y sentir la vida. Cuándo a unos albañiles alguien les ha dedicado algo tan cariñoso y lleno de admiración? Y la verdad es que siempre tienes razón Zorro.

    Un abrazo
    Cadalseño

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  3. Has hecho un bonito homenaje a la profesión, y la restauración ha quedado muy bién.

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