La Procesión de la Hermandad Penitencial del Santísimo
Cristo del Amparo ( Zamora )
Esta procesión se viene celebrando desde 1956, año en que
fue fundada la Hermandad, conocida popularmente como la procesión de las Capas
Pardas, es esta una procesión totalmente diferente a las que se realizan tanto en Zamora como en el resto de ciudades
de España.
La procesión comienza en la iglesia de San Claudio, situada
en el margen derecho del Duero, en la que destacan sus sillares románicos y
donde se alberga la imagen del Cristo del Amparo.
Miércoles Santo, las calles de Zamora comienzan a llenarse
de gentes que se sitúan a los lados para esperar el paso, cada vez más gente va
inundando las aceras y rincones de esta bella ciudad, son las doce y el
nerviosismo se apodera del lugar. Es la hora del comienzo de la procesión, pero
en el lugar donde yo me encuentro, al otro lado del Duero y justo por encima
del Puente de Piedra, todavía nos queda mucho tiempo para que podamos ver a los
primeros cofrades, tal vez horas.
Pero afortunadamente el tiempo pasa deprisa, tal vez por las
ganas de ver y sentir esta entrañable y sobrecogedora procesión. Los primeros
cofrades aparecen calle debajo de donde me encuentro, silenciosos en la
oscuridad de la noche, su imagen es realmente lúgubre, el silencio se hace
patente y una especie de recogimiento interior se produce al paso de las
oscuras capas y del balanceo de los faroles que portan los hermanos, todo ello
solamente roto por el sonido de la tuba y el repicotear de las matracas, sin
lugar a dudas es un momento único y enigmático el que se vive durante esta
procesión de la Semana Santa de Zamora.
Otros años apagan todas las luces al paso de la procesión,
este año no fue así, pero si de esta manera me impresionó, no digamos como debe
vivirse y sentirse solamente con la iluminación de los faroles.
La procesión sólo porta un paso, la imagen del Cristo del
Amparo, un crucificado anónimo del siglo XVII.
Las capas que cubren los cuerpos de los hermanos son
alistanas, de la región zamorana de Aliste, de color pardo, los faroles de
hierro forjado con una vela en su interior son portados como única iluminación
por los hermanos cofrades, cuyas profesiones he podido saber por una publicación que dice
así: “Capas alistanas cubriendo cuerpos de abogados, ingenieros, funcionarios,
periodistas, no hay pastores de Aliste en la media noche del Miércoles Santo”
Durante la procesión los hermanos desfilan en forma de cruz
latina y es ya al final cuando aparece el Cristo del Amparo, momento de gran
emoción donde la gente respeta con su silencio el paso de la imagen que es
trasportada por varios hermanos.
La Procesión del Santísimo Cristo del Amparo es una de las
más características y a la vez diferente de las muchas y bellas procesiones de
Zamora y yo que ha sido la primera vez que he asistido puedo afirmar que es
cierto.
La procesión llega a su fin, al fondo observo como desciende
para cruzar el Puente de Piedra camino de la plaza de San Claudio de Olivares,
donde antes de introducir al Cristo en la iglesia, los hermanos cofrades
entonarán el Miserere Castellano, lástima que no pueda asistir, pero otra vez
será, porque prometo que regresaré a estas tierras castellanas para volver a
sentir en lo más profundo de mi alma la pasión que aquí se vive en la Semana
Santa.
Mi agradecimiento a mis amigos Manolo y Chari, y toda su familia
zamorana de Mámoles de Sayago, sin ellos yo nunca hubiera experimentado estas sensaciones que tanto
me han llenado en estos días, sensaciones producidas por el cariño de ellos y
de las tradiciones de esta tierra zamorana que tanto aman y que desde ahora yo
también amaré y llevaré en mi corazón, muchas gracias.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Buenos días Pedro:
ResponderEliminarPrecioso el reportaje de las capas pardas, desde luego si que te pones en primera línea para hacer las fotos.
Besos
Mercedes Tejedor
Estimado Pedro.
ResponderEliminarMe alegró y satisfizo mucho el rato que pasamos la noche de Viernes Santo cuando yo subía hacia mi casa. Nos paramos en la esquina, llovía, y las luces amarillas de las farolas se reflejaban hasta hacer brillar el suelo y la carrocería de tu coche. Venías de las procesiones de Zamora, a las que dedicas, como todo lo tuyo, una entrada preciosa en tu blog. Hablamos un poco de todo, fundamentalmente de Cadalso. Y lo hicimos como siempre se hacía y se hace en nuestro pueblo: sin motivo aparente, sin prisas, sin resquemores, al raso, es decir: en la calle; unidos por mutuos recuerdos que con el paso del tiempo son como pasiones, entusiasmos recobrados. Cuando bajo solo a tomar unas cervezas al pueblo, me gusta subir andando por San Antón rememorando viejas y queridas experiencias... Tú, es una de las tantas y bellas cualidades humanas y cadalseñas que tienes, sabes reflejarlo conmovedoramente en tus fotos y textos. Lo sintetizas maravillosamente en esos, tus escritos de los pies de fotos, que resaltan, que explican, que nos enseñan a mirar. Y es entonces que tus instantáneas, alimentadas con tus textos, parecen cobrar vida y nos hacen mejores cadalseños.
Miguel Moreno
Me ha encantado el reportaje que has hecho de la prodesión, incluidas las fotos de mi Zamora, me has acercado un poquito más a ella, aunque yo no he podido este año salir.
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